Canalizada por Judith Coates - Tradujo: Jairo Rodríguez - 12 Enero 2011
Amado, tú estás en entrenamiento.
¿Lo sabías?
Estuviste de acuerdo en encarnar para estar en el mundo, pero no ser del mundo. Estuviste de acuerdo en que se servirías a tu Divinidad mientras luchabas algunas veces con los desafíos del mundo. Y acordaste qué harías demostración de la Luz; y de la alegría de la Luz.
Llegaste como semilla estelar desde otros planetas, otras constelaciones.
Ésta no es tu primera encarnación en algún lugar; ni es tu primera encarnación en la sagrada Madre Tierra.
Tú fuiste voluntario, como lo que verías en el tiempo lineal desde hace un larguísimo tiempo, para venir a traer una remembranza de la Divinidad, de la totalidad; y para caminar entre los hermanos y hermanas - quienes pueden provenir de diferentes culturas y son de diferentes constelaciones estelares - para traer tu cultura, tu conocimiento, tu remembranza para aportarlos a cualquier reto que parezca presentarse en el momento.
Has visto que en este tiempo hay muchas culturas diferentes en el mundo; y habéis visto que unas se aproximan a la vida desde una enseñanza generacional que los ancestros han dado; y han dicho que era de valor y debía ser reverenciada. Y has visto a unas enfrentarse cara a cara, espada con espada; y ahora con otra tecnología, tratando de preservar lo que han sentido como importante en el pensamiento generacional; en otras palabras en su cultura, porque son de otras constelaciones que conocen otras maneras de ser.
Tú eres una semilla estelar de Luz. Has venido desde una masa planetaria que conocía la Luz y sabía que ella misma era la Luz; y tú deseas conocer eso de nuevo. Por eso buscas. Por eso oras. Por eso lees los libros que lees. Por eso vas donde los profesores y a los talleres.
Tú recuerdas cómo se siente vivir en armonía. Tú recuerdas cómo se siente estar en la Luz y sentir la Luz; e incluso en el nivel físico sentirse más ligero que el aire y saber que eres el Uno creativo que crea cada experiencia. E incluso algunas veces te estrellas con el mundo y te preguntas: "¿Cómo puedo sentir la Luz en este momento, en esta circunstancia?"
Y entonces tomas la profunda respiración y llegas a un lugar de paz en tu interior que entonces abre una puerta a la remembranza de que eres mucho más que el cuerpo, mucho más que la personalidad, mucho más que todos los libros que has leído, incluso mucho más que lo que te dicen tus profesores.
Tus profesores son muy buenos porque te dan pistas. Te empujan. Te desnudan, algunas veces con psicología inversa. Son muy buenos profesores. Las experiencias que tú mismo te traes son muy buenas profesoras, aún cuando algunas veces esas experiencias puedan sentirse más aterradoras que la muerte misma. Pero las experiencias son profesoras para permitirte subir, ascender a un lugar de conocimiento de la Luz que eres.
Tú has conformado el cuerpo a partir de la energía que eres, de la Luz que eres; y tú has conformado el cuerpo con la más maravillosa pieza de equipo en su interior, la cual segrega un químico que cuando estás en el drama te pone muy excitado al respecto. Se llama adrenalina. Buscas el torrente de adrenalina porque te permite sentirte vivo. Te permite sentirte más energizado que en el mundano sentimiento usual de la vida diaria. Así que buscas el drama por su pura alegría, por el torrente de adrenalina. Es una buena manera para acceder más a la energía Crística que eres.
Como Semilla Estelar de Luz has pasado por muchas culturas diferentes y muchos siglos diferentes, tal como medís el tiempo lineal. Has pasado por las que han sido llamadas Épocas Oscuras en las cuales la principal meta era sostener el cuerpo, existir, poder llegar hasta un cierto punto en esa vida y luego liberar el cuerpo, con esperanza de que fuera fácil.
Has jugado con todo y como todo lo que te puedas imaginar. Tienes en ti mismo los programas de computador para todas las experiencias de cualquier cosa que puedas imaginar. Aparentemente las puedes convocar como imaginación; y sin embargo, si las puedes imaginar, ya las has vivido.
Vuestra ciencia ficción, como es llamada, es una de las puertas más maravillosas para recordar lo que has hecho; como lo mediríais en el tiempo lineal, lo que has hecho en el pasado; y en lo que quieres entrar en el futuro, o no entrar.
Tú estás en entrenamiento para superar la creencia en la dualidad, la creencia en la oscuridad. Estás en entrenamiento como Semilla Estelar de Luz para llegar a darte cuenta de tu luminosidad; no solamente la Luz como Luz Crística, sino la luminosidad, tomarte luminosamente.
No te preocupes por el mañana. No te preocupes por lo que te vaya a decir el mundo. No te preocupes por lo que los colaboradores y los amigos, los familiares, vayan a pensar de ti. Su juicio es pasajero y fugaz y arbitrario, porque tal como has visto a lo largo de siglos de diferentes culturas, aquello que se ha considerado lo más bello y lo más deseable, cambia. Es arbitrario y temporal.
Como Semilla Estelar de Luz estás en el más maravilloso campo de juego llamado el mundo, un maravilloso lugar para ensayar varias técnicas de remembranza, varios rituales, varias enseñanzas, para ver cuáles resuenan y manifiestan el sentimiento más luminoso en tu interior. Eso es lo que estás buscando conocer. Tú quieres conocer la libertad de los grilletes del mundo, de los grilletes de la oscuridad, de los grilletes que dicen que tiene que haber sufrimiento.
Has tenido enseñanzas ancestrales que te dicen que cuanto más sufras en esta vida, mayor será tu recompensa en el más allá. Bueno, Yo te digo que así no es como funciona. No tienes que sufrir. El más allá va a ser lo que hagas de él; y el Ahora es lo que estás haciendo de él. En consecuencia, elige luminosamente.
Elige tus pensamientos. Tú tienes control sobre tus pensamientos. Sí, yo sé que a los medios de noticias les encanta jugar con tus pensamientos, les encanta reportarte todas las maquinaciones de los líderes y de aquellos que aparentemente están en el poder; a los medios les encanta traerte las noticias de desastres recientes y pedirte que los juzgues.
Tú puedes elegir lo que admites en tu casa, tu mente. Tú puedes elegir si quedarte en lo que te han dicho, en lo que puede suceder mañana, en lo que tienes que tener listo para mañana, etc. Tú conoces todos esos sentimientos. Tú no tienes que vivir en lucha dentro de la mente.
Nadie te controla. Algunos pueden sugerir, pero al final tú eres quien hace la elección, así que elige luminosamente. No hay nadie que vaya a regresar y tener poder sobre ti para decirte que elegiste equivocadamente.
Ahora, al ego separado le encantará interpretar ese libreto contigo. Pero verdaderamente, todas las elecciones que haces te traen riqueza de experiencia. Cada elección que haces te hace más conocedor de los resultados. Si no hubieras elegido cualquier cosa que hayas elegido, no sabrías qué había por ese camino.
Como Semilla Estelar de Luz, tu derecho divino de nacimiento es vivir en la Luz, tomarte luminosamente; y permitir que otros se sientan más luminosos cuando están contigo. Ésa es tu misión; y puedes aceptarla o no.
En otras palabras, la elección depende de ti. Pero has descubierto que cuando pasas el día sintiéndote feliz por algo, sintiendo que estás verdaderamente bien, porque lo estás, otros pueden sentir tu alegría, tu felicidad; y entonces ellos se elevan.
Tenéis un dicho en vuestras sagradas escrituras: "Yo, si fuere elevado, atraeré a todos los hombres hacia mí" - a las mujeres, también. Yo, si fuera elevado en mi consciencia, elevado en ese conocimiento Crístico, elevado hacia el amor incondicional e ilimitado, Yo atraeré a todos los hombres y mujeres hacia mí, hacia ese lugar de consciencia superior. Y luego irás con paso más ligero. Los que te rodean se pueden sentir más ligeros también, porque no estás proponiendo la pesadez que el mundo espera que propongas.
Una Semilla Estelar de Luz: eso es quién eres y lo que eres. Habéis venido desde muchas otras constelaciones, muchos otros cuerpos planetarios, desde hace un larguísimo tiempo, hace tanto tiempo que escasamente lo podéis recordar; y sin embargo es verdad.
Tú, como un niño pequeño, has dicho a los padres: "¿Dónde está el hogar?" y los padres han dicho: "Bueno, aquí mismo, estás en el hogar". "No, eso no es lo que quiero decir. ¿Dónde está el hogar? Yo quiero ir a casa".
Verdaderamente, dondequiera que estés, estás en el hogar, porque tú eres el Hogar. Lo llevas dentro de ti. Buscas fuera de ti mismo aquello que llevas dentro de ti todo el tiempo. Buscas en los libros y los profesores, los gurúes, los amigos: "Enséñame, dime quién soy". Y todo el tiempo lo llevas dentro de ti, el Cristo que eres tú, el poder que tú eres.
Permítete, incluso esta misma noche, antes y mientras pones la cabeza en la almohada, tomar una respiración profunda y decirte: "Hola, tú sabes, estoy vivo; entonces, debe haber alguna divinidad en mí. Puede ser que lo que he estado viendo de mí mismo es sólo la punta del témpano. Puede ser que mi divinidad esté en el interior, dentro de mi consciencia, dentro de mí; y Yo puedo elegir mis pensamientos. ¡Uau! Pienso que soñaré en eso". Y lo harás. Dormirás bien.
Yo te puedo asegurar y garantizarte que no tendrás otra encarnación como ésta, porque tú no vas a ser el mismo. Probablemente elijas otra encarnación, no necesariamente en la sagrada Madre Tierra; y vayas a ser una Semilla Estelar de Luz completamente realizada en esa encarnación y en las encarnaciones subsiguientes.
Por eso, en esta vida estás pasando por lo que parece un entrenamiento riguroso, así que acéptalo todo como bueno, todo. Ya pasaste por el campo de entrenamiento. Lo hiciste hace un larguísimo tiempo. Estás en lo que llamarías algunas de las enseñanzas avanzadas; y sin embargo la única enseñanza que realmente importa es llegar a conocerTe - T mayúscula - sabiendo conscientemente que "YO SOY todo lo que siempre seré; el amor que Yo soy, el poder que Yo soy, la expresión creativa de la divinidad. Eso es lo que Yo soy; y eso es lo que voy a ser, siempre. Yo lo puedo imaginar diferente en diferentes encarnaciones y en diferentes experiencias, pero eso será por la aventura". Y tú amas la aventura.
Siempre serás todo eso, puedes ser todo eso, todo lo que quieras ser, lo eres ahora mismo. Acógelo profundamente en tu consciencia y celébralo. No es poca cosa. El ego separado dice que eso no puede ser. ¿Pero de qué sabe el ego separado excepto de la separación de Todo Lo Que Es? Así que cuando quiera que el ego separado llegue y te hable - y él te conoce bien, sabe qué botones presionar, los conoce todos - tú le agradeces y dices: "Bueno, estás excusado. Has leído tu parte del guión. Ahora permíteme pasar a otra cosa que se sienta mejor".
Conócete a ti mismo. Celébrate. Permítete vivir conociendo la radiancia de la Luz que has traído a este plano. Permítete creer en lo mejor de ti, creer en lo mejor de cada uno de los otros, creer en lo mejor de todos los sucesos. Porque cada uno de los así llamados desastres, es una oportunidad para ver más allá de las apariencias y ver la Luz que hay en ello.
Siempre, dondequiera que estés, donde quiera que vayas, tú eres la Luz. ¿Por qué cuando ves los retratos de mí, las pinturas de mí, usualmente hay una gran Luz en torno a mí? Es lo mismo alrededor de ti. Todos los "iluminados" que han sido retratados en las pinturas tienen lo que se llama el halo de luz en torno a ellos. También está en torno a ti.
Permite que tu Luz brille. Mírate en el espejo y contempla la Luz que eres. Mírate como Yo te veo. Entérate de que tienes propósito. Sabe que siempre serás lo que eres, la Luz que vino a expresar y experimentar tu divinidad, Amada Semilla Estelar de Luz.
Así sea.
Madre María
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