LA GRAN ALQUIMIA
Por OSHO
Buenas
noches, queridos hermanos y hermanas. Porque es necesario un nombre, yo soy
OSHO. Pero yo soy tú, como tú eres yo.
Los
invito esta noche, venir a compartir en este espacio el tema: la Gran
Alquimia particularmente, alrededor del Fuego. Yo me instalo por lo
tanto, en el centro de nuestro círculo, una gran hoguera, alrededor de la cual
realizaremos nuestra velada...
Les
propongo, para comenzar, que se instalen ahora en un espacio de fusión, y a
continuación yo proseguiré mi intervención.
[Silencio-Fusión]
A
fin de ilustrar eso que voy a decirles, me apoyaré en ciertos elementos que les
han sido comunicados a través de la edades, bajo forma de
escrituras. Evidentemente, la mayoría de estos escritos fueron realizados
de tal manera que solo los iniciados podían comprenderlos.
Me
apoyaré primeramente en los elementos del Génesis, para que así, podamos juntos
avanzar en nuestra comprensión y sobre todo compartir la experiencia. Yo no
citaré todos los elementos del Génesis, evidentemente tomaré de aquí y allá
algunos elementos para ilustrar mis propósitos. Al principio, comprendan bien,
en el origen, cuando eso fue escrito, Dios crea el Cielo y la Tierra, es
decir el Espíritu y la Materia. Con el fin de crear el movimiento Dios crea el
Fuego o la Luz. Este es un elemento importante a nivel de la comprensión de la
acción de los Elementos. El Fuego es el Elemento que nutre y lleva el
movimiento sobre todos los otros. Sin el Fuego, no hay ningún movimiento. Sin el
calor del Fuego, no habría ninguna lluvia.
Si
yo les presento eso, es únicamente con el objetivo de mostrarles, la manera por
la cual ustedes pueden comunicar con los Elementos, y como pueden apoyarse es
su potencia.
Los
invitamos a llamar a los Elementos, unos seguidos de los otros, o combinando de
dos en dos, después tres, y finalmente llamando a los cuatro. Pero si quieren
utilizar el orden correspondiente, lo que podríamos llamar la
"jerarquía" de los Elementos, no porque se trate de uno dominando a
los otros, sino más bien de un orden en el cual ellos se nutren, por el cual
ellos les permiten comunicar con la Luz y con la Fuente.
El
Fuego es el Elemento que corresponde al Espíritu. Es desde ahí que ustedes
pueden comenzar la Gran Alquimia. Llamando al Fuego, y los Seres que lo
habitan, se conectan con la parte más alta, podría decirse, de lo que ustedes
Son. No hablo evidentemente de lo que se ha llamado Absoluto, que está más allá
de todo eso, si bien las palabras; más allá, no son apropiadas. Digamos que el
Absoluto no está concernido por todo eso.
Una
vez que ustedes están conectados al Espíritu, una vez que han llamado al Fuego,
pueden apoyarse en el Aire que sostiene y atiza el Fuego. De la misma manera
partiendo del Espíritu, nosotros podríamos decir que el Espíritu interviene a
nivel del Alma.
Les
dejo unos instantes de Silencio, para que reciban la Verdad de lo que les
propongo, en ustedes...
[Silencio]
Una
vez que hayan recibido el Aire, pueden dejar el lugar al Agua. Y para continuar
en paralelo con el Espíritu, nosotros podríamos decir que el Alma, que
interviene a nivel del intelecto y del Corazón, puede impulsar su información
hasta el cuerpo. Y es el momento en que el Alma interviene a nivel de las
emociones, y eso permitirá a la información de llegar hasta el cuerpo. Después
del Agua, pueden seguidamente llamar al Elemento Tierra...
Ustedes
pueden proceder a este llamado de manera frecuente, a fin de que eso se vuelva
natural, para que pueda expandirse, en lo posible de una manera más importante.
Hay
todavía más cosas que yo podría decirles concerniente a los Elementos, pero lo
más importante es eso. Sin embargo, voy a continuar desarrollando un poco
más, alrededor del Fuego, que es mi Elemento de predilección, podríamos decir.
Como
quizá ya lo saben, se decir que hay dos tipos de Fuego: el fuego de la pasión y
el Fuego Divino. Probablemente ustedes ya han podido vivir los dos.
El
fuego de la pasión es un fuego que consume el Ser, llevando consigo el
sufrimiento. El Fuego Divino libera al Ser. El Fuego que acabo de proponerles,
es evidentemente el Fuego Divino.
Este
Fuego, ustedes tienen la posibilidad de mantenerlo, de desplegarlo con todos
sus elementos, todas las cristalizaciones que llevan en ustedes. Ya que podemos
decir que el Fuego Divino es el Fuego del sacrificio: el sacrificio de la
ilusión.
Llevando
así todo eso que pertenece a la Ilusión en ustedes, hasta el Fuego Divino que
llevan es su Corazón, entonces así no solamente se aligeran, sino que refuerzan
este Fuego Divino.
Es
este fuego, les propongo depositar toda su historia, todos sus sufrimientos,
todas sus creencias... Cuanto más lo hagan, más se liberarán: y cuanto más se
liberen, más el Fuego Divino los liberará.
Si
yo les hablo de todo esto ahora, es porque el tiempo de los reencuentros con su
cuerpo de Luz, el Cuerpo de Fuego ha sonado. Nosotros ya lo hemos señalado. Por
lo tanto es el tiempo de que se instalaren en el Fuego.
Les
propongo tomar juntos un instante de Fusión....
[Silencio-Fusión]
Ya
es tiempo, queridos hermanos y hermanas, de recuperar sus hábitos de Luz, de
recuperar sus vestiduras de Fuego. Eso, ustedes pueden vivirlo a cada instante.
Para eso, como ya fue señalado muchas veces, pueden apoyarse en el Fuego del
Sol. Llamen en algún momento al Ángel del Fuego, o Esprit del Fuego. Así, verán
entonces que eso se pone en marcha.
El
Fuego también los ayudará a regenerar todas sus células. Vuestro cuerpo de Luz
imprime ya en cada una de sus células su signo, el de la Eternidad.
He
aquí lo esencial, de eso que quería compartir con ustedes hoy. Habría por
supuesto muchas cosas que yo podría agregar, pero lo esencial, no es lo que yo
pueda decir, sino lo que ustedes viven. Y viviendo de manera amplificada
el Encuentro con el Fuego, ustedes descubrirán por sí mismo, muchas verdades
que les estaban ocultas hasta el presente.
Les
propongo el último espacio de Fusión antes de retirarme.
[Silencio-Fusión]
Queridos
hermanos y hermanas, los invito a reunirse conmigo en el Fuego. Si miran
atentamente el Fuego del Sol, u otro Fuego, quizá ustedes me vean...
Vengan
a iniciar la Danza, vengan a iniciar ese movimiento ascendente que los devuelve
al Hogar!
Yo
les digo hasta pronto.
Transmitido por Air.
Traducción: H. N.
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