MAESTRO
DJWAL KULL (EL TIBETANO) LOS DISCÍPULOS ACUARIANOS EN EL CAMINO DE LA LUZ PARTE
III
Canalizado
por Lourdes Rosa
Traducido
por Patricia Gambetta
Muchos buscan de forma
desenfrenada un bienestar y no por un buen-vivir …
El bienestar a veces queda
coloreado por las vanidades o se confunde con un consumismo compulsivo donde el
tener esto o aquello promete un cierto “bienestar”. Pero, ¿y el buen vivir?
Muchos están buscando el
buen-vivir y es por eso que se multiplican las acciones que llevan a la gente a
la meditación, al yoga, a los métodos de respiración, a fin de que devuelva el
verdadero bienestar … Son recursos para que estas almas abran camino a otras
fuerzas que las alimente internamente. Mientras buscan medios para limpiar la
mente y aquietarla, abren espacios internos para todas las energías superiores
que se dirigen a ellas. Se sumergen profundamente en su propio universo
interior y crean oportunidades para una conciencia de sí mismas y para la
oportunidad de vivir ese amor que está en el alma.
Muchos caminos se están
abriendo en toda la humanidad por la necesidad de ese “buen-vivir”, porque el
bienestar no traía la felicidad prometida, no trajo muchas alegrías y ahí la
gente pregunta:
– Entonces, ¿qué es la vida,
si tengo todo y no soy feliz? Muchos quieren sentir la vida más profundamente y
de forma natural, necesitan reflexionar sobre sus cuestionamientos, buscan
airear su búsqueda real e iluminar sus sentimientos y su sensibilidad hacia el
mundo del alma.
¿Preguntas? ¿O reflexiones?
La verdad es que la ebullición
es tan grande que el nivel de insatisfacción de la mayoría también es muy
grande. Hay un nivel muy alto de insatisfacción porque ningún ser humano puede
estar satisfecho con lo que está sucediendo en su humanidad; ningún ser humano
puede sentirse internamente realizado – de verdad – ver o al ver todo lo que
está sucediendo en todo el planeta.
Este nivel de insatisfacción
dará lugar a procesos graduales de transformación, porque la insatisfacción
hace a las personas inquietas y cuestionadoras. Por lo tanto, anhelan nuevas
realidades, buscan un mundo mejor y desean nuevas acciones para sí mismas.
Encuentran dentro de sí mismas fuerzas y sentimientos que sólo son reconocidos
internamente y que necesitan ser manifestados, como el amor fraterno, el amor
solidario y el impulso de unión y de comunión espiritual. Reconocen
internamente muchos sentimientos y se sienten ineptos en relación al dolor y al
sufrimiento de sus hermanos y hermanas. Y así, empiezan a sentir la necesidad
de hacer algo que sea el puente para la construcción de algo que favorezca
mejor la vida de todos.
No es necesario hablar, porque
todos saben:
que el sistema político que
está ahí está acabando, va a acabar, y dará lugar a una nueva política.
que el sistema judicial que
está ahí está acabando, va a terminar, y dará lugar a una justicia humanizada y
orientada hacia la igualdad, la libertad y la fraternidad.
Así también ocurrirá con la
economía en todo el mundo.
Los sistemas económicos son
los mayores responsables de los niveles de esclavización, guerra, destrucción
de la propia naturaleza del planeta, de la humanidad, de las divisiones entre
las naciones. En fin, todos los niveles de egoísmo fueron alimentados por vía
de este lenguaje económico.
El egoísmo llegó en su punto
máximo y aún está operando, ¿no es así? El momento actual en la humanidad es
crítico, es difícil pero necesario para dar lugar a una nueva etapa donde
podrán ser rescatadas la fraternidad, la justicia, la igualdad y los valores
fundamentales de la existencia en la Tierra.
¿Y qué hace un discípulo en
este momento? Él trabaja porque sabe cuánto necesita la humanidad.
Él no va a abandonar el barco
ahora, ha vivido varias vidas para llegar a este momento y no es ahora que
dejará de realizar su acción.
Por eso es fundamental que un
discípulo se vuelva hacia el alma, hacia el Maestro y busque conectarse con las
acciones espirituales que pueden ayudar a la humanidad en este momento. También
debe pensar un poco en sí como un alma, buscar un poco de sus propias las vidas
pasadas, reconocer que ya tiene conciencia del Camino a seguir y acompañar el
hilo de esa trayectoria que lo trajo hasta aquí, y concientizarse de la íntima
relación con la Acción Crística en la humanidad.
Esto sólo cada uno lo puede
hacer consigo mismo. El Maestro, por más que le guste mucho hablar con el
discípulo, no puede tomar la decisión por él.
El discípulo necesita tomar
esa decisión interna y esforzarse, ¿no es así? Si toma una decisión necesita
trabajar por lo que ha decidido.
Como dije antes, el discípulo
aprende a vivir en comunión con las almas que forman el grupo donde se
encuentra y no alimenta críticas, divisiones, ni permite que unos se beneficien
en detrimento de otros; no alimenta ninguna cuestión que traiga desarmonías en
el grupo. Surgirá como un hermano cuidadoso que favorece las condiciones para
que todos estén bien en el grupo.
La fuerza amorosa que alimenta
a las almas que constituyen el grupo es la que conduce al grupo. Esta es una
fuerza silenciosa que está siempre operando dentro del grupo, independiente de
las cuestiones de las personalidades humanas.
Es fundamental apreciar esa
fuerza amorosa que se mueve en todo el grupo de almas o grupo de discípulos. Es
esencial sintonizarse con esa fuerza amorosa porque el grupo está en vosotros y
vosotros estáis en el grupo. Y así, en todas las acciones, os sentiréis muy
acompañados-en la retaguardia- por aquellos que componen su grupo.
Toda la acción realizada por
un grupo, cualquiera que sea la acción grupal, en favor de la humanidad trae
mucho al grupo y también mucho a cada una de las almas. Y diluye muchas nieblas,
ilusiones, o fantasías que aún puedan tener las personalidades de los
integrantes.
¿Alguna duda?
Alumna 1 – Maestro, no es
duda, pero es un agradecimiento acerca de este esclarecimiento, porque nos toca
incluso internamente, aclara la realidad que estamos viviendo y principalmente
nuestro compromiso. Porque como usted habló, los discípulos se prepararon allí
para hoy asumir una acción con el alma, junto a los Maestros de la Jerarquía y
nos fue esclarecido, principalmente esa preservación de las energías, el
movimiento del amor que preserva las unidades, y también las bases materiales
para que tengamos condiciones de continuar compartiendo esa acción grupal que
es tan necesaria. Para mí fue muy importante.
Maestro – Existe la fuerte
presencia de amor, de energía amorosa en vuestro grupo. Hay una fuerte
presencia, basta con sintonizar y sentir eso.
Es necesario permitir que ese
amor hable más alto para que disminuyan los juicios, las críticas y todo
aquello que pueda disminuir las oportunidades del grupo.
Pensar juntos, dialogar, todo
eso es importante, pero es esa fuerza amorosa que os mueve. Es en eso que
necesitas estar atentos. Así como en vuestra familia-el amor os mueve -y a
veces podéis sentir la presencia de ese amor, en el grupo también es permanente
esa acción amorosa, que se traduce en conquistas: conquistas realizadas por
cada alma y por el grupo en sí.
Cada discípulo tiene su
proceso único, su desarrollo único y no puede comparar a dos personas en un
grupo. Todos son diferentes pero son exactamente las diferencias que suman y
hacen todos iguales a través de la donación amorosa de cada uno y que beneficia
a todos.
La acción que estáis moviendo
espiritualmente tiene mucho más valor y tiene un contenido mucho más elevado de
lo que vuestras personalidades imaginan, y sabéis internamente de esto.
Cada grupo tiene su identidad
espiritual. Lo que podéis realizar otros grupos no pueden, sin embargo, otros
grupos pueden realizar acciones diferentes, porque las almas se unen a través
de sus niveles evolutivos. Lo importante es que todos los grupos forman una
Gran Unidad al servicio de la humanidad y del Planeta.
Maestro Djwal Kull (El Tibetano)
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