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MADRE DIVINA. MARÍA REINA DE LA PAZ –
CELEBRANDO YERUSHALAIM
Transcripción Selén. Traducción Lucía Montaño Ferrer
17 de marzo 2014
“Cantad, hijos e hijas de la Tierra. Cantad,
no como seres terrenales. Cantad como Hijos de la Gloria. Cantad como Hijos del
Cielo. He aquí que el día se acerca. He aquí que las puertas de la Yerushalaim se abren.
“ISIS... ANÍ... YERUSHALAIM... MARITUMI...”
Desde el Reino Cristalino Mi Voz, Mi Toque, Mi Abrazo os
alcanza. Hijos de la Luz, hijos de la Redención, frutos preciosos de Mi Jardín
desconocido, Yo Soy María, Reina de la Paz. En esta Paz que es nuestro Reino
común, Yo os saludo, Yo os honro y Yo agradezco vuestro valioso trabajo
Yo os honro, hijos de la Luz, pruebas vivientes de
nuestra labor fructificadora, pruebas vivientes de la Alquimia que se produce
en el Planeta. Yo os honro por nuestro trabajo, por nuestra cooperación, una
gran fiesta, un gran banquete, un gran baile se acerca, está más cercano y se
junta a la Tierra.
El Templo de nuestro reencuentro, el Templo de nuestra
celebración se aproximó un poco más a vuestra casa – temporal y es vuestra
casa, pero podéis reivindicarla como vuestro hogar. El Espíritu del Planeta,
centella de mi Espíritu, os acoge como hijos e hijas. El Espíritu del Planeta
os reconoce como miembros de su familia. El Espíritu del Planeta, es vuestro
trabajo para que el Templo de nuestra celebración se acerque aún más. En el
Reino de nuestra Paz, en el Reino de nuestra Comunión está este Templo.
La Paz y la Comunión pueden sonar para muchos oídos como
una abstracción de pensamiento, como una visión muy distante y diáfana. Yo os
aseguro, Mis niños, el Reino de nuestra Paz, el Reino de nuestra Comunión es
real, es tangible, es dulce, es sabroso, es éxtasis e íntase.
Con gran alegría, Yo me manifiesto por medio de este
mensajero, así como Mi Presencia visita cada corazón, y por medio de algunas
voces, puedo, encontrar palabras de expresión. Pero es con gran alegría que en
esta oportunidad Yo regreso entre vosotros, de forma tangible y perceptible, a
vuestro hogar temporal, para hacerles una invitación.
Es de la Naturaleza de la Madre Universal invitar, jamás
obligar. Es de la Naturaleza de la Madre Universal atraer, jamás obligar. Es de
la Naturaleza de la Madre Universal tomarlos de la mano, en una gentil
invitación, pero jamás arrastrarlos en contra de vuestra voluntad, cualquiera
que ella sea y como sea que la comprendáis. Mi Espíritu Ígneo os atrae por
Amor, os atrae por Resonancia. Mi Espíritu Ígneo os convida y es una invitación
que ningún corazón puede rehusar. Porque así como es de la Naturaleza de la
Madre Universal invitar, así es de la naturaleza del Corazón de Fuego aceptar,
decir “sí”, sin ninguna duda, sin ninguna pregunta, solamente por una entrega
siempre más profunda, siempre más osada. De modo que no haya temor de que ésta
invitación no sea atendida, pues como expresiones no podemos luchar contra la
Naturaleza Eterna.
Mi invitación, hijos e hijas, es para una gran y previa
celebración aún mayor, que llega a este Planeta. El Reino de Paz y de la
Comunión está a un paso de vuestro hogar. En el Reino de la Paz y de la
Comunión este hogar temporal será absorbido e integrado.
Yo os convido Mis niños, a una especie de experiencia
previa del Templo en donde nuestra celebración encuentra ya lugar más allá del
tiempo, pero también, encontrará lugar en el tiempo y en el espacio como lo
conocéis.
La Gran Yersuhalaim, el Reino de mi Paz y Comunión – que
es una, más tres – abre sus puertas, abre sus doce puertas para acoger a Mis
hijos e hijas en momentos de júbilo, en momentos de reconocimiento de nuestra
Unidad perpetua, en momentos de contactos, en momentos de intercambios, en
momentos de zambullidas profundas en la Esencia Ígnea, en momentos también de
la recordación de la inmovilidad y al mismo tiempo de la movilidad ilimitada de
vuestro ser multidimensional.
Mis palabras son de Fuego y no pretenden que vuestra
mente alcance comprensión. El Fuego de estas palabras arde directamente en
vuestro pecho. El Fuego de estas palabras enciende hogueras en vuestros pies y
unen el Corazón Cristalino de la Tierra a Mi Corazón Cristalino.
Desde el Corazón de la Tierra hasta el Corazón del Sol,
el Gran Corazón Cristalino de Sirius, Mi Voz resuena. Desde este Triple Corazón
que se funde en el sol de vuestro Corazón, el Corazón del Hombre Divino, Mi Voz
resuena.
En un canto, en una orquesta, en una danza. En este
resonar todas las partículas entran en éxtasis. En este canto, que vuestro
corazón reconoce como nuestra voz común, todos los átomos se regocijan, porque
la materia de vuestros cuerpos presiente este gran momento, porque la materia
de vuestros cuerpos me reconoce como vuestra Madre Genética, como vuestra Madre
Espiritual.
En el núcleo de vuestras células existe una memoria que
jamás puede ser apagada. Y es esta memoria que es el resonar de Mi Canto y el
resonar de Mi Voz activa. Despierta, convoca el Gran Momento. Por eso, niños,
no es posible rehusar mi invitación, pues es de Mi Naturaleza atraer y es de
vuestra naturaleza dejarse atraer por la hoguera inconmensurable de Mí Amor.
No hay temor, no hay sufrimiento, no hay duda que se
interponga entre nosotros. Yo Soy vosotros y esta es una verdad hacia la cual
aún no habéis abierto vuestros ojos completamente. Esta es una verdad que
vuestra mente aún no ha penetrado profundamente. Sin embargo, no os inquietéis.
La mente también no puede rehusar mi invitación, ella es mi creación sagrada y
guarda en su núcleo la marca, la marca de la Unidad, la marca de Mi Canto, la
marca de Mi Voz. También en el átomo de la mente existe una memoria y en esta
memoria también Mi Canto despierta.
Cantad, hijos e hijas de la Tierra. Cantad, no como seres
terrenales. Cantad como Hijos de la Gloria. Cantad como Hijos del Cielo. He
aquí que el día se acerca. He aquí que las puertas de la Yerushalaim se abren.
He aquí que la Madre reúne a sus hijos en sus brazos. He aquí las lágrimas de
Gloria, he aquí que se derraman las lágrimas de puro éxtasis. Esta es el Agua
del Cielo. Esta es el Agua de lo Alto. Este es el Fuego Ígneo que reaviva la
memoria en el núcleo del átomo.
Oh niños bien amados, atended Mis palabras, escuchad Mi
Voz y permitid que la represa del éxtasis se abra. Permitid que vuestros
cuerpos sean inundados de pura alegría, en alegría pura. La Yerushalaim se
acerca. En el Reino de la Paz y de la Comunión yo os convido a una vista previa
de nuestra gran celebración.
Yo os dejo ahora, sin jamás distanciarme de vosotros. Yo
os dejo en la Presencia de mi hijo, el orientador de la Red, y orientador del
Equipo Nazcan, que os explicará de una manera un poco más comprensible para la
mente – esta Mi pequeña invitación y estas palabras.
Bendiciones y Paz. Desde el sagrado Reino del Corazón
Cristalino de la Tierra, Yo os convoco, yo os aguardo, Yo me dispongo en
completo Amor y acogimiento, hacia los Bodhisattvas de Mi Alma Universal que
realizan el Misterio de Reunificación en este suelo.
Sed bienaventurados, sed honrados, sed jubilosos. Vuestra
Madre os saluda y reconoce vuestra labor.
ISIS... ANÍ... YERUSHALAIM... MARITUMI...
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