MAESTRO
SAINT GERMAIN: HABLEMOS DEL PERDÓN
Hablemos del perdón… ese
sentimiento o emoción que tanto asusta al ser humano y prefiere mantenerse
alejado de él.
¿Que es el perdón?
Es la liberación absoluta de
toda carga emocional, carga que aprisiona al ser humano y no lo deja ver con
claridad, que lo ciega y lo envuelve en una cortina de humo creyendo que en
ésta se mantiene protegido del dolor.
El perdón, no es eso,
significa descargarse de toda energía que aplasta, no al prójimo al que se
espera perdonar, más bien es a favor del que otorga el perdón.
Es uno mismo el que se
beneficia porque el rencor, el odio y cualquier otro sentimiento destructivo,
perjudica únicamente a quien lo crea y lleva en su interior y no a quien lo
recibe, al menos no destruye de la misma manera.
Y sin embargo, ¿es el ser
humano absolutamente pulcro en su comportamiento y proceder? ¿Acaso no también
comete errores y se equivoca? ¿Por qué entonces se siente con el poder de otorgar
perdón a sus semejantes? si cada uno se equivoca, si cada uno se hiere
premeditadamente.
Lo mejor sería que cada hombre
y mujer de esta tierra pensara antes de actuar, antes de herir o juzgar y así,
no tendría nunca que pedir perdón.
Y es precisamente el perdón,
una cadena que ata a un vaivén de circunstancias repetidas en donde yo te hago
y tú me haces y ambos nos hacemos y creemos que así estamos en paz.
No hermanos, así no funciona
la ley del amor, es verdad que debemos aprender y que el aprendizaje surge en
la equivocación, es verdad que para conocer la luz también tenemos que conocer
la oscuridad, pero no es verdad que tengamos que caer una y otra vez
olvidándonos del aprendizaje o de la lección.
Así, cuando tengas que
perdonar a alguien, no te lo pienses tanto, no aflores tu malentendido orgullo,
detente un instante y rememora si acaso tú no te has equivocado también, quizás
de la misma forma, quizás de una forma más grave, quizás de una forma distinta
pero también te has equivocado, así que perdona y borra por completo esa
historia, no la guardes en las profundidades de tu cerebro o de tu corazón, por
si en algún momento tuvieras que sacar a relucir ese momento, entonces, si es
así, no has perdonado y seguirás atado al ciclo de situaciones y circunstancias
repetitivas.
Perdonar es no sólo liberarte
emocionalmente, es también descargarte de un aprendizaje pendiente, es también
un paso a la evolución, es ganar adeptos en este camino de regreso a casa.
Déjame decirte que eso también
es la transmutación del karma, por lo tanto, cada vez que invoques que tu karma
sea transmutado, karma que ya ni siquiera recuerdas cómo ha sido generado,
introdúcete introspectivamente en tu corazón y en tu mente, puede ser que ahí
te encuentres con perdones no otorgados o con situaciones muy bien escondidas
que decidiste dejar ahí, para no olvidar el agravio supuestamente perdonado.
Libera tu corazón, tu mente y
tu cuerpo de todo aquello que no sirve, que lo perjudica y satura, de aquello
que lo ensombrece y no temas perdonar, porque dando es como recibimos y
perdonando es como somos perdonados.
Has tuyo este conocimiento, es
sólo para los ojos que ven y oídos que escuchan, esto es para la conciencia
personal.
Y seguimos en el camino hacia
la libertad…
Yo soy Saint-Germain
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