Canalizado: Jean Luc Ayoun - Traducción: OD y Susana Milan - 12 de febrero de 2011
Soy un Amigo. De mi Corazón a su Corazón, Hermanos y Hermanas encarnados, comulgamos juntos. Vengo a ustedes después de un determinado tiempo de ausencia. Vengo a intercambiar y enseñar acerca de dos conceptos esenciales que serán hasta cierto punto, un preámbulo a la última parte del Yoga de la Unidad que les daré en poco tiempo.
Hermanos y Hermanas en humanidad, acoged como yo acojo, de vuestro Corazón a mi Corazón y de mi Corazón a vuestro Corazón, la Unidad y la Alegría. Yo os digo hasta pronto. Que la Paz, el Amor, la Luz y la Verdad sean en vosotros y en nosotros. Hasta pronto.
Vamos, si lo desean, a abordar en primer lugar una serie de conceptos más allá del mental, pero sirviéndose de las palabras, para permitirles acercar nuevas concepciones, quizá ya conocidas de ustedes, refiriéndose al Principio de la Unidad o de lo que llamaría la Unidad, simplemente. Posteriormente, desarrollaremos aspectos un poco más precisos acerca de la Energía, la Conciencia/Vibración. En primer lugar, si lo desean, definiremos el marco. El marco es, como siempre, la Conciencia. La Conciencia fragmentaria que es la del ser humano viviendo en su personalidad y su ego, se llama conciencia disociada, en el sentido de que funciona con un método que discrimina, separativo y distanciante. Esta distancia se incluye incluso en el concepto de Conciencia dual, donde se expresa el sujeto y el objeto, la Conciencia está encerrada en lo que se llama sujeto, ego o personalidad o conciencia del “yo”. El objeto es por definición, algo que es exterior a la Conciencia del sujeto, este objeto puede ser otra Conciencia o un objeto, en sentido literal. La Conciencia fragmentaria es una Conciencia dual y distanciada, en la medida en que ella concibe el mundo como dividido en dos partes: El Sí (o más bien el “Yo”) y el resto del mundo, que no es el “Yo”. Así pues, esta Conciencia puede definirse a nivel Vibratorio, como confinada, exclusiva y que encierra.
Es la Conciencia en la cual evoluciona la humanidad desde tiempo inmemorial, es la conciencia de la personalidad donde hay una Conciencia completamente separada entre lo que constituye el “Yo” y lo que constituye el resto del mundo. Hay en efecto, una separación vivida como tal, entre la Conciencia de este “Yo”, y el resto del mundo que no pertenece a la conciencia de “Yo” y en consecuencia, es vivido y comprendido como exterior.
El principio mismo de la falsificación y la fragmentación es resultante de esta separación sujeto/objeto, haciendo que haya, realmente, un concepto de encerramiento Vibratorio dentro de la personalidad, del ego, haciendo que el ego lo analice todo según un principio de bien y mal, allí también, incorporándose a la dualidad. El ego busca, por definición, su propia experiencia. Su propia experiencia, generalmente está vinculada a un concepto de satisfacción, placer, investigación. Esto está profundamente en oposición con la propia Conciencia Unitaria descrita en muchos modelos tradicionales. En efecto, hay el “Yo” y hay otros “Yo”. Hay lo que es mí y hay lo que no es mí. Este principio de fragmentación, de separación, es el principio incluso de la conciencia egótica que evoluciona en el plexo “solar” dónde hay, a todos los niveles, un análisis mental, un análisis emocional que permite situar el “Yo” en su medio ambiente, cualquiera que sea. Este medio ambiente siempre que se considera como exterior a sí mismo.
El proceso del Despertar consiste en pasar de una Conciencia fragmentaria o dual a una Conciencia en proceso de Unificación o también una Conciencia Unificada.
El principio mismo de la Conciencia Unificada, es que no existe más la separación, no existe más encerramiento, no hay más distancia sino que hay superposición entre el sujeto y el objeto. Pasamos entonces de la Conciencia de “Yo” a la conciencia del “Sí”, este Sí que no está separado, Vibratoriamente y en Conciencia, del conjunto de los objetos constituyendo el medio ambiente, como el resto del universo.
Esta Conciencia se dice empática. Es Unitaria ya que no discrimina, no se opone. Engloba, abre, ella incorpora. No hay más separación ni límite entre el Sí y otros Sí. El Despertar corresponde indudablemente al paso de la Conciencia fragmentaria a la Conciencia Unificada, con distintas capas de desvelamientos de esta Unificación. La Unidad no es una palabra inútil. En este mundo moderno, hemos tratado de aplicar nuevas palabras ya que no podemos hacer referencia a ningún pasado. Así fue con la palabra Êtreté, que sustituye ventajosamente al concepto de cuerpo de Luz o también de cuerpo inmortal o cuerpo de la resurrección. Lo que diferencia la Conciencia Unitaria de la Conciencia dual es, sobre todo, un método de percepción, un método de experienciación, un método de manifestación donde todo está opuesto.
La Conciencia dual es la que encierra. La Conciencia Unitaria es la que no encierra: abre y libera. La Conciencia fragmentaria encierra, de la misma forma que el ego encierra en una personalidad ilusoria, transitoria, que no tiene ninguna persistencia más allá de la muerte. La Conciencia Unitaria es en sí misma, liberadora, englobante, empática. Va pues a consistir en persistir más allá de la muerte. Hay pues una continuidad de la Conciencia en la Conciencia Unitaria, que falta profundamente en la Conciencia dual.
La Conciencia dual se inscribe en los mecanismos de conservación, teniendo por base el miedo. La Conciencia Unitaria tiene en sí misma, un mecanismo que no es la conservación del ego sino más bien, el acceso del mundo del abandono a la Luz, de la fe y de la certidumbre.
Todo contrapone a la Conciencia dual y a la Conciencia Unitaria.
La Conciencia dual no tiene ningún concepto de percepción Vibratoria o percepción de la energía. O, a lo sumo, ésta se limita a percepciones truncadas, vinculadas con experimentos truncados, coloreados por el propio encierro de dicha Conciencia en un sistema de referencias, en un sistema de creencias, en un sistema de adhesiones que no tiene nada que ver con la experiencia sino, más bien, como dije, a un principio de adhesión mental, emocional, cultural, a una serie de dogmas establecidos, no experienciados por sí mismo. La Conciencia Unitaria no tiene que ver con referencias sociales, dogmáticas, culturales. Es experiencia y es sobre todo instantaneidad.
La Conciencia dual se define siempre con relación a una referencia al pasado o con relación a una referencia al futuro. La Conciencia Unitaria engloba los 3 tiempos en el momento presente: es independiente del pasado y no se proyecta en ningún caso en cualquier futuro, estando totalmente establecida en el seno del momento presente.
La Conciencia dual, fragmentaria evoluciona según un espacio-tiempo calificado de lineal pero que de hecho, es curvo, viniendo de un pasado, yendo hacia un futuro pero incapaz de situarse dentro del instante presente. La Conciencia Unitaria escapa del aspecto espacio-temporal. Ella no está por lo tanto limitada a un encierro dentro de un cuerpo y aún menos limitada a una consecuencia del pasado o a una proyección del futuro.
La Conciencia dual está encerrada. La Conciencia Unitaria es libre y liberada. Eso se traduce, evidentemente, por las modificaciones intensas existentes en una estructura llamada el cuerpo energético o cuerpo de Vibración, que conduce, a medida de la experiencia y de la integración de la Conciencia Unitaria, a vivir la superposición de esta Conciencia Unitaria con el vehículo de eternidad o cuerpo de Êtreté.
La conciencia dual es esa de la Conciencia habitual del ser humano funcionando según la regla del bien y del mal, del placer y del no placer, buscando permanentemente una satisfacción mental, emocional, financiera u otra. La Conciencia Unitaria, que muchos de entre ustedes comienzan a vivir y a experienciar, está pues vinculada al Despertar y, diría incluso al despertador, haciendo a ustedes seres luminosos y sobre todo donde el miedo comienza a ser rechazado. No puede haber miedo del futuro, y no puede haber miedo del pasado ya que eso no existe ya que se funde en la Conciencia del momento presente que es, yo les recuerdo, no es algo que encierra, es global y les va a permitir experienciar los estados más allá de la emoción y de la mente que he llamado la Alegría interior o el Samadhi.
La conciencia dual es esa de la Conciencia habitual del ser humano funcionando según la regla del bien y del mal, del placer y del no placer, buscando permanentemente una satisfacción mental, emocional, financiera u otra. La Conciencia Unitaria, que muchos de entre ustedes comienzan a vivir y a experienciar, está pues vinculada al Despertar y, diría incluso al despertador, haciendo a ustedes seres luminosos y sobre todo donde el miedo comienza a ser rechazado. No puede haber miedo del futuro, y no puede haber miedo del pasado ya que eso no existe ya que se funde en la Conciencia del momento presente que es, yo les recuerdo, no es algo que encierra, es global y les va a permitir experienciar los estados más allá de la emoción y de la mente que he llamado la Alegría interior o el Samadhi.
He dicho en numerosas ocasiones que existían numerosas capas sucesivas para este Samadhi. De la misma forma, el establecimiento en la Conciencia Unitaria se hace según una serie de capas sucesivas, apiladas que conviene revelar unas después de las otras. La conciencia separativa o conciencia dual está vinculada a la preservación del “Yo”. Todo eso que viene a poner en peligro el concepto de la ilusión del “Yo”, es rechazado por la mente o por las emociones o por las experiencias, alejándose cada vez más la Conciencia del Sí. La conciencia del “yo” quiere controlar. Ella está dentro de la voluntad. La Conciencia del Si o Conciencia Unitaria está al contrario en el abandono, en el instante, en la instantaneidad, en el eterno presente.
La conciencia del “Yo” o Conciencia dual, está encerrada en una localización espacial y temporal precisa, llamada individuo. La Conciencia Unitaria no está encerrada ni limitada de ninguna forma, por esta noción espacial o temporal que es el cuerpo. El acceso a la Unidad se manifiesta por la comprensión del concepto hindú llamado Maya o Ilusión.
Mientras que el “Yo” predomina, estáis insertos en una realidad tri-dimensional en la que la Conciencia se concibe como separada y dividida del resto del universo, y sólo le interesa lo que es su propia persona, su propio desarrollo del “Yo”, a veces un sentido de Servicio pero que está ligado a la voluntad personal y no a la Luz, dando quizá la Ilusión de la Luz, llamada la Ilusión del ego o la Luz del ego, por oposición a la Luz de la Fuente o Luz Unitaria, Luz Una, en resonancia con la revelación del principio Unitario y de experiencia, sobre todo, de la Conciencia Unitaria.
La Conciencia fragmentaria evoluciona sobre un modelo lineal espacio-temporalmente localizado, limitado al ámbito de sus percepciones Vibratorias y de las percepciones de su propia Conciencia porque, de forma permanente, es coloreada por la mente y por las emociones que traducen, permanentemente, la experiencia del presente en relación a una referencia pasada (referencia pasada emocional o mental), llamada condicionamiento o creencia, en resonancia con un pasado y definiendo el presente únicamente en relación a una referencia o una pauta de lectura ligada al pasado y únicamente en relación a eso, o si no, por una proyección asociada a una ventaja personal hallada en la conciencia del “Yo” en el futuro, llamada proyección, planificación.
La Conciencia del Sí o Conciencia Unitaria no tiene nada que ver con estas referencias espacio-temporales. La Conciencia Unitaria sabe que no está limitada a este cuerpo, que es el conjunto del universo, desvelándose y revelándose de estrato en estrato hasta llegar a estado de Conciencia llamados Maha Samadhi o Gran Samadhi, en donde la Alegría predomina, donde ninguna influencia mental, o ninguna influencia emocional puede llegar a alterar esta Conciencia Unitaria.
El principio de la Unidad o Conciencia Unitaria, da acceso a percepciones que no tienen nada que ver con una coloración mental o emocional y que no tiene nada que ver, tampoco, con una experiencia pasada o una creencia pasada. La conciencia Unitaria está entonces, totalmente liberada de lo que viene del pasado como condicionamiento, como creencia o como sufrimiento que pueda alterar el desarrollo del presente. La Conciencia Unitaria escapa entonces, a la dimensión temporal y a la dimensión espacial existente o predominante en la 3ª Dimensión, que vosotros llamáis disociada o fragmentada. Existen también en la Conciencia Unitaria, los marcadores indelebles e inexorables del pasaje de la Conciencia fragmentada a la Conciencia Unitaria (aunque durante mi vida no tuviera la ocasión de expresarlo de viva voz, otros antes que yo sí lo hicieron y no podía ser sino en los escritos del Advaita Vedanta o las escrituras Védicas antiguas como por ejemplo, los Yoga Sutra de Patanjali). Tenéis también muchas enseñanzas, en los Siddha Yoga y en el Kriya Yoga que evocan también, los signos y marcadores indelebles del paso de la Conciencia fragmentaria a la Conciencia Unificada. La Unificación de la Conciencia no es una visión del espíritu, no es una concepción, y mucho menos una creencia sino que ante todo es, una experiencia Vibratoria de la Conciencia manifestándose una vez más, por marcadores indelebles. Estos marcadores indelebles son llamados los Sidhis o poderes del alma, evidenciándose por ciertas percepciones Vibratorias pero ante todo, por uno llamado Antakharana o cuerda celeste (que traduce la comunicación estableciéndose entre el cuerpo y la personalidad, y el alma y el Espíritu), que se manifiesta por un sonido percibido en una o las dos orejas y que revela el contacto establecido con la Conciencia Unificada.
Paralelamente a esto, las percepciones de la Conciencia son evidentemente, directas, repito una vez más, en absoluto coloreadas ya, por cualquier experiencia pasada o un creencia pasada o un condicionamiento pasado. El ser humano, que vive en la Conciencia Unitaria, está totalmente liberado de la carcasa de la personalidad en la que predomina el miedo. El abandono a la Luz es también una certeza Interior, que se expresa por el hecho de que el alma es totalmente bañada por la Luz, el Espíritu entonces da un paso adelante y la eleva de la mente y las emociones. En la Conciencia Unitaria se manifiestan ciertas Vibraciones y de modificaciones Vibratorias perfectamente localizadas, una vez más, en los textos del Kriya Yoga, los Sidda Yoga y los Yoga Sutra de Patanjali. Oriente en efecto, ha estudiado de forma privilegiada, estas manifestaciones de transformación de la Conciencia. Así, el despertar de la Kundalini se hace realidad. El despertar de lo que se ha llamado los tres Fuegos o los tres centros energéticos mayores del ser humano se convierte en una percepción consciente y lúcida, guiando la vida del ser humano que experiencía y vive la Unidad, sin estar sometido a creencias del pasado ni a los condicionamientos ni a las proyecciones en el porvenir. Esta Conciencia Unificada al instalarse, se manifiesta por la percepción real de lo que nosotros los Orientales, hemos llamado los Chakras o ruedas de energía o Fuegos.
La noción de Fuego no es tampoco, un Fuego por fricción, un Fuego de resistencia sino un Fuego Solar llamado en Occidente, el Fuego Mikaélico o el Fuego del Cielo y de la Tierra, unidos en el Fuego del Éter. El despertar de la Kundalini, la activación de los centros superiores, se revela por modificaciones importantes de la propia percepción de la Conciencia en sí misma pero también del universo donde, repito, la distancia entre el sujeto y el objeto tienden a desaparecer, pudiendo ser la Conciencia a la vez el objeto y el sujeto, a la vez el universo y al final identificarse totalmente, a la Luz y decir entonces, como el Cristo ha dicho en la Cruz: “Yo y el Padre somos Uno”. Este principio de realización no es una visión del entendimiento. Tampoco es un concepto sino más bien una vivencia que se adecua duraderamente y de manera definitiva en la Conciencia Unitaria. No podemos hacernos adeptos de la Unidad sin experienciar las Vibraciones sin vivir la Conciencia porque esto se convertiría si no fuera experienciado, en una creencia como cualquier otra. Pero la creencia jamás será la experiencia. La creencia es, justamente, de lo que se debe desembarazar el “Yo” si desea acceder al “Sí”. Pero al Sí no se accede por una supresión del “Yo”. El “Yo” simplemente puede poner de alguna forma los fundamentos, a través de su búsqueda, de su futuro acceso al Êtreté o a la Conciencia Unitaria.
La Conciencia Unitaria sólo puede vivirse (y en esto, los Arcángeles y yo mismo, hemos insistido en ello) a partir del momento en que la personalidad acepta no guiar más ese vehículo llamado cuerpo, sino dejarse guiar por la Luz. Hay pues, a este nivel, algo de fundamental, expresado hace algún tiempo por el Arcángel Anael (mucho más allá del soltar presa porque en el soltar presa, hay voluntad) y lo que se ha llamado Abandono a la Luz, ahí la voluntad no interviene ya, realizando por sí misma, la experiencia de las frases de Cristo: “Padre, hágase Tu voluntad y no la mía”. Mientras exista en vuestro interior una voluntad personal (aunque sea una voluntad de bien, lo que ya es muy loable), no podéis acceder a la Conciencia Unitaria o de Unidad.
La Conciencia Unitaria es un estado Vibratorio, antes de cualquier otra cosa, evidenciándose por la aparición de marcadores (como he dicho: los Sidhis, el Nada o sonido del alma) el despertar de la Kundalini, el despertar de las Vibraciones en el Corazón y en la cabeza.
Lo que es profundamente de la Conciencia fragmentaria y que puede presentarse como una ilusión de liberación, llamada (y que yo llamaré con vosotros, si queréis) la Conciencia Luciferina, porque es necesario nombrarla. La Conciencia Luciferina está acompañada de percepciones Vibratorias pero sale también, de las creencias. Creencias en la existencia de un orden preestablecido, de una jerarquía que va a guiar la evolución humana, que va a imaginar un salvador externo o Maestros exteriores que vienen a socorreros. Nada es más falso. La Conciencia Unitaria no tiene nada que ver con estos Maestros (pseudo), nada que hacer con estas luces exteriores a vosotros mismos.
Lo que es profundamente de la Conciencia fragmentaria y que puede presentarse como una ilusión de liberación, llamada (y que yo llamaré con vosotros, si queréis) la Conciencia Luciferina, porque es necesario nombrarla. La Conciencia Luciferina está acompañada de percepciones Vibratorias pero sale también, de las creencias. Creencias en la existencia de un orden preestablecido, de una jerarquía que va a guiar la evolución humana, que va a imaginar un salvador externo o Maestros exteriores que vienen a socorreros. Nada es más falso. La Conciencia Unitaria no tiene nada que ver con estos Maestros (pseudo), nada que hacer con estas luces exteriores a vosotros mismos.
La Conciencia Una es total y entera, por sí misma, ya que engloba a ella misma y a la totalidad, en la misma realidad. Así, muchos seres humanos, durante este siglo 20, se han dejado embaucar, tanto en Occidente como en Oriente, sea por la adhesión conceptual al principio Unitario, sea por la adhesión a un número de enseñanzas calificadas de esotéricas pero que os alejan de la clave porque no hay más que un acceso a la Unidad, se llama Corazón. Repito, entendámonos bien: cuando hablo de Corazón, no hablo de una visión del espíritu o de una adhesión a un principio de caridad sino más bien, a la experiencia de la realidad Vibratoria del Corazón, evidenciándose por la percepción del Chakra del Corazón, de la Corona Radiante del Corazón, de los tres puntos del Corazón, del Triángulo redimido pero también, por ese calor y ese Fuego Interior, que revela el contacto con la entidad Solar Cristo/Miguel. Sólo a partir de ese momento, la mutación es desencadenada y va a liberar la Conciencia fragmentaria y devolverla a su propia ilusión. Mientras que no hayáis realizado la entidad Vibratoria revelada y despertada en vuestra estructura corporal ilusoria, que es por lo tanto, vuestro Templo, no podéis acceder a vuestro Corazón. Vuestro Corazón permanecerá en el dominio de las creencias, en el dominio de las adhesiones pero en absoluto en el dominio de la experiencia.
Hoy, la intensidad de la Luz que se derrama sobre la Tierra, la intensidad de la Luz que vosotros habéis revelado, a través de vuestras Bodas Celestes, a través de la revelación de la Merkabah interdimensional de la Tierra, os permiten tener acceso de manera mucho más fácil de lo que lo era hasta el momento, a la Luz auténtica. La Luz es Vibración. La Luz es inteligencia. La Luz es Conciencia. Si vosotros aceptáis haceros Luz, retomando para esto, los término empleado por el Arcángel Anael, de haceros luminosos desde el interior, en ese momento, vosotros sois la vía de lo que se ha llamado pomposamente la Realización, que no es otra cosa que la salida de esta matriz falsificada y la no identificación a la proyección que es este cuerpo y esta Conciencia y esas adhesiones que habéis vivido desde tiempos inmemoriales. No puede haber en este nivel, el quedarse a medias. Cuanto más se deslice el tiempo en el reloj ilusorio de vuestro tiempo, más va a hacer falta que entréis plenamente en la Conciencia Unitaria y abandonar la Conciencia fragmentaria. Hasta el presente teníais la capacidad de vivir en el uno o en el otro, porque el cuerpo de Êtreté se estaba constituyendo. Pero, ahora, la Tierra en su totalidad, ha entrado bajo la influencia del Sol Central de la galaxia. Está alineada con el plano galáctico, este año y no el año que viene. Tenéis entonces, la capacidad y la libertad de dejar morir vuestra personalidad.
No podéis matar a vuestra personalidad. No podéis más que dejarla sumergirse en la Luz. Por esto, hay que superar el principio fundamental de la personalidad que se llama miedo. Pero si trabajáis sobre el miedo, lo reforzaréis. Si trabajáis sobre vuestras carencias, las reforzaréis. La única forma hoy, válida de acceder a la Unidad, es el Abandono total, la rendición total de la personalidad a la Luz. Esto no es ni una palabra vacía, ni una expresión vacía, es la realidad Vibratoria que tenéis que vivir. Se ha dicho: “los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros” porque aquellos que se abren hoy, a esta realidad de la Conciencia Unitaria, viven en el espacio de un instante, la totalidad de lo que habéis vivido (algunos desde hace 20 años y otros desde las Bodas Celestes) revelando su triple Fuego de forma instantánea. Todavía es necesario para eso, que la personalidad acepte enfrentarse a morir simbólicamente, porque no es la muerte de la vida es, evidentemente, el nacimiento de la vida que se acompaña y que acompaña el pasaje de la Conciencia fragmentaria a la Conciencia Unitaria.
La Unidad no es un concepto. La Unidad es una experiencia. Esta experiencia es Vibratoria, la Conciencia Unitaria es Vibración, la Conciencia Unitaria es Inteligencia absoluta, es comprensión y vivencia.
Lo que los textos orientales más antiguos han llamado Maya, es verdaderamente la única verdad viable. Como el Buda dijo: este mundo es Ilusión, en su totalidad. Os concierne, no afirmarla sino vivirla y sólo podéis vivirla a través de la Vibración, sólo podéis vivirla a través del acceso a la única clave que se llama Vibración del Corazón, la Corona Radiante del Corazón y el Fuego del Corazón. Hoy más que nunca, esto va a ser más y más fácil a condición de abandonaros. No puede haber apertura del Corazón sin abandono. Mientras que queráis comprender, mientras que queráis agarrarla, no podréis apoderaros de la Luz ni haceros Luz. Entended esto. Aceptadlo y activadlo. La Luz no se puede atesorar. La Luz irradia. La Luz ilumina. La Luz Una es lo que vosotros Sois, en Verdad.
Por eso es necesario aceptar no identificaros más con vuestra personalidad. La personalidad es efímera, ilusoria y desaparecerá con vuestra muerte. La eternidad no desaparecerá con vuestra muerte, sino al contrario. Entonces, os corresponde decidir. ¿Vais durante este año, a estar cada vez más situados en la Luz Unitaria o vais a resistir? ¿Vais a acarrear los sufrimientos de este cuerpo y de vuestro Espíritu para no abandonaros suficientemente a lo que Sois en Verdad? Acordaros: Conciencia Unitaria igual Vibración. Vibración en que progresivamente, ya no existe más distancia entre vosotros y el resto del mundo, explicando ciertamente, para algunos de vosotros, los contactos establecidos con otros planos llamados planos Unificados, cualquiera que sea la forma que tomen estos contactos. La Luz en fin, es entrega total de sí al Universo. El ego o la conciencia fragmentaria es y seguirá siendo siempre, apropiación a expensas evidentemente, de la Luz. La Luz no puede ser encerrada. Ahora, vuestra Conciencia habitual está encerrada. La Luz sólo puede ser apertura y Vibración. Os corresponde a vosotros saber si deseáis Vibrar, os corresponde saber si sois Vibración o si no lo sois.
He empleado el vocablo de marcador indeleble porque estos marcadores indelebles son la prueba absoluta de vuestro acceso a la Vibración Unitaria. No podéis pretender ser Unitario sin experienciar las Vibraciones. No podéis pretender ser Unitario dejando vivir en vosotros, trozos enteros de personalidad. Lo que caracteriza la fragmentación, es la división y el miedo. Lo que caracteriza la Unidad, es la Alegría y el principio de radiación. Esto prepara, a través estos conceptos que os he presentado, la última etapa del trabajo del Yoga de la Unidad que permitirá, en pocas semanas, realizar de alguna forma la alquimia final y terminal de los tres Fuegos, haciendo de vosotros seres Tres en Uno, reunificados en la Verdad, como Hijos de la Ley del Uno, viviendo en vosotros ese principio Unitario totalmente. A través de vuestras experiencias, vais a ser cada vez más capaces de localizar los momentos en que sois Conciencia fragmentada y los momentos en que sois Conciencia Unitaria. Esto es una ventaja mayor, contrariamente a lo que ocurría durante mi vida, en los tiempos más antiguos, en que el pasaje debía hacerse de una vez y de una vez, una sola.
Hoy, por el hecho de las circunstancias Vibratorias presentes en la Tierra, por el hecho de la activación de la Merkabah interdimensional colectiva, tenéis el tiempo de experienciar y de discriminar los momentos en que vosotros estáis en Conciencia Unitaria y los momentos en que estáis en Conciencia fragmentaria. Con toda lucidez y con toda Conciencia, yo diría que vais a hacer buenas elecciones y decidir lo que va a llevaros hacia la Unidad, hacia la liberación o, al contrario hacia el encierro. Porque una cosa es decir que vosotros no sois esa personalidad, que no sois ese cuerpo y por lo tanto, es en ese cuerpo que es vuestro Templo, donde se realiza la alquimia. Pero vosotros no sois ese Templo. Vosotros sólo sois ese Templo desde el momento en que la personalidad se transmuta, a partir del momento en que la Unidad se manifiesta por la Alegría. A partir del momento en que los miedos se disuelven totalmente. Es esto lo que estáis llamados a vivir en las semanas que vienen, aquellos que todavía no lo han realizado ni integrado. Cada vez más seres humanos van a descubrir este aspecto de su Conciencia desconocida que es esta Conciencia ilimitada. Evidentemente, los Arcángeles os han llamado Semillas de Estrellas. Vosotros estáis más allá de la humanidad y por lo tanto, formáis parte, como yo mismo. Sois los Seres de pura Luz que habéis perdido la memoria de lo que Sois. Ha llegado la hora de despertar la llama, la hora de despertar vuestra eternidad y vuestra infinitud. Esto es ahora. Los tiempos, como sabéis, están en la cuenta atrás y cada vez más reducidos. Momentos que os separan del acceso de la Tierra a su Dimensión final ascendida. Tenéis entonces muy poco tiempo para realizar ese Abandono a la Luz, para daros cuenta de que no sois esa personalidad, que no sois ese cuerpo, que no sois esta Ilusión. No sirve de nada afirmarlo sino que hace falta vivir la experiencia. Vosotros estáis guiados por los marcadores indelebles que yo he llamado el despertar de la Kundalini, el despertar de los tres Fuegos, el canto del alma, todos los síntomas que os he descrito, al cabo de los meses y los años concernientes al Yoga de la Unidad.
La última parte, que os daré dentro de unas semanas, permitirá a los indecisos facilitar el giro de la Conciencia fragmentada a la Conciencia Unitaria. Acordaros que la Conciencia Unitaria es Alegría. El único miedo es un miedo inducido por la mente, que tiene miedo de perder su preeminencia y su predominio sobre la conducta de lo que Sois. Accediendo a la Conciencia Unitaria, vuestra mente se someterá. Tendréis la impresión de no poder funcionar más según los modos de funcionamiento de la Conciencia fragmentaria, traduciéndose probablemente, para muchos de vosotros, como es el caso actualmente, por sentimientos de estar más allá o de estar desconectados. No os volváis locos por esto, es justamente el cambio de pasaje de Conciencia a otra que manifiesta ese sentimiento confuso, ese sentimiento de estar como desconectado de la realidad ordinaria. Es exactamente eso lo que se produce.
No podéis penetrar el Reino de los Cielos, como decía el Cristo, si no os volvéis como un niño. Un niño no tiene mente, un niño vive el instante y solamente el instante. Mientras que vosotros estáis coloreados en vuestras acciones por el resultado de vuestro pasado, mientras que estéis coloreados por vuestras emociones, vuestros afectos y vuestros miedos, no podéis penetrar el Reino de los Cielos. El Reino de los Cielos que, os recuerdo, está en vosotros, en vuestro Corazón, que es la llave y el destino.
Estas son las palabras que tenía que deciros como preámbulo a lo que daré dentro de unas semanas. Si tenéis preguntas en relación a lo que acabo de decir, querría aportar una aclaración suplementaria.
Pregunta: ¿se debe sentir gratitud para recibir mejor la Luz?
Querido Hermano, eso está eminentemente en función de lo que persiste como miedo o como emoción en el interior del sujeto que plantea esta cuestión. La Luz no pide nada más que abandonarse. La gratitud puede ser concebida como un estado de gracia, como un estado de recepción para algunos, para otros no. No hay entonces respuesta para esto, más bien es un tema personal. La Alegría de la que hablo, ligada a la Luz y a la apertura del Corazón, no es verdaderamente una emoción. La dificultad, es que el occidental a menudo ha confundido y mezclado la emoción con el Corazón. El corazón/sentimiento no es el Corazón. El corazón de la cabeza no es el Corazón. Las concepciones del Corazón no son la vivencia del Corazón.
Pregunta: ¿cuál es la mejor actitud para vivir estas transformaciones?
Querida Hermana, hoy todo lo que se os pide, es decidiros: ¿queréis vivir totalmente vuestra transformación, queréis vivir el estado Unitario o estáis condicionados, limitados por las circunstancias sociales, afectivas, o cualquier otra cosa? Recordad que la inteligencia de la Luz proveerá todo, a condición de que vosotros soltéis la presa totalmente, de lo que tenéis. Lo que quiere decir que no es cuestión de dimitir, no es cuestión de abandonar otra cosa, sino simplemente verificar vosotros mismos la inteligencia de la Luz que es Gracia, Fluidez y sobre todo inteligencia. Esto quiere decir que necesariamente va a actuar en el sentido de lo que es la Alegría, que no podéis vivir el estado Unitario sin soltar el estado de dualidad. No podéis acceder a la Unidad diciendo: “me quedo en la dualidad”. Así pues, toda problemática exterior o considerada como tal no tiene ninguna incidencia porque es la personalidad la que quiere a cualquier precio, haceros decretar las reglas de funcionamiento que van a oponerse a vuestro acceso a la Unidad. Primero debe haber acceso a la Unidad, penetración en las esferas de la Unidad, de la Fluidez, de la sincronicidad: “buscad el Reino de los Cielos y el resto os será dado por añadidura”. La cuestión que será planteada para saber “pero, como voy a comer”, no es más que el reflejo del miedo de la personalidad.
Ahora, no podéis vivir la Unidad mientras que exista el más mínimo miedo expresado de la personalidad. Abandonaos a la Luz. En ese momento veréis muy bien, por vosotros mismos, lo que pasa. El Cristo decía: “ ¿se preocupa el pájaro de lo que va a comer mañana ?”. ¿Nos hemos preocupado otros místicos o yo, durante nuestras vidas de dónde íbamos a dormir, o dónde íbamos a comer y cómo íbamos a cubrir nuestras necesidades? No podéis pretender la Inteligencia de la Luz y, al mismo tiempo, actuar para preveniros o aprovisionaros de las diferentes necesidades de la personalidad. Hay un problema esencial. Debéis soltar la presa con todo lo que es voluntad de la personalidad, todo lo que es condicionamiento, para poder vivir la Unidad. No es al contrario. Una vez que habéis accedido a la Unidad, en ese momento, la Inteligencia de la Luz pondrá en su lugar las circunstancias adecuadas a la manifestación de la Luz, en vosotros, como en el exterior de vosotros.
Pero lo contrario no puede en absoluto ser verdad. Es esto lo que nosotros os prescribimos, los Ancianos, que hemos conocido la encarnación humana: para reflexionar y plantear, yo diría, las consecuencias de vuestros actos y de vuestras acciones, hoy. Comprended y aceptad que mientras planteéis la pregunta de un cónyuge, de un trabajo, de un lugar, no hacéis más que expresar el miedo de la personalidad. Porque, cuando penetráis las esferas de la eternidad, cuando comenzáis a vivir el Samadhi, sabéis y vivís el hecho de que nada, absolutamente nada puede faltaros en vuestra vida, de una forma como de otra, pero que no depende en absoluto de la acción de vuestra personalidad. Es una revolución y un cambio de paradigma total. ¿Estáis preparados a vivirlo o no? Vosotros tenéis que decidir.
No tenemos más preguntas, os damos las gracias.
Un Amigo