CLAVES DE MENSAJES

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viernes, 5 de agosto de 2011

BODAS CELESTIALES – HILDEGARD VON BINGEN – 2 MENSAJES – OCTUBRE Y NOVIEMBRE DE 2010


Mensajes Recibidos por: Jean Luc Ayoun.
Se indica fecha y traductor en cada uno. En secuencia de abajo hacia arriba


MENSAJE DEL 6 DE NOVIEMBRE DEL 2010

HILDEGARDE DE BINGEN
Traducción: Susana Milan - 6 noviembre 2010
Soy Hildegarde de Bingen. Amados Hermanos y Hermanas, con gran placer vengo entre vosotros. Yo explicaré esta tarde, en vuestro espacio, un cierto número de leyes generales que han permitido plasmar el trabajo que yo realicé durante mi vida, y veo que ciertas obras son utilizadas hoy. Evidentemente, no voy a volver sobre lo que fue escrito, en este momento, sino en dar más fundamento y las reglas que han permitido elaborar todo ese corpus de conocimientos que tratan sobre la evolución del cuerpo. Os he contado, hace poco tiempo, la experiencia que me condujo a vivir cosas que calificaría de inusitadas en mi época (ndr: su intervención del 25 octubre 2010). Voy a intentar explicaros con palabras, lo que me condujo en un momento dado, a examinar y aplicar lo que veía y percibía en las Dimensiones que vosotros llamáis hoy, Unificadas, concernientes a la influencia de los Cuatro Vivientes, los Hayoth Ha Kodesh o los Serafines o los Seres de Fuego. Porque es en efecto, a través de ese contacto particular cómo yo pude dejarme impregnar y extraer una cierta forma de conocimiento aplicable a la Vida, a toda forma de Vida.
Hay un principio, existente en las Dimensiones Unificadas, muy particular. Este principio ha sido llamado el principio de similinum. En efecto, desde lo planos más etéreos, o los plano más próximos a la Vibración original, hasta los planos más alejados y más densos, existe una continuidad y una simultaneidad Vibratoria o de Consciencia, haciendo que, en el elemento más alejado, se encuentre la señal o la marca del elemento más próximo a la Fuente. Así, existe en los diferentes reinos presentes en el mundo en que he vivido o vosotros vivís, similitudes y resonancias particulares, que permiten remontar a uno de los Cuatro Vivientes, en una proporción relativa particular de cada uno de los distintos constituyentes de los Cuatro Vivientes. El principio de similinum sobre el que yo me basé, en los estratos que yo calificaría de intermedios, permitiendo llegar hasta reinos presentes en la Tierra, ha estado sobre todo asociado con la forma, el color. Evidentemente, no es cuestión de pasar revista lo que he vivido Interiormente por el conocimiento directo y transcrito a continuación mediante palabras y en consecuencia por la mente. No es cuestión de daros esta ley de similinum para cada objeto o cada elemento que existe en uno de los reinos en correspondencia con el cuerpo humano. Esto sería muy fastidioso e indigesto. En efecto, este conocimiento está inscrito en el Corazón, porque vosotros estáis constituidos, y nosotros estamos constituidos, donde quiera que estemos, de una proporción relativa, diferente, de cada uno de los cuatro elementos. Todo está organizado, estructurado dimensionalmente, temporalmente, espacialmente, por este principio.
Así, los elementos (el agua, el fuego, el aire, la tierra y el éter) están constituidos por una Vibración particular. Esta Vibración, según su mezcla y según la Dimensión donde va a manifestarse, va a tomar literalmente, una forma un color y un cierto número de características de las que os ha hablado largamente el Arcángel Anael. Hay una resonancia de acciones que existen en cualquier producto de la naturaleza que le permite remontar a su Esencia. Algunos seres han captado esta Esencia con medios que, todavía hoy son perfectamente conocidos por aquellos que lo han llamado los Cuatro Vivientes que consiste en captar la quintaesencia Vibratoria de una forma precisa. Más allá de esto, en el ser humano existe una resonancia particular. Esta resonancia particular puede ser puesta en funcionamiento por ejemplo, como el venerado Sri Aurobindo cuando se dirije a vosotros, permitiéndoos realizar posturas que ponen en juego cierto número de resonancias y de Vibraciones. Más allá de esto, el alma, prisionera de esta matriz está también constituida en partes relativas de estos cuatro elementos. La asociación varía hasta el infinito, ya que ella va a dar tantas almas como Espíritus, tantas almas como cuerpos. El objetivo del conocimiento del Corazón, es hacer resonar una forma, en su conocimiento, en todas las Dimensiones. A través de esta resonancia de forma (que es de hecho, lo que yo podría llamar encaje o acumulación de formas dentro de otras formas) es como se realiza el principio de similinum o de similitud.
Así, la Vibración de un alma expresada por un nombre, en vuestro mundo (que ha sido el mío) es portadora de una signatura, de un sello, si lo preferís, específico. De igual forma que Paracelso había identificado las signaturas para los planetas, la signaturas para los Arcángeles, y las ondas de forma que perteneces e la 2ª Dimensión, permitiendo poner en resonancia la forma de vida inscrita en una Dimensión superior, como en esta Dimensión. Así, es posible igualmente, más allá de la 2ª Dimensión encontrar una resonancia, una signatura vibratoria relacionada con una forma ante todo, en resonancia con un alma. Existen anomalías en el alma humana como en la personalidad o del cuerpo. Estas anomalías están inscritas en la ley de acción /reacción de la falsificación. Estas anomalías se manifiestan de diferentes formas y son llamadas por los humanos, enfermedades. Estas enfermedades están ligadas a la anomalía de un encaje que interrumpe la ley del encaje o de resonancia existente a partir del plano más elevado hasta el plano más denso. Existe para cada anomalía constatada, una resonancia particular de encaje que lo repara para que no se encaje más. Hay una restauración mediante la Vibración más allá de la química, más allá de lo que se absorbe, pero directamente ligada a una resonancia de formas que permite literalmente curar una interrupción o un desequilibrio o un defecto de encaje. De esta manera, esquematizando al extremo mediante las palabras, es como he llegado en mis experiencias de contacto con los cuatro Elementos (o Ruedas en las Ruedas, como han descrito ciertos profetas) a poder, para cada caso preciso, tener una respuesta Vibratoria, igual que en los Hayot Ha Kodesh hay una resonancia precisa de ciertas Vibraciones con anomalías que pueden ser señaladas de manera muy amplia.
Igualmente, podemos referirnos directamente al principio que existe en un vegetal, por ejemplo, o una especia. Esto es aplicable también a las esencias llamadas perfumes, permitiendo compensar una anomalía existente, sobre un estado Vibratorio de encaje. Sería extremadamente complejo (y esto se podría hacer) desvelar todas las resonancias existentes entre un vegetal y un sobre-encaje o desencaje existente en el alma humana o la personalidad humana. Evidentemente, cada ser es diferente porque aporta en sí mismo una signatura diferente, incluso en el mismo encaje o desencaje. En un momento dado, puede existir para un ser humano concreto una forma existente en la naturaleza, que permite paliar directamente (sin oponerse) una anomalía de encaje, sin tener en cuenta las leyes de la dualidad, únicamente mediante la ley de acción de Gracia y de resonancia más íntima de la persona.
 No tenemos más preguntas, os damos las gracias.
Bien queridos Hermanos y queridas Hermanas, es un placer para mí encontrarme en la Vibración humana. Os deseo a todos, lo mejor y lo más bello. Os digo probablemente hasta el próximo día. Adiós.



MENSAJE DEL 25 DE OCTUBRE DEL 2010

HILDEGARDE DE BINGEN
Traducción: Susana Milan. 25 octubre 2010
De mi Espíritu a vuestro Espíritu, de vuestro Espíritu a mi Espíritu, Hermanos y Hermanas en Espíritu, yo soy Hildegarde. Vengo a vosotros en Espíritu de Verdad, para hablaros de la vía de mi Espíritu que será la vía de vuestro Espíritu. Permitidme volver sobre mi experiencia y mi vida en la densidad dimensional en la que estáis hoy. Muy joven, viví la Luz del Espíritu. Yo he escapado, como algunos de vosotros lo hacéis hoy, a esta densidad. Yo me encontré muy joven, por cierto, en mundos que, frecuentemente me fue imposible de describir con palabras. Yo viví sola aquello que nadie me podía explicar, que ninguna historia humana o que ninguna experiencia humana había consignado. Lo que viví en aquella época, no podía de ningún modo explicarse, ni incluso ser reportado de ninguna forma. Permanecer en mi Interior en aquellos tiempos, me pareció que era lo más limpio, la adecuación mínima, el ideal, con lo que yo había vivido. En el mundo externo, el lugar adonde fui, lo que viví, fue llamado rapto, éxtasis, ausencia, o incluso epilepsia, por ciertos médicos, o posesión. ¿Que eran esos nombres en relación a aquello en que mi Consciencia estaba inmersa? Verdaderamente, el resultado fue esta suma de conocimientos musicales, de la naturaleza, de los mundos invisibles, que he pasado toda mi vida para poder consignarlos. No estoy aquí para hablaros de esto porque está a vuestro alcance. Yo he venido sobre todo, a testimoniar mediante mi Presencia, mediante la Vibración incluso de mi Presencia y sobre todo para dar forma con vosotros, al proceso que viví entonces que, está más allá de las palabras.

En un momento preciso de mi vida en que ya nada parecía posible, decidí abandonarme, morir, en cualquier parte y por esto, me sumergí en mí misma, no en una corriente de pensamientos ni en cualquier tristeza sino que, fue un sumergirme en mí misma – no he encontrado mejor expresión- como si empequeñeciera. Yo acompañé ese empequeñecimiento porque esperaba que al final de esa reducción, desapareciera de este mundo. Parecía que concentraba mi Consciencia en un punto. Quería fundirme en ese punto para que el punto desapareciese, es decir que yo no tuviera más existencia y salir incluso, de este mundo. En el proceso de empequeñecimiento no había ninguna angustia, simplemente la certeza de desaparecer totalmente, la certeza de no existir más. Ese punto, lo había imaginado primero, detrás de mis ojos, pero el punto permanecía siempre. Entonces, al final de un tiempo que no puedo determinar, decidí desaparecer por otro punto ya que éste primero, no quería desaparecer. Entonces, decidí que era en medio del pecho donde quizá pudiera desaparecer. Me di cuenta primero, que ese punto pulsaba y mi Consciencia pulsaba según la forma en que yo respiraba; entonces decidí también no respirar. Y de golpe, de uno sólo, perdí la Consciencia de ese punto y del cuerpo e incluso de la respiración. Y entonces, efectivamente, de un golpe yo no existía ya.
En ese mismo momento tuve la impresión de que todo desaparecía, me encontraba en un estado en el que no había la mínima posibilidad de agarrarse a algo. No había respiración, ni cuerpo y por lo tanto esto no era la nada porque, poco a poco, me fundía en alguna cosa que ninguna palabra podía describir. Mi Consciencia se convertía en lo que yo quería. Cierto que, lo que más me atraía en un primer momento, fueron los sonidos que no podía localizar (ya no era mi cuerpo, no estaba en ninguna parte) y, focalizándome en ese sonido, me convertía en el sonido. El sonido se modula y después me convertí en modulación. Esta modulación se hizo color, inexistente ahí de donde yo procedía, y me convertí en este color. Las formas que podía adivinar que, no ver, en las que podía convertirme, a menudo eran triángulos. Yo me di cuenta entonces que podía convertirme literalmente, en todo aquello que estaba allí. Muy rápido, entonces, me dije: “yo que no quería existir más, y existo en el Todo”. Entonces, en ese momento, emití lo que llamaría un pensamiento pero sobre todo una tensión que, para mí, en la realidad de la que procedía, evocaba la perfección. Me puse a evocar una tensión hacia el sol y después al Cristo, al mismo tiempo. Y aquí tuvo lugar lo que en palabras humanas se podría llamar un estallido, una explosión. Me hice sol penetré entonces, alguna cosa que no era yo, tenía esa convicción, pero ocurrió instantáneamente. Cuando digo que me hice, no era más yo sino que era Él en su carne, en su memoria, en su Espíritu. Una experiencia, una vivencia que ningún nombre puede traducir. Entonces decidí que no era verdaderamente lo que me había convertido sino que, lo que yo deseaba era desaparecer. Y en ese momento escuche una palabra resonar en su cuerpo. Esa palabra puedo traducirla por “Yo” y, en ese momento, instantáneamente me convertí en el Todo, es lo mejor que puedo expresar esto con una palabra sencilla. Y aquí, pasé a las sensaciones más virulentas, las llamaré así todavía hoy, de una intensidad extrema de sonidos, de formas, de colores, de mundos, de Consciencias diferentes, en las que estaba particularmente.
En esta época, todavía no había en mi cabeza la posibilidad de que al volver, encontrara cualquier cosa que se correspondiera con la vivencia que acababa de experimentar. Es Cierto que donde estoy hoy, esta experiencia es conocida, se ha vivido y descrito mucho mejor que lo hice yo. En aquella época yo no buscaba describir lo que era indescriptible, bajo pena de ser quemada, entonces decidí durante mi vida, impregnarme de esta experiencia que tenía la posibilidad de dirigir, esta vez, sin desear desaparecer y de explicarlo de la forma que he transcrito. Ese estado ha sido descrito y la expresión más adecuada que puedo encontrar es la disolución del ego, la realización del Yo y, al mismo tiempo, la disolución final.
Os hablo de esto en mi primera venida colectiva entre vosotros, para deciros que toda vida creada, toda vida existente, toda Consciencia existente no puede perderse o desaparecer. Puede transformarse. Puede ir (llamadlo así, si queréis) de lo infinitamente pequeño al gran Todo. Esto es exactamente lo que se prepara. Cada uno de vosotros se transformará en lo que ha creado en su propia Consciencia. Recordad el principio de mi relato: yo había situado el punto en donde quería fundirme y desaparecer, primero, lógicamente en la cabeza. El único lugar en que pude vivir realmente lo que había proyectado fue el centro de mi Corazón, ahí donde respiraba, ahí donde latía. Sé que hoy, todos conocéis incluso sin realizarlo verdaderamente que lo esencial se juega aquí: ese punto central de vuestro Corazón. Os he hablado de concentración. La aniquilación total de la Consciencia en ese punto, desemboca en el Todo. Entonces, un Arcángel como Uriel, os hablaría de inversión. Un Melchisedek os hablaría de switch. Yo, os digo que el abandono a la Luz y la tensión o concentración en ese punto desemboca en el infinito y que extraerse del mundo del que yo deseaba extraerme (comprendiendo que en ese momento, era una ilusión) me ha permitido siempre vivir en este punto, esa alquimia. El pasaje de lo infinitamente pequeño, el hecho de no ser nada en este mundo desemboca en el hecho de ser todo más allá. Yo comprendo también (porque estudié y comprendí la vida de Cristo) lo que él había expresado ya (y lo que expresaron en su momento, ciertamente, muchas Consciencias que se liberaron): de hecho no podéis liberaros mientras que estéis atados a vosotros mismos. No es la negación de la vida sino la comprensión misma y la vivencia misma de lo que llamo, siguiendo a Cristo, el Renacimiento o la Resurrección, porque es exactamente lo mismo.
Es necesario que desaparezcáis totalmente, en el espacio de un instante a esta realidad, para desembocar en el otro lado. Tenéis grandes ayudas hoy, por todo lo que este sistema solar y nosotros mismos os enviamos. Pero, no podéis haceros muy pequeños a fin de no existir más, en ninguna parte, si no es en este punto y pasar entonces, hacia el Todo. Este abandono es verdaderamente un abandono de todo. Es necesario, como ha dicho el Arcángel Anael, darse. Es un mecanismo preciso de la Consciencia. No es una visión del Espíritu. Es, yo diría, una tensión, pero una tensión que no es del orden de la voluntad sino una tensión del Espíritu hacia él mismo. Lo que está a punto de pasar en este sistema solar para todas las Consciencias es exactamente lo mismo. La inversión, la mía que os he explicado, será también la vuestra.
La experiencia que acabo de contaros no es simplemente el relato de una experiencia sino, más bien un marco con el que rememorar la existencia, cuando llegue el momento, o el momento en el que decidiréis dar el último paso. La gran diferencia es que hoy, hacéis eso estando informados de diversas maneras, de otras realidades, de otros mundos, de otras Dimensiones pero el pasaje es estrictamente el mismo. Hacerse, como decía mi Hermana Santa Teresa durante su vida, la más pequeña entre todos. Sólo fundiéndose en esa pequeñez, en esa insignificancia, como ella decía, realizáis el todo. El intelecto es exactamente a la inversa, tanto que no está abierto a esta Verdad del Corazón. Por el contrario, yo he demostrado al volver de mi experiencia, que el acceso al verdadero conocimiento, en ese momento, fue instantáneo y directo en el Corazón. Esto no fue el conocimiento intelectual, ni un conocimiento que hoy llamaríais esotérico o iniciático, más bien un conocimiento directo instantáneo situado en el Corazón, el lugar por donde yo había pasado. Porque una vez que el pasaje se ha realizado, todo absolutamente todo es posible. En ese momento os convertís en creadores de vuestra realidad, aquí como allá, porque no estáis limitados al aquí. Vuestra Consciencia ha investido este aquí. Así, todavía creéis que estáis limitados, a este cuerpo, a sus funciones, a esta personalidad pero de ahora en adelante, realizáis que vuestra Consciencia es desde siempre, multidimensional. Simplemente lo habíamos olvidado todos. Nos lo habían hecho olvidar. Así, vuestra Consciencia existe en este cuerpo, en esta vida pero existe de manera simultánea en todos los cuerpos y en todas las vidas que habéis tenido en esta matriz, no en un pasado ni en un futuro sino ahora, igual que existís en vuestro cuerpo de Luz o vuestro cuerpo inmortal, cuerpo de Êtreté, desde toda la Eternidad.
Esto es lo que avanza ahora hacia vosotros. En esta Ilusión, vosotros estáis presentes en todo, efectivamente a la vez. Es esto lo que vais a revelar. No es una creación sino verdaderamente un revelación. Es por esto que no podéis acceder a la Consciencia, llamada pura y liberada si no es, aceptando extraeros totalmente de lo que creéis ser.
Extraerse no es eliminarse o morir, es totalmente lo inverso. Mediante la Luz Vibral que desciende ahora a raudales sobre esta Tierra, hay que desidentificarse realmente de un rol, de una función, con el fin de identificaros con la Verdad que no es en absoluto lo que sugieren los sentidos comunes. Por cierto, el silencio de los sentidos, el silencio de actividades externas, es la vía que conduce a vuestro Ser Interior. Esto es, Hermanos y Hermanas en Espíritu y en humanidad, lo que deseaba compartir con vosotros, mediante la Vibración de mi Presencia. Si tenéis preguntas específicamente en relación a este proceso de Consciencia, no el mío sino el vuestro, entonces responderé.

Pregunta: ¿podría hablar sobre la multidimensionalidad?
Hermano en Espíritu, esto es muy difícil porque, como he dicho las palabras se quedan cortas, extremadamente limitadas por el cerebro en sí mismo porque el cerebro no tendrá jamás acceso a la multidimensionalidad. Lo que tiene acceso a la multidimensionalidad es justamente la Consciencia desprovista de cerebro. La mejor descripción es la que os he dado, no hay otra: os transformáis a la vez en todas las formas, todos los colores, todos los sonidos, todas las músicas, os hacéis estrella, átomo, flor, os transformáis en la Luz misma, el Cristo mismo. En resumen, devenís lo que es vuestra Consciencia. Y vuestra Consciencia es exactamente lo que ella decide. Es imposible con palabras haceros entrever lo que esto puede ser. Algunos Arcángeles y Melchisedek o algunas Hermanas tienen la capacidad de hacer que os aproximéis en este cuerpo, a ese estado llamado estado de Presencia o realización del Yo. Es un primer esbozo –y digo bien esbozo- de lo que es la multidimensionalidad. La mejor forma de prevenir es como decía, desidentificaros, es decir, haceros pequeños, cada vez más pequeños, hasta no desear ser cualquier cosa, estando plenamente en vida. Es la única forma de llegar. Describir lo que es imposible con las palabras, los estados Vibratorios de la Consciencia misma, no sería de ayuda porque las palabras se quedan cortas. Si pusierais esto en ecuaciones, incluso si algunos de vuestros científicos pudieran hacerlo hoy, veríais que la ecuación no es la vivencia, la comprehensión todavía menos, la descripción menos aun, porque sólo la Consciencia puede vivirlo y en absoluto el intelecto.

Pregunta: ¿podéis explicar qué es la Repulsión en el marco de las Estrellas de María?
Es exactamente lo que yo he expresado a través de mi experiencia. Esta Repulsión es lo que me ha permitido, en la experiencia inicial de aniquilación de mi Consciencia y de mi presencia en este mundo, vivir lo que he vivido. La Repulsión cuando se hace un estado, no es ni el Mal ni el hecho repeler en relación a un elemento o acontecimiento. Es una transcendencia de la Repulsión, que he llamado, esta tensión hacia la aniquilación, esta tensión del Espíritu, este abandono a la Luz: el don de sí. Mi Hermana Teresa lo hubiera llamado la negación misma, en Consciencia, llamada la humildad extrema, sin ir como lo han vivido algunos hasta las flagelaciones u otros (los servicios corporales que no sirven para nada, estrictamente para nada). Es justamente una actitud de la Consciencia que desemboca en esto. Esto es la Repulsión. Por otro lado, no podría llamar a la Repulsión, la atracción final, aquella en que todo se resuelve, es decir, el retorno final a la Fuente. Convertirse en Sí mismo, convertirse en la totalidad de la Fuente mediante una forma -y todavía la palabra se queda corta- mediante mimetismo o superposición, sería quizá la palabra más exacta. Repito otra vez, esta palabra no puede ser comprendida con vuestro cerebro, solo en términos dinámicos, por oposición al Bien o a la Atracción. Una vez más, las palabras se quedan cortas. Mirad por ejemplo la Estrella Visión. Cuando habláis de Visión tenéis tendencia a hablar de la visión ocular o de una visión Interior pero Visión es mucho más que esto. No es únicamente la visión tal como lo entiende el cerebro y los sentidos. Esto es lo que puedo deciros de Repulsión. En resumen cuando vivía, yo conseguí salir del encierro en el triángulo que habéis llamado Luciferino, conseguí trascender mi propia condición. Lo que he experimentado de manera excepcional es lo que se va a vivir hoy. Cuando los místicos orientales os dicen que todo está en el interior, es la pura Verdad. En este cuerpo, en el Interior mismo de lo que sois, tenéis la totalidad de los mundos. Yo no sé quién ha dicho que, si el conjunto de la materia de los universos y de las Dimensiones, se concentraran en un sólo punto, éste no sería más grande que la punta de una aguja. Yo, he penetrado la cabeza de la aguja.


Pregunta: ¿por qué tenemos un cerebro que molesta para llegar a la multidimensionalidad?
Hermana en Espíritu, no es el cerebro el que interfiere, es la arquitectura misma del cerebro. Sin entrar en detalles, estáis en un cuerpo de base Vibración o de base densidad, de densidad muy pesada en el que antes incluso de la falsificación, la opacidad y la compactación eran la regla, sin bloquear nunca el acceso al otro lado. No hay pues, que juzgar vuestro cerebro como responsable, más bien la Consciencia en sí misma que ha enfermado. El cerebro sólo es la concreción de este encarcelamiento, no en su totalidad sino en algunos aspectos. No hay pues, creación de cerebro que pueda limitar lo que sea. El cerebro está creado para un objetivo y para una Dimensión. La Consciencia existe en todas la Dimensiones.

Pregunta: ¿para vivir lo que usted ha vivido, es necesario consagrar un máximo de tiempo?
Nunca he pronunciado estas palabras ya que esta experiencia ha llegado de forma originaria, como para muchos seres que han vivido esto. Querer dedicar un tiempo, querer dedicar tiempo a cualquier cosa, es un error. Todos aquellos sin excepción, Hermanos o Hermanas en Espíritu presentes en esta humanidad, que lo han vivido en diversos periodos, lo han realizado instantáneamente. Instantáneamente. Esto no es un camino, es un mecanismo de la Consciencia. En tanto permanezcáis en la Ilusión de creer que es un camino, no llegaréis a esta Consciencia. Es la mente la que cree y crea esto. Sin excepción, cualesquiera que sean las tradiciones, los pueblos, las culturas, sin ninguna excepción, aquellos que han vivido esto, lo han hecho instantáneamente. Es justamente en el momento en que la Consciencia acepta que no hay nada que buscar en el exterior, cuando esto se produce. Es exactamente a la inversa de la proposición formulada.
Pregunta: ¿cómo podemos vivir este proceso en la sociedad de hoy?
Te responderé como lo ha hecho el Arcángel Uriel ¿Qué quieres devenir? Y sobre todo, ¿Qué quieres ser? No es cuestión de llegar a este estado para mostrarlo ante el mundo. No es algo que, se adquiere. No es algo que, se compra. No es algo que puede conformarse a este mundo. Es una elección. Cuando la elección va hacia esta Consciencia, hace como os lo han mostrado todos aquellos que lo han vivido antes que vosotros, algunos han persistido mucho tiempo, en esta Ilusión. Cada uno a su manera ha tratado de transmitir las enseñanzas, las migajas. Es la mente la que piensa así, como siempre. La mente es creencia. La Consciencia es experiencia. La mente no podrá nunca resolver el problema de la experiencia porque no es experiencia, es creencia. La Consciencia es Libertad, la mente es encarcelamiento. No hay otras posibilidades de salir, ninguna. Y, en el plano colectivo, el conjunto de Hermanos y Hermanas en Espíritu va a tener que realizar esa elección. Que lo hayáis realizado ahora o en el último instante, es en definitiva siempre la misma elección: la prisión o la Libertad. Pero la Libertad no puede vivirse quedándose encarcelados. Es necesario primero vivir la Libertad. Todos nosotros os hemos dado muchos elementos mediante palabras, mediante Vibraciones, por medio de muchos ejercicios, en definitiva, os lo hemos dicho siempre, sólo vosotros podéis dar este paso. No hay más obstáculos que los tuyos, de orden mental, diciendo esto no se concilia con esto, esto no se concilia con mi vida. Entonces, en ese momento, cambia de vida. Mientras la mente esté dividida y agarrada a los temores - miedo de que algo falte, miedo de no estar adaptado a esta realidad- no hace más que revelar el miedo de la transformación. Es ese miedo del que os ha hablado Sri Aurobindo, como una secreción mental. El choque y los choques que tenéis que vivir y que viviréis, no podrán más que aumentar la secreción del miedo o conduciros a este último abandono que yo he llamado tensión. En resumen, la Unidad, la multidimensionalidad es propuesta a todo el mundo sin excepción. Pero para aceptar y acceder a la multidimensionalidad, es necesario hacer el duelo, la renuncia a esta Dimensión, incluso mental, sabiendo que es una experiencia porque, en definitiva, cuando volvéis, antes del final, la mente sigue existiendo siempre, pero vosotros la habéis sobrepasado. Mientras os hagáis la pregunta es que la mente no quiere soltar y subyace el miedo. Es el mismo principio que puede existir en lo que llamáis, creo, los deportes extremos, en los que es necesario vencer el miedo. Pero el miedo nunca se vence por medio de la mente. No puede vencerse más que por lo que acabo de expresar. Si lo analizáis con la mente, lo que ocurre hoy, la cuestión misma que acabas de hacer es la Ilustración perfecta y total de la mente que rehusa soltar porque no puede concebir ni aceptar que la Consciencia existe independientemente de la mente.

Pregunta: me resulta difícil llegar a lo que usted ha llegado.
Todo esto sólo representa la mente y exclusivamente la mente. Desde la visión que yo tengo aquí donde estoy, esto se transformará, en otros términos – y no veáis en esto ningún ataque- patéticos o dramáticos. Lo que es patético y dramático es la mente y no tú, Hermana en Espíritu.

Pregunta: ¿sería tan sencillo como soplar una vela y apagarla?
La imagen es perfecta. Es necesario que la tensión de la Consciencia, expresada en soltar la presa, en abandono a la Luz, sea total. La mente hará cualquier cosa para oponerse. Este es su trabajo.
No tenemos más preguntas. Os damos las gracias.
Hermanos y Hermanas en Espíritu y en humanidad, aceptad mi bendición. Os digo, hasta más tarde.

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