MADRE
MARÍA ~ DESAPARECER
A ESTE MUNDO
Canalizado
por Béatrice Balme
Traducido
por A.I.
Desaparecer a este mundo, es
no alimentar más este mundo en cualquiera de sus formas. Es entrar en el
Silencio total que los abre a la vacuidad de la Profundidad. Profundidad que
los devuelve a la pureza de los primeros días. Aquella que borra toda identidad
y toda función, incluso las que ustedes llaman “espirituales”. Las funciones de
Precisión no es la precisión de las palabras o del sentido de las palabras o de
los símbolos sino simplemente los llevan a ustedes a vivir la instantaneidad o
la inmediatez de la evidencia. Como lo he indicado desde hace mucho tiempo,
ustedes son todos Estrellas en encarnación. Mis hermanas estrellas en la
actualidad en encarnación, no les son conocidas y ellas serán develadas, entre
ustedes, al menos por los que y las que lo vivirán, en los Círculos de Fuego
durante el período de los 132 días, período que precede a lo que llamamos “el
asa planeta”.
Muchos de ustedes pueden pues,
vivir más o menos la intensidad de estas hermanas Estrellas, como la intensidad
de todas mis hermanas Estrellas, que, les recuerdo están en ustedes y solo
siguen siendo nada más que una función dentro del Todo. Nosotros estamos en
ustedes. Es pues normal reconocerse en cada una como en cada uno de los 24
Ancianos. Esas hermanas viven en la más completa discreción y no tienen
absolutamente nada que reivindicar, a no ser la Alegría y la Simplicidad. Ellas
son libres, incluso si algunas, en un momento dado, han debido revelarles a
ustedes, del otro lado del velo, cada una su experiencia en encarnación. Ninguna
podía saber que estaban en encarnación. Solo podían Vivirlo. Vivir una
radiación particular que no podía ser apropiada por el mental. Así es como
ellas son eficaces y ustedes lo son igualmente cuando aceptan soltar todo.
Ningún conocimiento, aunque sea el más grande puede llevarlos a la Verdad de
quienes son ustedes. Solo el Silencio se vuelve en la actualidad, vuestro salvo
conducto, por así decirlo, vuestra morada donde toda satisfacción es
reemplazada por la Tranquilidad y donde toda reivindicación es reemplazada por
el silencio de las palabras y de vuestro comportamiento.
La Transparencia los llama y
pasa por la estrella IS, pasa por la danza del Agua. Si el viento sopla sobre
las aguas de abajo, es para elevarlos mejor. El Agua viene a lavar entonces en
ustedes de manera más o menos intensa en algunos momentos, los últimos frenos,
las últimas resistencias a vuestra liberación. El Agua es Alegría y Ligereza.
Es fuente de vida. Es Facilidad y Fluidez. Está en todo lo que fluye, sin
embargo lo que fluye es el eterno presente y nada más. Ahí donde no hay lugar
para cualquier función o cualquier rol. Es Ahora, ahí donde vuestros labios sonríen por nada, ahí donde la
Beatitud toma todo el espacio en vuestra vida. No hay más que eso. No hay nada
más que esta Felicidad. Nada más que esta alegría y la simplicidad de vuestra
vida cotidiana.
Mi invitación a entrar cada
vez más en Profundidad los empuja en la urgencia a encontrarse en absoluta
desnudez, en la esencia de vuestra Inocencia. Desaparecer a este mundo, es
aparecer en vuestro cuerpo de Gloria, en el cuerpo de mi hijo, que les recuerdo
prohibía a cualquiera que lo tocara ya
que todavía no se había unido a la Casa del Padre. Ahora bien esta invitación
no es una palabra vana ya que se trata del sacrificio total de la persona.
Aquel que resucite a sí mismo será tomado por un loco a los ojos de la persona,
como el Comendador de los Ancianos les ha dicho algunas palabras, ahora yo les
hago una última pregunta, ¿quiénes son ustedes?
En todos los casos, existen
muchas moradas en la Casa del Padre. Así se hará según vuestra fe.
Yo estoy aquí y estoy en
ustedes para tenderles los brazos de la Libertad.
Yo los amo.
Yo soy María, reina de los
Cielos y de la Tierra y les digo hasta siempre, en la Eternidad.
Mensaje del 4 de enero 2018.
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