AA. URIEL
Canalizado
por: Jean Luc Ayoun Traducción: Véronique Loriot
Programa
para pasar el texto a voz y oír el mensaje.
AA. URIEL
Yo soy
Uriel, Ángel de la Presencia y Arcángel de la Reversión. Ángel que viene a ustedes
como Ángel de la última Hora y de la Nueva Alianza. Vengo hoy, por mi Presencia
y vuestra Presencia, unidos en la misma Verdad, en la misma Vibrancia, hijos de
la ley de UNO, vengo y vendré a preguntarles: ¿dónde están ustedes? Vendré a
insistir, como yo lo hago, en el Templo de vuestra Presencia, con el fin de
preguntarles: ¿es que la Casa está limpia? ¿Están ustedes en el Templo? ¿Están
en este Corazón? ¿O están en algún otro lugar? ¿Están ustedes en Paz? O ¿están
en guerra?
Allí
dónde está la conciencia, allí donde está la Vibración, ahí está vuestra
Presencia, en esta infinita Presencia, en esta Última Presencia, en el centro
del Centro. En el despliegue de vuestras Alas Etéreas, en el despliegue de
vuestro Corazón ascensional, entre la Puerta Ki-Ris-Ti y la puerta ER; Vibra el
tiempo de la respuesta de la Luz, Vibra el momento de la Libertad.
¿Dónde
están? ¿Están ustedes en el Templo? O ¿están en otro lugar en vuestra cabeza o
en vuestras ilusiones? ¿Están ustedes en el Corazón, en el corazón del Corazón?
Ángel de la última Hora, vengo a pedirles y a golpear a vuestra puerta, con el
fin, de que vuestra puerta se entreabra
para aquel que viene hacia ustedes. Bien amados hijos de la ley de Uno,
bien amados Liberadores de la Tierra, vengo a preguntarles: ¿están ustedes Aquí y Ahora, en el Templo de vuestra
Presencia, en el Templo de vuestra Eternidad, a fin de vivir la Eternidad? Así,
yo Uriel, Liberador y Anunciante, vengo en ustedes, como nunca, a vivir el
corazón del Corazón, con ustedes, para darles la bienvenida en el tiempo de
vuestra Eternidad, en el Templo de
vuestra Presencia, en el Aquí y Ahora, en la Verdad del momento, en la Verdad
del presente. Porque no hay otra manera, ni hay otra Verdad que de escapar al
tiempo, deteniendo el tiempo, en el Tiempo que está ahí.
Les
pregunto entonces, en el tiempo de nuestro Tiempo, en el tiempo de vuestra
Presencia y el tiempo de mi Presencia, de darse la bienvenida a sí mismos,
aquí, en el centro del Centro, donde Vibra la Eternidad, donde Vibra el Sonido
del universo y el Sonido de la Tierra reuniéndose en ustedes. Llevándolos a
elevarse por encima de cualquier condición, lo que les permitirá elevarse a las
esferas de la Belleza y de la Verdad.
¿Están
ustedes en paz? ¿Están ustedes en Tranquilidad? De la Paz y Tranquilidad, se
deriva la Eternidad Aquí y Ahora, en el templo de vuestra Presencia, presente
en ustedes mismos, en la eternidad intemporal y en la eterna belleza de la Luz.
Esa es la verdad. Ahí está la rectitud. Así que ha llegado para ustedes el
momento de ajustarse, en estos tiempos últimos del Tiempo, para vivir la
plenitud de la Alegría, la plenitud de la Paz.
En el
centro del Centro, en el Templo que está allí, se vive la alquimia de vuestra
Libertad, esa de la Paz, esa de la Belleza, la de la Luz y del Amor. El Amor se
basta a sí mismo: no tiene necesidad de mundo, no tiene necesidad de ilusión.
La Onda
de Vida les da a vivir la Liberación de la Tierra, la Liberación de Éter, en el
seno de vuestra Tierra, en vuestro Templo, en vuestra materia. Aquí y allá,
instalados en el Templo de la Intensidad y de la Confianza, ustedes sabrán si
están en el corazón del Corazón, por la Vibración de su Presencia por la
Vibración de todo Doble, llamándolos a la Eternidad. En Presencia de Miguel,
por el impulso de Metatrón, en presencia del Doble, la Fusión del Éter y la
Fusión del Corazón, los conduce a desplegarse, para no estar ya limitados y de
alcanzar lo ilimitado de la belleza, lo Ilimitado de vuestro tiempo, más allá
de este tiempo de la Tierra.
Tiempos
de la Tierra, que cambia de Tiempo, el Tiempo de la Tierra que se detiene, para
dar paso a un nuevo Tiempo, que no conoce ni
pasado ni futuro, sino simplemente la Eternidad del Eterno Presente.
¿Están ustedes presentes en este Presente? ¿Están ustedes asistiendo a este
regalo de la Gracia? ¿Están ustedes presentes a este Don de la Vida? ¿Son
ustedes ese Don? ¿Son ustedes la Vida, en este Tiempo particular? Yo soy el
Ángel de la Última Hora, el Ángel de la Presencia, el Ángel de vuestra
Eternidad, en el estallido de la Luz Blanca produciéndose en el Temple del
Centro. En el centro del Templo de vuestra Presencia se despliega el tapiz de
la Alegría y de la Eternidad. ¿Dónde están ustedes? ¿Allí dónde pasa lo
indecible, o están dónde se despliega el tapis del tiempo ilusorio? ¿Están
ustedes en la cabeza? ¿Están en vuestro cuerpo? ¿Están ustedes en vuestro
Corazón? ¿Están en el Corazón de cada uno y cada una para Vibrar la misma
estrofa, y declamar el mismo silencio, el de la Eternidad, ese del Amor?
Entonces,
amados del Uno, el momento en que el Uno viene a decirle vuestra Eternidad.
¿Están preparados para recibirla? ¿Están listos para tomar lo que es la Verdad?
¿Están listos para dejar ir lo que no puede contenerse, eso que no puede
tenerse: la ilusión del tiempo, el tiempo de lo efímero y el tiempo que se
inscribe en un tiempo futuro? Ya no hay tiempo futuro, ni tiempo pasado. En el
Templo de vuestra Presencia, solo hay
Vibración del Corazón, la del Amor y de la Verdad Una, en la Luz Una.
Así que, en este Tiempo, como Ángel de la Presencia y Ángel de la última Hora,
vengo a alumbrar el Templo de vuestra Presencia. Vengo a llamarlos por vuestro
nombre, preparando el Llamado de la que es la Madre de este Mundo, que viene a
despertarlos y a preguntarles, al mismo tiempo que el Doble: ¿quieres seguirme
a los Reinos de la Eternidad, a los Reinos de la Libertad? ¿Qué te detienes?
¿Por qué te detienes? Vengo a preguntarte: ¿dónde estás? ¿Dónde están ustedes?
¿Dónde se sitúan ustedes en el tiempo de
la Llamada? ¿Dónde se sitúan ustedes en el tiempo de la Luz, más allá del
Tiempo de la Tierra?
Vengo,
yo, Ángel Uriel, Ángel de la Presencia y de la Reversión, a invitarlos a las
Bodas de la Eternidad, a invitarlos a colocarse en el tiempo sagrado de vuestro
Templo del Corazón, allí donde Vibra la Vida, que no depende de ninguna
circunstancia, ni de ninguna condición. Es así que vengo en el Templo de la
Alegría, alumbrar la Alegría, que se levanta y se eleva llamándolos por el
Sonido, llamándolos por las Trompetas, llamándolos por la carne, a elevarse y
elevar esta carne a la Mansiones de la Eternidad, a las Moradas, sin sombra, a
las Moradas donde no existe ningún olvido y ninguna memoria.
Los
invito a depositar la carga de vuestros miedos. Los invito a depositar el fardo
de vuestros vínculos. Los invito a la Libertad. ¿Dónde están ustedes y dónde estás tú? En el centro de tu Corazón,
allí donde vive la Vida eterna de tu Presencia, informal y formal. Yo te invito y te llamo. He cumplido el programa de
La Fuente Una, para conectarte a tu Libertad, para hacerte resonar al tiempo de
la Alegría, al tiempo de la Alegría infinita y sin fin. Vengo a llamarte a
estar presente en ti mismo. Vengo a llamarte a estar presente en Él, que está
ahí, en tu Templo, y que espera tu hora, para que nunca más seas medido y
contado en el tiempo de las horas que pasan, y que te confinan en el olvido
Ha
llegado el momento de recordar. El tiempo ha llegado a ser lo que tú Eres, en
el Templo de tu Presencia, en el Templo del momento presente, en tu Corazón. En
este Templo, vive la Verdad, vive el Aliento Eterno que vivifica los Mundos y
los Universos, en toda forma, como en lo informe. Así que, estoy aquí y estaré
aquí, en cada tiempo, en cada inspiración y espiración, en el tiempo de tu mes
de Noviembre, para llamarte a la
metamorfosis, llamarte a la Libertad, para que puedas oír a la que viene, a
enunciar y a anunciarte el Tiempo, el de los Reencuentros. Así que puedo
decirte: amigo y amado de La Fuente, tú Eres lo que Eres, más allá de lo que
crees, más allá de lo que encarnas, más allá de toda evolución. Sólo existes
Tú, el centro de ti. Incluso más allá del Sí, se vive la Alegría y la Paz de
aquel que encuentra lo que debe
rencontrarse. Por eso te invito en el Centro de su Templo a estar y Ser,
a fin de vivirlo, a salir de lo que no
es ese Templo, y a no Vibran en otra parte, que en la Vibración de tu
conciencia que te lleva en este cuerpo más allá de este cuerpo, que te lleva en
este mundo, más allá de este mundo, por el Canto del silencio y de la Verdad,
por el Anuncio de María y el Canto de Mi Presencia.
Amigo
y amado de La Fuente, te invito a tu
Eternidad y te invito a recogerte para acoger el Don de la Gracia, para acoger
el Don de la Vida, la que no conoce ningún límite, ningún fin, ningún
principio. Yo soy lo que Eres, en toda Eternidad. Entonces te invito a abrir la
puerta de tu Eternidad y acerrar la puerta del sufrimiento, la puerta de las
ilusiones y de las creencias. Olvida lo efímero, que has sido ya que lo que
Eres, es Eternidad, ya que lo que Eres, es Belleza y Amor. Ha llegado el
momento de vivirlo, es el tiempo de declamarlo y de irradiarlo, instalado en el
centro de ti mismo, más allá de la cabeza, y mucho más allá de otra parte,
hipotética, porque todo se juega en el Tiempo de este instante, en el Templo de
tu Presencia. Tiempo de Verdad y de Belleza.
Así
que, yo Uriel, Ángel de la Presencia, vengo a llamar a la puerta de tu
Eternidad. Vengo a proclamar tu tiempo, más allá de todo Tiempo. Mantente
Presente, en el Templo de tu Eternidad, porque ahí está la clave, porque ahí
está la puerta que te conduce a un mundo donde no hay más puerta, ni
separación, donde todo lo que tiene particiones (tal como aparece que en tu
mundo), ya no puede ser, y ni siquiera ser pensado. Así que te invito a estar
en tu Corazón. Te invito a vivir la Vibración que Eres. Te invito a ser lo que
Eres, más allá de la apariencia de los mundos que has recorrido.
Amigo y
amado de La Fuente, te invito a escuchar el sonido de los Jinetes, la Canto de
su Presencia viniendo a colocase alrededor de tu trono de Eternidad, para
revelar el Éter, el que jamás puede ser separado de la Verdad y de la Belleza.
Vengo en el tiempo de este mes, a prepararte, para recibir a ese que vuelve, y
acoger a ese que Eres. Te invito a vivir el Corazón de tu Presencia. Te invito
a Ser esta Presencia, palpitante y viviente, más allá de toda persona, más allá
de toda forma y más allá de cualquier confinamiento. Entonces, amigo y amado de
La Fuente, en este tiempo, vengo a declamar el Tiempo del Amor, que no conoce
fin, ni principio, ni crecimiento, porque él es perfecto de toda Eternidad, como tú lo Eres, desde la
Eternidad, más allá de cualquier apariencia de una evolución, más allá de las
apariencias de cualquier sufrimiento.
Tu
conciencia tiene desde ahora la capacidad, sin quererlo y sin desearlo, de
extraerse de todo juego de ilusión, de toda resistencia y cualquier sufrimiento
para instalarse en la beatitud de lo que Eres. Ya que, lo que Eres, es la
Bienaventuranza eterna, éxtasis permanente, donde nada puede venir a alterar lo
que está instalado en el centro de tu Corazón.
Lo que ciertamente Eres. Eso que Eres eternamente. Vengo a decírtelo, a
declamártelo, de nuevo, por los Sonidos del Cielo y de la Tierra que te pido
oír y escuchar, a fin de Vibrar en la misma Verdad de cada Corazón Liberado,
Unido y Liberado, Unido y Libre.
Lo que
viene a ti es la Libertad, lo que viene a ti es el final de todo infierno, el
fin de todo efímero. Lo que viene a ti en tu Verdad intrínseca. Lo que viene a
ti es la hora de la Llamada. Lo que viene a ti es el Tiempo de la Luz, donde
ninguna capa aislante, donde ninguna carne puede interferir o incluso oponerse
a ella. Así que te invito a ir en dirección a la Luz que se abre. Los invito a
convertirse en lo que siempre han Sido. Les invito a dejar los oropeles del
sufrimiento y del miedo. Te invito a ser el centro de ti mismo. Te invito a
estar donde debes estar, en estos tiempos particulares. Así que, yo URIEL,
estaré contigo, como Miguel ha estado, así como Metatrón ha estado. Vendré a
marcarte, en el Templo de tu Presencia, del Canto de la Libertad y el brillo de
la Luz Blanca, para que seas consciente de lo que Eres, para que seas la
Alegría de lo que Eres. Así que te invito a asentarte. Te invito a deponer
todos los sufrimientos y temores que aún puedan rozar lo que no eres. Te invito
a estar más allá de toda apariencia.
Soy
Uriel, Ángel de la Presencia, y en este Tiempo, acojamos, por el Elemento Aire,
el bautismo del Aire que viene, en tu Corazón, para eliminar todos los rastros
de sufrimiento, para borrar las huellas de la efímero, a fin de aparecer en la
infinita claridad del nuevo amanecer, de este nuevo día, poniendo fin a los
ciclos del Tiempo, a fin de permitirte Ser.
Entonces,
te invito a preguntarte: ¿dónde estás y dónde te sitúas? ¿Qué es lo que vives
en el centro de ti? ¿Qué pasa allí, en el centro de lo que Eres? La Eternidad
hace su retorno para poner fin a lo efímero de tus sufrimientos, lo efímero de
tus ciclos. Los invito a celebrar eso. Te invito ahora, por adelantado, entre
nosotros a vivir la Conciencia y la Alegría de este mes de Noviembre, el de la
Libertad rencontrada y del Amor rencontrado. En el Fuego de la Alegría, en el
Fuego de la Verdad. Yo declamo y proclamo, en ti: el tiempo ha llegado, donde
no hay nada más a desarrollar en el tiempo
que pasa, sino más bien, en el Tiempo que Es. Así que te invito a pasar en el
Ser, donde el tiempo no puede pasar, donde el tiempo está suspendido, donde se
produce tú metamorfosis. Yo te invito a los Talleres de la creación. Te invito
a ser, finalmente, la Verdad que Eres, para que la apariencia y el sentido no
puedan, bajo ninguna circunstancia, desviarte de Estar en el centro del Centro,
en el corazón del Corazón. Así, en este espacio y este momento, en el tiempo de
nuestra Presencia, se desarrolla el Tiempo de la Alegría y el éxtasis.
Amigo y
Amado de la Fuente, en la Fraternidad de la Eternidad, Eres lo que nunca se
movió, que nunca ha desaparecido, lo que nunca ha existido. Vuélvete la
inmovilidad y te llenarás de la Eternidad de los universos. Sal de toda
condición, con el fin no estar en esta condición de límite. Escucha el Tiempo
de la Eternidad. Oye lo que llama a la Puerta de tu Templo. Escucha, la Verdad,
la Alegría y la Paz. ¿Qué otra cosa necesitas para ser que lo que tú Eres, que
ser el Amor? ¿Tienes necesidad estar en tu cabeza? ¿Dónde estás? ¿Eres tú el
mañana? ¿Eres el ayer? ¿Eres tú el Aquí y Ahora? Tienes que verlo, y comprenderlo, para
vivirlo.
Amigo y
amado de La Fuente, Hermano de Eternidad, más allá de las Dimensiones, y más allá
de las apariencias, en este espacio y este instante, abro la Fuente de Cristal
dando impulso en el corazón del Centro, para vivir el despliegue de lo que
Eres, para que ninguna cadena, así como ninguna carne, puedan restringir o
limitar tu Verdad. En el Templo de tu Presencia, en el tiempo del momento
presente, se abre en ti, lo que Eres. Así que te invito a nuestro Rencuentro de
estos Tiempos finales. Tú el Último, tú el Infinito, despierta a lo que Eres.
Permíteme, en el silencio de mis palabras, pero en la intensidad de mi
Radiación y de mi Presencia, depositar en ti, el Tiempo de la Eternidad y de la
Belleza. Aquí y Ahora vivamos este Don de la Gracia. Escucha.
...Reparto
del Don de la Gracia...
Por lo
tanto yo te invito, desde el primer día de tu mes de Noviembre, de Alinearte
teniendo en cuenta mi Presencia, en el centro de tu Centro (esto que es llamado
"Alineación" se describe en los protocolos a practicar". Te dejo
recoger el sentido de mi Vibrancia, y de mis palabras, en lo profundo de tu
Ser, porque ellas serán reconocidas por tu Eternidad. Entonces, permíteme
bendecir este tiempo de Gracia. Permítete ser la gracia en encarnación. Así se
vive y se Vibra la metamorfosis del tiempo último.
¡Yo te saludo, tú, Hijo del Uno! Tú, lo
imperecedero, lo que sea que perece en este mundo, te hace descubrir lo que
Eres. Del centro de mi Centro, al centro de tu Centro, despleguemos la
conciencia cristalina de la infinita Presencia y de la infinita Belleza donde
Vibran la Vida, la Alegría y el Amor.
Soy
Uriel y acojo, en mí, el Don de tu Paz. Y digo entonces: rápidamente, en todo
Tiempo, en el Amor del Uno y de la Verdad. ¿Dónde estás? Sólo tú lo sabes y lo
vives. Así que te pido de Estar allí donde es necesario, dedicado al Amor y a
la Verdad. Yo soy Uriel, Ángel de la Presencia, y te saludo.
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