MENSAJE
DEL ARCÁNGEL ANAMBRIEL
Canalizado
por Marlene Swetlishoff
Traducido
por Jairo Rodríguez R.
En las alas del Amor llegamos
hasta vosotros como grupo, como colectivo si queréis; nosotros somos de los
Reinos Arcangélicos. Como quizá ya sepáis, cada Alma es parte integral de un
colectivo mayor de experiencia conocido como Sobre Alma, que es la suma total
de todos sus aspectos álmicos y de sus experiencias individuales. Yo,
Anambriel, soy uno de estos aspectos individuales; y sin embargo también soy
parte del colectivo mayor. Cada Alma encarnada tiene su propio Colectivo que
supervisa su encarnación en la fisicalidad y la guía en su camino; por eso
nosotros y los Maestros Ascendidos Planetarios decimos que nunca estáis solos,
porque es verdad.
Estamos complacidos por
relacionarnos con vosotros y os agradecemos vuestra atención. En este tiempo de
la historia de la Tierra estáis rodeados por Seres como nosotros; y venimos con
la esperanza de poder dar a conocer nuestra presencia y también la sabiduría
que tenemos para compartir en estos importantes tiempos. Nuestras túnicas color
Rojo Borgoña (NT: El rojo oscuro de los vinos de Borgoña) denotan nuestra
posición, porque el Rayo Borgoña es uno de los de más alta Dimensión en el
espectro completo de la Luz Fuente; es una combinación de los Rayos Rojo y Azul
de la Femenina Divina.
Nosotros tuvimos vidas en la
Tierra en tiempos remotos, nuestro Planeta de origen era Venus; vinimos en un
tiempo de la historia de la Tierra que requería energías especiales que
nosotros podíamos dar al Planeta y a sus habitantes. Vinimos para apoyar y
asistir a las 144.000 Sobre Almas que junto con todos sus aspectos álmicos se
ofrecieron voluntariamente para encarnar en la fisicalidad para asumir el ADN
Humano y también para impartir nuestro ADN Venusiano al pozo genético de los
encarnados, los habitantes ‘locales’ como eran conocidos en ese tiempo.
La Tierra y sus ondas vitales
estaban en medio de traumáticos tiempos que amenazaban al Planeta entero con la
extinción. Una parte de los Seres de Venus eligieron el esfuerzo de largo plazo
de sostener y apoyar al Planeta y a sus habitantes para que eventualmente en el
futuro tuviera lugar la elevación del Planeta a los Reinos Superiores. Así que
vinimos al Planeta Tierra al servicio de las olas vitales de Almas que
necesitaban nuestra amorosa ayuda. Ahora estamos aquí.
Venus es conocido como el
Planeta del Amor; y nosotros vinimos por causa de nuestro gran Amor por nuestro
Planeta ‘hermana’ y sus olas vitales en evolución. Venus como Planeta tuvo
experiencias de primera mano con los Seres que habían tenido el control de este
Planeta durante largas eras. Finalmente los habitantes de Venus eligieron dejar
atrás sus bellas ciudades de cristal, sus hogares y sus comodidades diarias,
para mostrarles a los controladores que ellos no serían esclavos de un sistema
de vida que solamente beneficiaba a los controladores.
Éstos valientes abandonaron
sus bellas ciudades de cristal; y después de cierto lapso los controladores se
dieron cuenta de que los ciudadanos Venusianos no regresaban. También se dieron
cuenta de que ellos, los controladores, quedaron por su cuenta sin nadie que
les sirviera. Se dieron cuenta de que necesitaban subyugar a otro Planeta para
poder ejercer sobre sus habitantes su morboso sistema de control y
manipulación. Como podéis ver, su sistema se perpetúa en los reinos sutiles de
los planos astrales; y los habitantes locales encarnados en los reinos físicos
no lo disciernen fácilmente.
Así que los controladores
abandonaron Venus y vinieron a la Tierra, donde han controlado y manipulado a
las masas de Humanidad durante milenios, con un sistema de vida que no nutre,
apoya ni mejora la evolución Álmica de los habitantes encarnados en el sensible
Ser Planetario llamado Tierra. Sin embargo, su método de control está llegando
a su final pues las energías que fluyen hacia el Planeta se hacen más intensas;
y esto está provocando mucho caos y mucha perturbación en las Almas Humanas de
esta particular ola evolutiva. Como colectivo nos proponemos apoyar a quienes
‘despiertan’ y se hacen conscientes; y libremente eligen una realidad diferente
que vuelve a dar la bienvenida a la manera de vivir de la Femenina Divina, en
armonía, Amor, paz y unidad de consciencia.
¡Nosotros también hemos
esperado este tiempo y trabajado por él!… Nosotros aparecemos ante quienes
pueden discernir nuestra presencia y oír nuestra voz colectiva, pues las
puertas y portales estelares de la Tierra se abren más plenamente a sus
habitantes para que puedan darse cuenta de su Potencial Divino ilimitado.
Llámanos, al Colectivo Venusiano, cuando tengas necesidad de entender más. En
su interior, cada uno de vosotros conoce el camino a seguir; nos esforzaremos
por señalároslo para que experimentéis seguridad, gracia y facilidad durante
éstos, los tiempos más revolucionarios.
YO SOY Anambriel.
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