MAESTRO
JESÚS: “SÓLO AMANDO ES COMO NOS FUNDIMOS CON EL UNO”
Canalizado por Solange Marín (Aurora
Radiante), 2 enero, 2016
Amados hijos de la Luz del
Creador,
Mis amados hermanos en la
divinidad del Ser que todo lo puede en el amor más infinito e incondicional que
pueda sentirse en el alma de cada parte del UNO.
Yo Soy Jesús, El Cristo, y
en este día abrazo sus corazones llenos de buenos deseos, día cuando celebran
mi llegada al amado y hermoso Planeta Azul, la escuela del Universo donde todos
vamos a recordar y a seguir creciendo en nuestra propia divinidad.
Muchas teorías hay sobre mi
arribo en cuerpo físico a la Tierra, y les digo hermanos amados que eso no es
lo verdaderamente importante, lo que sí lo es grandemente es ese mensaje de
“ámense los unos a los otros como yo os he amado” que fue mi verdadera misión
para con la humanidad. Hacerlo es comprender con mi propia vida que el Amor es
la única fuerza que mueve al mundo hacia la Luz del Creador, que es el amor el
fin último del aprendizaje de las almas, y que sólo amando es como nos fundimos
con el UNO como una sola energía, la más poderosa, la más pura, la más hermosa…
Esa que hace elevar las
frecuencias vibracionales con sólo sentirla por un instante. Una vez que un Ser
siente en su esencia lo que es el verdadero amor cambia para siempre, evoluciona
en conciencia de una forma inexplicable e inentendible, simplemente ES y está
ahí, en ese punto ya no se puede volver atrás porque esa plenitud no se puede
sentir de otra forma y es entonces cuando ese Ser tocado por ese amor infinito
se vuelve sediento de más y más evolución, envolviéndose en un espiral de
ascensión indetenible que se alimenta cuando reparte ese amor vibrante y
eterno.
Mis muy amados hermanos ese
es el amor que vengo a entregarles hoy, es mi regalo para ustedes. Cierren los
ojos, conéctense con mi llama trina que vibra en sus corazones y se verán
envueltos en esta amorosa energía que les entrego para fundirme con sus esencias
primigenias.
Les amo y bendigo desde
siempre y para siempre. Les entrego las bendiciones de mi amada Madre María,
quien sabe mejor que nadie de amor incondicional y entrega sin medidas.
Jesús,
El Cristo.
¡Yo Soy!
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