Recibido por SaräAmma - 10 de febrero de 2011
Así es, soy Saint Germain, gracias por sentirme, tan rápidamente.
Hoy vengo a hablarles de la tolerancia. De la tolerancia con ustedes mismos, no con los de afuera ó lo de afuera.
Pues una vez que hayan logrado la maestría de tolerar sus propias equivocaciones, podrán aplicarlo para otros seres humanos.
La tolerancia no es aceptar todo lo que sucede sin reaccionar, no. La tolerancia es saber que algo que está mal se puede resolver, pero sin ansiedad, sin desesperanza ó desespero por lograrlo. Se hace tolerando, equilibrando las situaciones que se presenten.
Te preguntas, y muchos lo harán también.
¿Por qué una lección sobre tolerancia, ahora?
Pues bien, querida niña, porque eso es lo que tendrán que hacer, de ahora en adelante.
Tolerar muchas situaciones que tal vez se salgan un poco de control y que en algún momento no sabrán cómo controlar ó retornar al orden.
En esos casos se aplica la tolerancia. La aceptación de que no todos están preparados para recibir la luz tan fuerte y, en esos casos, hay que ser tolerantes y comprensivos con ese otro hermano que no sabe cómo manejar tanta luz en su vida.
Porque recuerden, a mayor cantidad de luz, más alboroto de la oscuridad, que todos, de una u otra forma, aún llevamos por dentro.
Así que, cuando se encuentren a alguien con exceso de situaciones oscuras ó inarmónicas, recuerden ser tolerantes. Porque lo que está sucediendo es que está teniendo una inyección muy fuerte de luz, y la oscuridad simplemente sale huyendo; en este caso, sale a la superficie.
Mis hijos, mis hermanos aprendan la tolerancia, pero en primer lugar, con ustedes mismos.
Porque muchos están viviendo esto que acabo de mencionar. Está entrando tanta luz en sus cuerpos, que están llegando a no poder controlarlo, pero olvídense del control.
¿Quién controla a la Luz?
Sólo permítanla ser, y llegar completamente a sus cuerpos, y toleren, con paciencia y dedicación, para subsanar a todo rastro de oscuridad que comience a brotar de sus cuerpos emocionales.
Recuerden, para eso estoy yo, para ayudarles con mi rayo violeta, a transmutar todo ápice de oscuridad que aún tengan. Trabajen conmigo, yo les ayudaré, en estos últimos momentos en que aún esas pequeñas oscuridades salen para ser sanadas y transformadas en luz.
Llámenme, que yo trabajo para ello.
Ese ha sido mi mensaje, del día de hoy, para la humanidad.
Toleren sus fallas, apliquen la tolerancia en sus vidas, pero siéntanse libres de cambiar eso que no es tan armónico en sus vidas, con un poco de ayuda también.
Hasta pronto, mis queridos hermanos.
Hasta una próxima oportunidad.
Saint Germain
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