Mensajes Recibidos por: Jean Luc Ayoun.
MENSAJE 7, DEL 22 DE ENERO 2005
MARIA
AMOR, SEXUALIDAD, SACRIFICIO
Traducción: Susana Milan
Soy María, Reina de los cielos y de la Tierra. Os amo mis niños. Quisiera ahora, hoy, en este momento, hablaros de la noción de sacrificio, la noción de amor, la noción de sexualidad. Efectivamente el mensaje de la Fuente ha sido transformado de manera consciente, de manera deliberada, por las fuerzas que se oponen al desvelamiento de la verdadera luz auténtica, de la luz del Regente de Orión.
Estas fuerzas han falsificado, deformado las cosas magníficas y extraordinarias que han sido transmitidas por los Hayoth Ha Kodesh a Moisés. Esta falsificación ha desviado al hombre de las esferas más sagradas. Estas esferas sagradas efectivamente, tienen por nombre “sacrificio” en el sentido más noble. La vida es sacrificio. La sexualidad, cualquiera que sea el placer, es un sacrificio y una iniciación. El sacrificio de sí, la entrega de sí al amor a través de la sexualidad permite tocar, palpar, sentir esta unidad con la Fuente a través de la entrega de sí, a través del sacrificio de sí, a través del amor del otro, se uno a sí mismo, se entrega, se abandona el ego, su personalidad. Esta noción de sacrificio sublime, de la donación de la vida, de la donación del amor ha sido algo que ha sido menospreciado, pervertido, cortado para la humanidad Terrestre a partir de este periodo.
Mis niños, estad seguros que no hay en la sexualidad ninguna distorsión, ningún error, que es el acto más sublime de la entrega de sí al amor, a la vida. En los otros espacios y en otras dimensiones, la noción de sexualidad no existe, no hay el filtro del cuerpo, pero no obstante es parecido a la sexualidad. A partir del momento en que hay entrega de sí, hay intercambio, hay comunicación, hay relación. Y la vida es relación, coherencia, coordinación. La sexualidad no es nada más que esto: tomar, dar, intercambiar, pero ante todo relación. Ahora, la vida en su característica más esencial, es un intercambio. Mirad mis niños, los Agni Deva. Mirad las jerarquías angélicas, mirad a los Hayoth Ha Kodesh, mirad el ballet de los Cielos, es lo mismo en vuestras ruedas de vida, en todas las ruedas de vida. Y estas ruedas de vida sólo piden una cosa: intercambiar, penetrar, dar y recibir. Efectivamente, toda esta belleza, toda esta transmisión está, desde hace 3,500 años falseada, desequilibrada. La particularidad del ser humano en este planeta es cristalizar lo que piensa. Vosotros os convertís realmente en lo que pensáis y el pensamiento falseado induce un funcionamiento falso.
La sexualidad es un acto sagrado, igual que con el Espíritu Santo, es una comunión con la Fuente. Y esta comunión con la Fuente es un sacrificio, he dicho bien sacrificio y no dolor. La forma de vivir el sacrificio puede a veces ser llamada “dolor” pero este dolor es simplemente una torsión, una distorsión entre vuestro pensamiento pasado y vuestra conciencia del presente. A partir del momento en que aceptáis totalmente vuestros pensamientos pasados, se integran en vosotros a la luz de vuestra conciencia nueva. A partir del momento en que, en vosotros, no hay ningún juicio de vosotros mismos, del otro, en ese momento, la relación nace en el sentido más noble, la relación es amor, el amor es relación.
Relacionar, relacionar las cosas, relacionar los seres, relacionar Dios, relacionar la Fuente, relacionar las Fuentes, ese es el papel que debieran haber tenido los hombres desde hace 3 500 años. Así es como las jerarquías que podríais llamar “infernales” han desviado la pureza de la información, la pureza del mensaje. Durante 47,000 años, el hombre ha integrado, lo que llamáis el mundo emocional, el mundo astral, el mundo de la disociación, de la exteriorización, de la comprensión, a través de la exteriorización. Y hoy habéis olvidado, clausurado, la sacralización de la relación.
Toda relación es sagrada, toda relación es de esencia divina. Sólo el amor permite la relación. La relación entre dos seres es como una relación entre un planeta y su sol. Es un ballet, un ballet incesante pero a veces ese ballet es falseado, necesita una intervención exterior, intervención de un tercer factor que viene a corregir, a rectificar, aparentemente desde el exterior, una trayectoria, una relación falseada. Este rol es debido desde tiempos inmemoriales, desde hace 350,000 años, desde lo que llamáis los reinos de los Gigantes, al Arcángel Miguel. Es él quien impulsa, es él quien transforma, es él quien desata, es él el que va a quemar lo que debe ser quemado con el fin de permitir instaurar la relación más armoniosa posible entre dos seres, entre un planeta y su sol, entre una célula y su núcleo.
La vibración Micaélica es la vibración específica de este sistema solar que permite a cada transición restaurar la relación. Estar en relación, es amar. Estar en relación puede concebirse en el interior como en el exterior. Estar en relación es ser uno mismo y no se puede estar en relación si no se es uno mismo. La relación falseada por la mente, la relación pervertida por el juicio, no es una relación, no es una comunicación y se convierte en un enfrentamiento, una competición, una fuente de tensión.
Mis niños, yo soy María y yo os amo.
MENSAJE 6, DEL 28 DE MARZO DE 2005
MARIA
MARIA
LA LEY DEL AMOR
Traducción: Susana Milan
Traducción: Susana Milan
Os amo y os bendigo. Yo soy María, Reina de la Tierra y de los Cielos. Queridos hijos, hay en vosotros una parcela de divinidad que sólo pide salir y manifestarse. Sólo hay obstáculos puestos por vosotros mismos, a esta manifestación, en función de vuestras diferentes encarnaciones. Mi hijo amado os ha prometido a través del sacrificio de su encarnación, a través de su presencia en vuestro planeta, a través de su sangre derramada, la posibilidad de redimir instantáneamente, gracias a la ley del amor, todos los karmas, sean los que sean.
A título individual, en tanto que ser viviente en un planeta que todavía no está sacralizado, no podéis escapar a lo que podríamos llamar una acción/reacción colectiva. Pero no obstante, por el poder y la gracia de mi divino hijo, os es posible a cada instante, entrar con total sinceridad y total humildad en esta vía de acción de gracia, es decir de acción sin reacción, es decir en una ley de amor, en una sincronicidad total entre vuestra vía encarnada y el objetivo y la finalidad de vuestra encarnación.
Queridas almas, cuando entréis en la dimensión de amor, cuando entréis en vuestro templo interior, cuando aceptéis en vosotros, dejar hablar a vuestra femineidad, la polaridad femenina de vuestro amor, en ese momento preciso, seréis capaces de vivir en perfecta simpatía con los otros planos espirituales. Cuando entréis en esta dimensión, cualesquiera que sean los obstáculos, no van a desaparecer como por encantamiento, pero tendréis en vosotros mismos, la fuerza de afrontarlos. Tenéis la posibilidad de tener lo que vosotros llamáis “la fe que mueve montañas”, de tener la certeza, la justeza de vuestros pensamientos. Cualesquiera que sean los obstáculos exteriores, no existen ya, a causa de vuestra actitud interior. Esta actitud interior es la ley más esencial de todos los mundos y de todas las manifestaciones en los mundos vivientes, en los mundos encarnados y en los mundos que no conocen vuestra forma de vida. Hay un plan, hay un proyecto, hay una determinación total en cuanto al sentido de la vida, en cuanto al sentido de la experiencia.
Esta determinación, este sentido tiene como único origen, como único lazo, como única finalidad, como única fuente, la palabra Amor. Amor alcanzado ya por vosotros mismos, en tanto que divinidad, mediante las angustias y los sufrimientos de la encarnación, a fin de encontrar la liberación en la densidad de la materia, no de la materia, sino la liberación de vuestras almas y del amor que está en vosotros.
Por medio de esta resistencia, a través de lo que vosotros llamáis “sufrimiento”, a través de esta lucha aparente de vuestra alma, el amor se polariza hacia un camino de salida de las profundidades, para llegar a la exteriorización de vuestro amor auténtico. Porque es de ahí de donde venís, queridas almas, es ahí donde esperáis encontraros.
Hoy, esto es posible hace poco tiempo en este planeta, muy poco tiempo en relación a vuestra escala de tiempo, aceptando esta eventualidad en la escala colectiva de algunas vidas, os es posible total y libremente, abrir las puertas al amor incondicional que es la esencia misma de vuestra alma, manifestar la unidad en vuestra vida encarnada en la dualidad.
Queridas almas, tenéis todos los potenciales, todas las cualidades que permiten abrir en vosotros este amor, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestras vidas, cualesquiera que sean las circunstancias de vuestros desafíos, de vuestras experiencias y manifestar en este mundo dual vuestra unidad esencial de alma y de espíritu.
Sólo vosotros podéis aceptar queridas almas que, mi presencia que mi energía abra en vosotros las puertas más sutiles, las más esenciales de vuestra experiencia de encarnación, a fin de dejar entrever la unidad de vuestra alma, a fin de suprimir toda resistencia y de entrar en resonancia perfecta entre lo que vosotros sois y lo que manifestáis realmente en este mundo.
Es importante para esto no juzgar, ni a vosotros mismos, ni al exterior de vosotros mismos, sino simplemente aceptar estar en ese estado que yo podría llamar de gracia, de compasión y con cualquier otro término que os guste pero en que la única palabra auténtica es amor. Amor hacia todo lo que se presente ante vosotros porque cuando aceptáis el camino de resonancia, este camino que lleva a la sincronicidad total de vuestra alma con el plano del universo y fuera del universo, en encarnación y fuera de la encarnación, tenéis la posibilidad queridas almas, de dejar derramarse a través de vosotros este amor para vuestro bien y para el bien de toda parcela viviente, en todos los mundos manifestados y no manifestados. Puedo llamaros mis hijos porque yo estoy más allá de los dogmas en los que os han querido encerrar.
Yo soy la Reina de los Cielos, yo soy la Reina de la Tierra, Reina de los Cielos y de la Tierra, porque ese es mi destino en tanto que arquetipo femenino de esta ley de amor, ilustrando con mayor amplitud ciertamente, el amor ideal de una madre hacia su hijo, que le autoriza todo y no le prohíbe nada, a fin de que experimente, a fin de que vaya hacia su destino, a fin de que sea él mismo, sin llevar muletas. Que estas muletas se llamen padres, religión, se llamen ritual, o tengan por nombre todo aquello que está para sosteneros en vuestra marcha. En un momento dado de vuestra evolución, queridas almas, debéis volveros hacia vuestro interior más esencial, hacia la chispa que está en vosotros y que solo pide manifestarse, exteriorizarse, expresarse para amar.
A medida que esta Luz que es la vuestra, se manifieste, entraréis cada vez más en ese fenómeno de resonancia, y en ese fenómeno de sincronicidad, en que las cosas se hacen fáciles, incluso si son aparentemente difíciles porque no hay más resistencias. No hay más en esta óptica de sufrimiento posible, porque el sufrimiento, en este momento y solamente en este momento, se confunde con la luz. No es algo que deba ser buscado, este es uno de los grandes misterios.
En un momento dado, cuando no comprendéis más, cuando os parece que es demasiado, en ese momento os volvéis hacia vuestro interior. Y en ese preciso instante, encontráis vuestra luz auténtica, la luz de vuestra alma y de vuestro espíritu. En ese momento puede empezar a exteriorizarse, empezar a manifestarse e irradiar un conjunto de fenómenos vivientes y transformar totalmente vuestra vida. Queridas almas, las palabras son siempre las mismas, las actitudes del espíritu son siempre las mismas.
Vuestra época es una época bisagra, una etapa importante en la historia de la humanidad, pero desde siempre el motor principal de todas las dimensiones, de toda vida, incluso aquellas que estén en la negación de este principio, tienen el mismo motor. Este motor es la ley de atracción, la ley de amor, la ley de empatía. La ley que va a hacer comprender que sólo hay un solo Dios, una sola Fuente, una sola finalidad, una sola luz, una sola posibilidad de evolución, una sola dirección, cualesquiera que sean las experiencias.
Queridas almas, en este día bendito, yo os doy mi bendición, la dimensión de madre compasiva, la dimensión de madre protectora, a fin de que activéis en vosotros esa mirada interior, a fin de que decidáis totalmente tener confianza, entrar en esa sincronicidad que sólo pide exteriorizarse en vosotros, que sólo pide aparecer en vuestra vida de todos los días, a fin de hacer de vosotros los seres llenos de amor, hacia vosotros mismos, hacia la creación, hacia toda parcela de vida sobre este planeta. No olvidéis que la medida en que juzguéis, seréis juzgados, no por un juego de venganza sino por vosotros mismos. Sólo vosotros podéis juzgaros. No hay intervención de cualquier venganza ni cualquier castigo, de cualquier retribución de vuestros actos, si no es por vosotros mismos y sólo por vosotros mismos.
Los velos que han sido puestos en las encarnaciones sucesivas son y han sido, frenos cada vez más gruesos y cada vez más densos para bloquear la exteriorización de vuestra luz auténtica. Y hoy, por la gracia de mi presencia, por la gracia de la presencia sobre la Tierra del Arcángel Miguel, por la presencia desde hace dos mil años de la energía de mi Santo Hijo, os es posible a cada minuto, volveros hacia esa luz interior y dejar aparecer la Fuente que está en vosotros para alcanzar la meta. Queridas almas, os amo, os aporto mi bendición ahora a cada uno de vosotros. Yo libero en vosotros el poder de vuestra propia alma, el poder de esta luz interior, el poder del “YO SOY”.
Almas divina por esencia, almas divinas por finalidad, almas de luz pura, auténticas y verídicas, yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, os amo y os bendigo.
MENSAJE 5, DEL 7 ABRIL 2005
MARIA
ECONOMÍA FALSEADA: DINERO Y TIEMPO
Traducción: Susana Milan
El propio principio de economía ha sido falseado en este planeta hace mucho tiempo, falseado por dos acontecimientos mayores. Se ha atribuido un valor al dinero y un valor al tiempo en relación al dinero. Todo sistema de cambio, todo sistema de progreso del ser humano o todo sistema viviente por cierto, que hace intervenir la noción de tiempo, en relación al dinero, es una herejía, es un error. Evidentemente, este sistema ha sido construido por fuerzas que buscaban y buscan todavía, sujetar toda la vida a su voluntad y a su visión. Muchas personas hoy, se dan cuenta que esta economía está falseada. Evidentemente, no sirve de nada querer encontrar nuevos modos de funcionamiento y modelos económicos, sean los que sean, mientras que estos dos parámetros de valor del dinero y de tiempo del dinero no sean suprimidos totalmente de vuestro modo de funcionamiento.
Los flujos generados en estos momentos son flujos sin bases, estos flujos se dirigen en un solo sentido, que es la apropiación de todo el planeta. Y nadie, ningún ser humano, tiene la altura para luchar contra esta aspiración de las fuerzas adversas. Nosotros haríamos bien y vosotros haríais bien poniendo fin a tal sistema que es la reducción a la nada y la destrucción, haríais bien en mostrar y demostrar la realidad de este fin, aunque esto no cambiaría nada para aquellos que no desean ver más allá que sus objetivos egoístas.
En relación a lo que se ha pedido de proponer al medio económico, y añadiré también para un tiempo futuro, social, es hacer tomar conciencia de la inutilidad del tiempo y del valor atribuido al dinero.
El tiempo del dinero es una forma de hablar que atribuye al tiempo un valor, pero yo me refiero con esto, a la noción de usura, a la noción de interés, a la noción de tiempo que corre, de tiempo que acumula, la noción de tiempo que hace fracasar y hundirse a países enteros. El dinero no tiene tiempo, el dinero no tiene valor. Hay leyes, en el sentido matemático del término, modelos para ponerlos en funcionamiento, que han salido directamente de la comprensión de las dimensiones superiores, de la dimensión en la que os encontráis. Hacer acceder a algunos humanos, del mundo económico, a la quinta dimensión y a la onceava dimensión, permitirá formular inteligentemente estas leyes para esos individuos. Es la única manera conforme, lógica y amable de corregir los desequilibrios del tiempo del dinero y del valor del dinero, en relación al tiempo. En algún caso, el tiempo no puede tener valor en relación al dinero, al contrario. El tiempo no debería encarecer el dinero sino abaratarlo. En estas circunstancias, todo el dinero que estuviera inmovilizado, no vería aumentar su valor sino disminuirlo. No habría entonces más intereses, habría intereses descontados y hay una ley para encontrar esto. Desde mis planos de vida no puedo formularla en vuestra tercera dimensión pero evidentemente existe y debe ser puesta en funcionamiento. Es suficiente de alguna forma, reemplazar un más por un menos y un menos por un más. Lo que digo no me parece ni complicado ni difícil de poner a funcionar. A partir del momento en que algunas conciencias accedan a estas dimensiones superiores, les será muy fácil y muy cómodo comprender esto y ponerlo en ecuación. El acceso a otro modo de funcionamiento permite comprender lo que hay del otro lado del velo: que atribuir un valor y tiempo al dinero es contrario al tiempo que pasa y al valor del tiempo.
Uno no se puede enriquecer con el tiempo que pasa. Uno solamente se puede enriquecer con el tiempo que ha pasado.
El mismo modelo de funcionamiento está presente en la Tierra, con sus valores pasados, con sus emociones y con su visión de futuro. La Tierra es un cerebro que tiene su propia visión de su propio futuro y aparentemente no está de acuerdo con el vuestro, en tanto que seres humanos. Relacionar lo que se ha dicho de la consciencia y de la esfera psicológica del ser humano con el funcionamiento del planeta, pero también con el funcionamiento del dinero y tendréis ahí la llave maestra. ¿Está suficientemente claro? El modelo económico debe estar basado sobre el modelo trinitario, igual que todo lo que está vivo es un modelo trinitario.
El mismo modelo de funcionamiento está presente en la Tierra, con sus valores pasados, con sus emociones y con su visión de futuro. La Tierra es un cerebro que tiene su propia visión de su propio futuro y aparentemente no está de acuerdo con el vuestro, en tanto que seres humanos. Relacionar lo que se ha dicho de la consciencia y de la esfera psicológica del ser humano con el funcionamiento del planeta, pero también con el funcionamiento del dinero y tendréis ahí la llave maestra. ¿Está suficientemente claro? El modelo económico debe estar basado sobre el modelo trinitario, igual que todo lo que está vivo es un modelo trinitario.
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MENSAJE 4, DEL 14 DE MAYO DE 2005
MENSAJE 4, DEL 14 DE MAYO DE 2005
MARIA
SOIS PORTADORAS DE LA MADRE
SOIS PORTADORAS DE LA MADRE
Traducción: Susana Milan
Mis hijas amadas, soy María Reina de los Cielos y de la Tierra. Aprovecho la ocasión de me dais de venir a saludaros, de venir junto a vosotras, para deslizar algunas palabras en vuestras almas, algunas palabras que trabajaremos hacia más autenticidad, hacia más luz en vosotras. Estad seguras todas, de mi indefectible amor de madre, madre de la humanidad, madre de esta Tierra, y madre de los Cielos. Aprovecho esta ocasión, de este alineamiento que me han facilitado los elementales de la Tierra, que son también mis elementales para significaros mi amor indefectible, permanente. En todas vosotras existe ese germen impermanente e indefectible del amor, en el sentido más noble, en el sentido más elevado y en el sentido más etéreo. Este amor que vosotras debéis encarnar, no únicamente a través de la fecundidad sino a través de todos vuestros actos hacia esta madre Tierra que es también vuestra hermana. Tenéis todavía en vosotras la parcela eterna de la Tierra. Tenéis en vosotras la parcela eterna de la madre porque sois también madre, no como la madre que facilita la encarnación de hijos en este planeta sino como la portadora de esta energía de vida que hace de vosotras seres únicos.
A cada una de vosotras, deseo deciros que sois una parte de mí y yo soy una parte de vosotras, porque en vosotras manifestado o no manifestado, presente o no presente por el momento, existe ese germen, esa autenticidad que hace de mí lo que he llegado a ser, no lo que los hombres han querido que sea, sino lo que era ya antes de mi nacimiento. Este ideal femenino que cualquier ser humano busca y en particular que cada hombre busca y que cada mujer posee en lo más profundo de sí y que ella deja más o menos fácilmente manifestarse, pero que desafortunadamente, en gran número de casos, muchas entidades femeninas disfrazan a través de la mascarada de la encarnación. Vosotras tenéis ese germen que hace de vosotras lo que sois y que os concierne dejar manifestarse, cualquiera que sea vuestra vida, cualquiera que sea vuestro camino, cualquiera que sea vuestra filiación, o vuestra generación, o vuestra descendencia. Os corresponde ya manifestar esa polaridad femenina esencial de madre en relación a vuestra hermana la Tierra, antes de cualquier otra cosa.
Sois las depositarias del bien más precioso, que no es el poder de transmitir la vida, sino de ser el más fiel reflejo y la más fiel encarnación de lo que se llama lo Divino, de lo que se llama la Fuente. Vosotras sois, como entidad femenina biológica, a causa de esta femineidad, las portadoras de la Fuente. Más que madres portadoras, vosotros sois portadoras de la madre. En vosotras está ese incondicional femenino, ese incondicional de amor eterno, más que incondicional, que debéis dejar transparentar en vuestra encarnación. No hay edad para esto, no hay tiempo para esto, porque estáis más allá del tiempo, señoras. En vosotras, mis hermanas, saludo una parcela que conozco porque forma parte de mí, igual que yo saludo esta parcela que reconozco porque forma parte de la Tierra.
La Tierra es Fuente, la Tierra debe transformarse en un planeta sagrado, es decir, en su momento, llegar a ser la Fuente y por lo tanto el Sol de una nueva vida. Vosotras tenéis esta polaridad, gracias a vuestro nacimiento, gracias a vuestro ser, gracias a vuestra alma, sois y vais a llegar a ser, aquellas que nunca habéis dejado de ser: las fuentes de vida. Sois las portadoras, no de hijos sino portadoras de la Fuente. Esto es esencial que lo comprendáis, cualquiera que sea vuestro camino, cualquiera que sea la suerte de vuestra vida, sean los que sean los azares de vuestras fecundidades o no fecundidades, sean los que sean los azares de vuestras filiaciones o no filiaciones.
Vosotras sois los modelos de un ideal femenino es decir del ideal femenino de la Fuente que todo hombre busca y que toda entidad busca, es decir aquella que nutre, aquella que da, la que impulsa, la que está destinada a crear. Este es un acto muy diferente de la fecundidad, de la procreación. Yo hablo de la creación auténtica, hablo de la verdadera creación surgida de la Fuente, vosotros sois esto antes que cualquier otra cosa y por eso yo saludo lo que sois. Doy las gracias también a todas esas entidades que forman parte de la tercera dimensión, que forman parte de vuestra compañera la Tierra, por haber permitido a través de su canal, que me manifieste a vosotros y revelaros a vosotros mismos.
Y aquí, ahora, en este instante de gracia y de comunión, os pido comunicar conmigo, abandonar todas las imágenes que tenéis construidas, abandonar todos los roles que tenéis, para ser exclusivamente vosotras mismas: las portadoras de la Fuente. Y por esto, os pido cerrar los ojos mis queridas hermanas, mis queridas almas compañeras y dejar que se infunda, que se revele, que se manifieste, que se derrame, que se expanda esta Fuente eterna de vida y de luz. Os amo y os bendigo de igual forma que acepto totalmente vuestra bendición, como madre, es decir como Fuente.
MENSAJE 3, DEL 7 DE ABRIL DE 2005
MARIA
LA EXPERIENCIA DEL AMOR DE TIERRA, DEL CIELO Y DE LA TIERRA EN LA MADRE
LA EXPERIENCIA DEL AMOR DE TIERRA, DEL CIELO Y DE LA TIERRA EN LA MADRE
Traducción: Susana Milan
Queridos hermanos y hermanas de luz y podría decir también, queridos hijos, porque habiendo encontrado la Fuente de que yo estoy ante vosotros, puedo ser llamada la Madre de todos vosotros. Me agrada ver tantos hombres como mujeres inclinados hacia su Fuente, hacia su luz, hacia más autenticidad, hacia más verdad, hacia más conformidad a la voluntad de la luz auténtica. Queridos hijos que vivís en esta Tierra, en este periodo tan problemático es esencial para vosotros encontrar vuestra Fuente, encontrar la luz de vuestra alma y de vuestro espíritu, de manifestarla cada vez más y expresarla en cada instante, en cada respiración de vuestra vida. Esta es la cosa más importante y la más fundamental de manifestar. La palabra amor ha sido tan prostituida, tan transformada en este planeta, tan utilizada para fines no luminosos que hay que estar muy consciente de lo que es esta vibración, esta expansión, esta luz tan auténtica, esa que os une a la Fuente, esa que os une al Padre, esa que os une a mí y que os une también a la Santa Trinidad.
No veáis en esto un lenguaje impregnado de religiones, impregnado de arcaísmos sino como la fuente radiante de vuestro bienestar espiritual, de vuestro bienestar de alma en este planeta. La Santa Trinidad está en acción y vosotros la veréis cada vez más en acción en este planeta, a través de los elementos de la Tierra, a través de los elementos del aire, a través de todo lo que se manifestará en vuestro universo y en este planeta en particular. Habéis entrado, como hace 50 000 años, bajo la influencia del Sol Central de vuestra galaxia, también llamado estrella de Sirio. Esta radiación azul es una radiación de naturaleza femenina, de polaridad femenina, cuyo objetivo es conectaros (como alma liberada, alma libre, alma en vía de luz) a la triple Fuente, a la luz trinitaria de la que nosotros somos los representantes, yo misma, mi Santo Hijo y el querido Arcángel San Miguel, ese al que vosotros llamáis San Miguel en vuestra Tierra. Nosotros estamos aquí para obrar, nosotros estamos aquí para restituiros vuestro verdadero don de nacimiento de alma, que es pura luz, que es alegría inefable y en la que vosotros debéis obrar.
Buscad llenaros de esta verdad que sois. Buscad iluminaros desde el interior de esta luz que sois. Olvidad totalmente lo que no está en el sentido de la luz. No le concedáis la menor importancia. Sólo cuenta el peso de luz que ponéis en la ligereza del ser. En vosotros está esa Fuente, como en mí. Vosotros sois yo y yo soy vosotros, a condición que vosotros os despojéis de los oropeles y de los harapos que os han puesto, a lo largo de lo que llamáis las encarnaciones, a lo largo del tiempo. No concedáis ninguna importancia a todo lo que os puede frenar, a todo lo que os puede limitar la expansión de vuestra luz, la expansión de lo que sois porque cuanto más seáis lo que sois, más irradiaréis esto y más luminosa será la suerte de la Tierra. Y más cosas se derramarán en el flujo de la vida y en la normalidad de la vida.
En vosotros está esta Fuente, en vosotros está esta luz, en vosotros está este amor auténtico que no demanda más que experienciar, vivir, exteriorizarse. Cualquier freno que se ponga a la expansión de la luz no va en el sentido de la luz.
Entended bien esto, el amor es libertad, el amor es fluidez, el amor es el aire que se desplaza libremente, el amor es el canto de los pájaros, el amor es lo que hay más precioso en vosotros, lo más auténtico y lo más eterno. El amor no puede ser más que eterno, no se apaga jamás. Una vez que está encendido sólo puede crecer a imagen del universo, a imagen de las fuentes originales de la que vuestro planeta forma parte y de la que yo misma, emanación de esta Tierra, formo parte. Desearía ahora, de igual forma que la chispa que ha sido puesta en vosotros por medio de otras entidades que no tienen nada que ver con nuestra Trinidad, que trabajan en el mantenimiento de la cohesión de la Tierra, que esta luz crezca para siempre, que se haga una luz eterna que obre en las luces de las luces, en el Santo de los Santos, dicen algunos, a fin de que nunca más, la mínima duda sobre lo que sois, o sobre lo que vais a ser, pueda venir a frenar, nublar esa bella alma que estáis todos a punto de ser, a fin de que el alma global, el alma de la Fuente Tierra pueda evolucionar, pueda transformarse e ir ahí donde debe ir: hacia su sacralización.
Como entidad encarnada viviendo en este planeta, vosotros sois seres sagrados, igual que los seres más altos y tenéis, según vuestros deseos, según vuestras pasiones, la capacidad de formar parte de lo que queréis, como planos evolutivos o involutivos. Os corresponde a vosotros elegir: más luz o menos luz, sabiendo que toda alma, toda vida es, al final, saliendo de la lógica del tiempo, una parcela de luz, una parcela de verdad. Lo que hoy os parece pertenecer a las cosas que no van en el plano de la luz, pertenecerán a un plano de luz. No puede ser de otra forma. Todo es cuestión no de tiempo sino de esquemas y caminos evolutivos a tomar. La parábola del hijo pródigo ha ilustrado esto de maravilla. Elegid vosotros, queridos hijos pero estad seguros de nuestro indefectible amor porque vosotros sois amor y nosotros estamos en conexión permanente con vosotros. Que vuestra alma nos reconozca o no, no tiene ninguna importancia porque nosotros, nosotros sí sabemos quienes sois vosotros. Me gustaría ahora haceros participar, a todos y cada uno de la experiencia del amor de madre, de la experiencia del amor de Tierra, del cielo y de la Tierra en la madre. Esto va a ser ahora para cada uno de vosotros.
Me dirijo personalmente al corazón de cada uno de vosotros y comienzo ahora. Me dirijo alma a alma, no habrá palabras, esto se hace en silencio, en la pureza y la intensidad de la vibración del amor. Mirad qué dulce es cuando escucháis con el corazón. Continúo. Vamos a iluminar juntos doce soles ligados a la Fuente, ligados unos a otros. Es la experiencia que hacéis ahora. Ved como la luz de la fuente que se activa gracias a doce pequeñas fuente, doce pequeños soles, doce pequeñas fuentes intra-Terrestres que se iluminan al mismo tiempo, como amor auténtico que va más allá de las palabras, que pasa de emociones, que pasa de cualquier comentario. Esto es así desde la eternidad y así será por toda la eternidad. Continuad experienciando. Yo continúo dirigiéndome a cada uno de vosotros personalmente, amados hijos de la luz. Os doy mi bendición.
MENSAJE 2, DEL 11 DE JUNIO DE 2005
MARIA
INICIA LA ÚLTIMA TRANSFORMACIÓN PARA LA NUEVA DIMENSIÓN
INICIA LA ÚLTIMA TRANSFORMACIÓN PARA LA NUEVA DIMENSIÓN
Traducción: Susana Milan
Bienvenida a vosotros queridas almas de luz. Yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra, me dirijo a vosotros en este periodo de fuerte sombra sobre este planeta. En esto tiempos importantes que inauguran un periodo de gran transformación, de ciclo de transformaciones, se hace evidente que esta transformación que vive vuestro planeta está a punto de producirse en vosotros, en vuestras conciencias, en vuestras células, en vuestras almas, en vuestros centros y ruedas de energías. En este momento hay en vosotros, en todos esos seres que buscan la luz auténticamente, una aceleración de la vibración de esta luz y esto entraña una apertura de algunos puntos, puntos que estaban hasta el presente inactivos en vosotros y que hoy, se revelan. Esto conlleva tormentos, tensiones, dudas, pero también esto permite las transformaciones y renovaciones. Lo viejo se muere, lo nuevo no ha nacido todavía, la certeza está aquí pero la certeza de la luz debe crecer en vosotros.
Queridos niños, hay en vosotros todas las posibilidades de la eternidad, la eterna transformación de la vida, el eterno recuerdo de la luz. Esta expansión infinita de la conciencia, esta expansión infinita de vuestras vidas, de vuestras memorias, da cuenta hoy del trabajo considerable que ha sido efectuado desde hace ya mucho tiempo en este planeta. Hay en vuestras almas, hay en vuestros cuerpos, hay en vuestras memorias, el recuerdo magnífico de esta luz original que pasáis vuestra vida buscando y esperando encontrar.
Queridos niños, hay en vosotros todas las posibilidades de la eternidad, la eterna transformación de la vida, el eterno recuerdo de la luz. Esta expansión infinita de la conciencia, esta expansión infinita de vuestras vidas, de vuestras memorias, da cuenta hoy del trabajo considerable que ha sido efectuado desde hace ya mucho tiempo en este planeta. Hay en vuestras almas, hay en vuestros cuerpos, hay en vuestras memorias, el recuerdo magnífico de esta luz original que pasáis vuestra vida buscando y esperando encontrar.
Queridas almas, es importante abrir en vosotros todas las puertas que puedan abrirse, todas las puertas que os permitan recibir, acoger en vuestro seno, en vuestro interior, esta vibración nueva que viene hacia vosotros. En efecto, a partir del 21 de junio 2005, entráis en los siete últimos años de la última transformación que os conducirá a la puerta de la quinta dimensión. En esta noción de los siete últimos años hay una recapitulación de luz, una recapitulación de vuestras vidas, una recapitulación de las experiencias pasadas. A la luz de este esclarecimiento nuevo, vais a vivir esto siete años en perfecta consciencia, en perfecta unidad, en perfecta comunicación y quizá incluso comunión porque en efecto las puertas se entreabren. Estas puertas que estaban cerradas hasta el momento y que permitían separar y disociar los diferentes planos están a punto de abrirse hoy con el fin de facilitar, favorecer esta comunicación entre los planos.
Pronto va a ser muy fácil crear vuestra propia realidad, estar informados de vuestras realidades. Esto es un acto muy importante, vital incluso para el alineamiento de vuestras estructuras, para el alineamiento de lo que sois. Queridas almas de luz, estáis en camino para la última etapa, del por qué estáis en este planeta. Aquí vienen las siete últimas etapas del último ciclo. Cada año, entre el 21 de junio 2005 y el 21 de junio 2012, representa las siete marchas que debéis recorrer, la siete últimas etapas de la última gran etapa que va a conduciros al umbral de un día nuevo, que va a conduciros al umbral de vuestra nueva vida, al umbral de vuestro nuevo espacio de expansión, de vuestro nuevo espacio de vida, de vuestro nuevo espacio de experimentación. En ese nuevo espacio de vida y de experimentación, no hay más separación, no hay más división, no hay más oposición entre la sombra y la luz. No hay más sombra, todo se hace luminoso e instantáneo. Todo se hace inmediato, todo se hace creativo, todo se hace creado.
Estos grandes reencuentros los esperáis en vuestras almas, desde hace mucho tiempo. Es un movimiento de expansión continua que va a permitiros encontrar la Fuente de lo que sois. Bienvenida a vosotros, queridas almas, bienvenida a estos espacios nuevos que, vais a comenzar a experimentar y a vivir. No os volváis hacia el pasado, lo que debe morir morirá, lo que debe vivir vivirá, lo que está condenado a quedarse en esta dimensión lo hará. No debe haber ningún remordimiento, ninguna pena, ningún juicio tampoco de lo que debe ser. Caminad, avanzad sin miedo hacia esta nueva puerta de expansión de vida, de expansión de conciencia, sin tener ningún miedo, ninguna pena de abandonar lo que era vuestra vida hasta el momento, lo que habéis construido, vuestros logros, vuestras posesiones, vuestras referencias, vuestras ataduras también. Como decía mi Hijo: “nadie puede penetrar el reino si no se hace como un niño”. Nadie puede acceder a esta dimensión si no se despoja de todas las ataduras a la tercera dimensión.
Y debéis penetrar desnudos como un niño, ese nuevo estado de conciencia, sin oropeles, sin ataduras provenientes de las dimensiones pasadas en las que habéis vivido suficiente desde hace más de 50 000 años. Amadísimas almas de luz, os invito y os exhorto a seguir los pasos de mi Hijo, a hacer vuestra esta ley de amor, esta ley de serenidad, esta ley de pureza. La dimensión nueva que viene es una dimensión de pureza, una dimensión de sacralidad y debéis considerar esto como un santuario que requiere abluciones, que requiere hacerse como un niño, para poder entrar. Amadísimas almas de luz, mi intervención estaba destinada a informaros de instantes de luz, de instantes mágicos del Sol Central que van a focalizarse en este planeta.
Queridas almas, yo os aporto mi bendición, mi gratitud. Yo os aporto también mi alegría que os permitirá comprender lo que es la esencia de la vida y bajo qué forma se manifiesta la luz auténtica cuando esta es realmente auténtica y no está coloreada por enseñanzas falsas. Cuando la luz se presenta en estado puro, desnuda de todo artificio, de todo error. Una luz también pura es esa que es encontrada en las experiencias fuera del cuerpo, por las experiencias de contacto con la luz. La diferencia esencial es que viviréis esto en vuestro cuerpo con vuestras células, con vuestros cuerpos físicos de tercera dimensión. Este cuerpo debe ser preparado, ese cuerpo debe ser afinado, ese cuerpo debe ser lavado para permitir que esta luz penetre cada una de las parcelas, cada uno de los recovecos de vuestro cuerpo.
La preparación consiste, si esto es posible, en sumergirse en un baño. En ese baño deberéis poner en el agua flor de azahar y agua de rosa. Esta agua permitirá lavar vuestro cuerpo. Conviene también lavar vuestro interior y consumir, espino blanco en extracto seco, extraído de las plantas. Conviene también respirar un aire en el que habréis quemado incienso de rosa. Conviene también ser puro de pensamiento, abstenerse de todo pensamiento negativo, de toda negatividad.
Sed bendecidas, queridas almas que trabajáis por la luz de mi Santo Hijo y de la Santa Trinidad y por el advenimiento de las nuevas dimensiones a este planeta, por el advenimiento del reino de paz, del reino de mor y del reino de comunicación entre todos los planos. La hora de la separación, la hora de la división se enfrenta ante el advenimiento de la Santa Trinidad. Quedan muchos años de preparación, muchos años de transformaciones, muchos años de acondicionamiento, de relación para la unión entre los planos de la pura luz y los planos de la Tierra estén de acuerdo, en sincronicidad, en sintonización.
Queridas almas que trabajáis por la manifestación de la verdad, por la manifestación de la exactitud de la luz sobre este plano, estad seguros de nuestra ayuda, estad seguros de que a cada minuto, que a cada paso de dais, hay una ayuda que es aportada. Incluso si esto no aparece claramente, distintamente, esto es realmente la verdad. Con el paso de las semanas, con el paso de los años, os abriréis a esta dimensión. Cada minuto de vuestro tiempo Terreste que pasaréis en esta Tierra será grabado y lleno de esta luz, de acuerdo con la guía de la Santa Trinidad.
Desde hace largo tiempo están en vosotros los gérmenes de esta luz, los gérmenes de la autenticidad que sólo piden eclosionar. Sólo las vicisitudes de esta tercera dimensión han contrariado quizá la eclosión de lo que vosotros sois realmente. Almas de luz, almas de perfección, almas de justicia, que habéis sido creados para reflejar, para irradiar esta luz, esta justicia, esta verdad. En este último periodo de transformación, de revelación, la divina providencia trabaja en vosotros, a cada instante, a fin de facilitar más y más la eclosión total de lo que sois. En vosotros hay una parcela de esta Santa Trinidad y vosotros encarnáis en vuestro seno los arquetipos de lo que nosotros somos en nuestra dimensión. Vosotros sois la compasión marial, sois el amor Crístico y sois la justicia de San Miguel. Manifestad esto a cada minuto de vuestra vida. Manifestad esto a cada respiración que toméis. Que vuestros actos estén llenos de esta certeza que vosotros elaboráis, desde siempre, para la luz y que solo los errores y los miedos han podido conducir, en ciertos momentos, a dar la espalda a esta verdad esencial y eterna, que es vuestra verdad. Yo soy María, Reina de los Cielos, yo os amo y os bendigo.
MENSAJE 1, DEL 26 DE JUNIO DE 2005
MARIA
LIBERAR TOTALMENTE LA FUENTE QUE ESTÁ EN VOSOTROS.
LIBERAR TOTALMENTE LA FUENTE QUE ESTÁ EN VOSOTROS.
Traducción: Susana Milan
Os saludo y os bendigo queridos niños, yo soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra. Yo vengo a vosotros hoy aportándoos toda mi bendición, aportándoos todo mi amor y asegurándoos mi bendición eterna, mi amor eterno, porque vosotros sois amor y sois eternos y sois Luz. En cada uno y cada una de vosotros hay una parcela de lo que yo soy. Hay también la totalidad de lo que soy, la Reina de los universos, madre del cielo y de la Tierra. Vosotros también sois eso. En vosotros está la totalidad de lo que yo soy.
Queridos niños, quisiera aportaros hoy, a cada uno y a cada una de vosotros, la totalidad de lo que hay en el corazón de una madre, en el sentido más noble, en el sentido más elevado pero en el sentido también más encarnado y más denso. Queridos niños, os aporto a través de lo que vamos a hacer juntos, mi protección, mi indefectible amor, en la autenticidad y en la humildad. Vamos a despertar en vosotros la realidad de lo que sois.
Queridos niños, quisiera aportaros hoy, a cada uno y a cada una de vosotros, la totalidad de lo que hay en el corazón de una madre, en el sentido más noble, en el sentido más elevado pero en el sentido también más encarnado y más denso. Queridos niños, os aporto a través de lo que vamos a hacer juntos, mi protección, mi indefectible amor, en la autenticidad y en la humildad. Vamos a despertar en vosotros la realidad de lo que sois.
Vamos a haceros girar totalmente hacia vuestro interior, hacia la fuente que sois, hacia el amor que sois. Vengo a vosotros como una madre viene hace su hijo, totalmente desinteresada, solamente por amor, independientemente de toda noción filial, independientemente de toda noción de retribución, simplemente para compartir la apertura de los corazones, la apertura de las consciencias, la apertura a la totalidad de lo que sois.
En estos momentos cruciales de la historia de nuestro planeta, es estos momentos de revelaciones de aperturas, muchos impedimentos, bloqueos, elementos constrictores sólo piden alejarse de lo que vosotros sois total y realmente, y de manera infinita: un corazón vibrante y palpitante. Vosotros sois la sangre, el cuerpo de Dios, la totalidad de lo creado. En cada uno y cada una de vosotros, está la totalidad de los mundos, la totalidad de los universos, la totalidad de los pensamientos, la totalidad de todo y vamos ahora juntos, si lo deseáis, mis queridos niños, a liberar las compuertas, liberar totalmente la fuente que está en vosotros.
Os pido simplemente, mis queridos niños, que me acojáis, que os acojáis en vuestro seno, en vuestro centro, en vuestra Fuente, en vuestra unidad, en vuestra perennidad, en vuestra divinidad. Vengo a vosotros, como vosotros venís a mí, para hacer el milagro de una sola cosa.
Todos los aquí presentes sois los hijos de la Ley del Uno. Vosotros participáis todos de la luz auténtica, vosotros participáis todos en un plan, en un proyecto que es la libertad de la consciencia, la libertad del alma, la libertad total de expresión de la Humanidad con una “H” mayúscula. Queridos niños, os amo y os bendigo. Y voy a hacer silencio unos instantes ahora mientras que mis radiaciones de Reina de los cielos y de los universos penetran en vosotros, para revelaros realmente lo que sois vosotros también. Comenzamos ahora.
Lo que está a punto de penetrar en vosotros es lo que os pertenece, desde la eternidad porque es a cada uno de vosotros que, pertenece la gloria, el poder y la gracia eterna. Vosotros sois realmente eso, nosotros somos realmente eso y continúo. Y mientras que continúo os hacéis portadores de luz, sembradores de luz. La lámpara que se enciende es una lámpara sin fin. Irradiando y bañando esta luz, no hay el mínimo espacio para el miedo, para el ego, para la afirmación, para el tener, simplemente hay un estado de ser, un estado de luz, de radiación, un estado de solidez, un estado de belleza que sois.
Por el Santo Triángulo, os consagro, a cada uno y cada una, a la autenticidad de la luz Una a fin de que os transforméis en la Fuente, el origen y el fin, la totalidad de todo. Queridos niños, yo os revelo a vuestra divinidad, a nuestra fraternidad común, a nuestro lazo final que es un lazo filial y de fraternidad. Lo que vivís, lo que sentís en lo más íntimo de vuestro ser, está ligado al estallido de la semilla.
Cada uno y cada una de vosotros estáis en posesión ahora, de todas las posibilidades, en posesión de todos los potenciales, en posesión de sí mismo. Vosotros encontráis la gracia, el poder, la potestad que es vuestra. Os amo y os bendigo.
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