AA
Gabriel – DAR Y RECIBIR
Canalizado
por Marlene Swetlishoff
Traducido
por Andélei
Amados:
Tengamos una charla sobre la
cualidad del amor conocida como dar. Hay un flujo de energía constante en el
dar y recibir que se encuentra en el universo y está en nuestra voluntad de dar
lo que ellos desean recibir lo que permite que la abundancia en su existencia
circule en sus vidas. El universo funciona en dinámica recíproca y el cuerpo de
uno, mente y pensamientos en cambio están en constante dinámica con las fuerzas
del universo. Si uno desea acelerar y mantener este intercambio, hay que
hacerlo dando exactamente aquello que se desea recibir. Los flujos de energía
de uno en cuanto a felicidad, romance, amistad y salud son todos espejos del
flujo de energía en una interacción armoniosa dentro de nuestro campo de
existencia. La circulación de la energía de uno permite que el flujo se
mantenga vivo y vital. Dicho simplemente, el dar provoca recibir en alineación
con las leyes y principios universales de la naturaleza. El verdadero dar, sin
esperar nada a cambio es tan fácil como respirar. Cuando uno da de todo corazón
es una acción que llena el corazón de alegría. Cuanto más se da, ya sea
proporcionando un servicio, más se crea un vacío que le permite a uno recibir
más de lo que se dio, en armonía con las leyes de la naturaleza que requieren
un equilibrio adecuado. La intención de uno detrás de nuestros pensamientos
debe ser la creación de la felicidad o de la alegría tanto para el que da como
para el que recibe. Al igual que el flujo y reflujo del océano, lo que va
siempre viene, en la medida que haya una intención sincera de proporcionar
felicidad en el dar. Cada pensamiento tiene un efecto dominó, tocando todo y a
todos y tiene el poder de transformar aquello en lo que se está centrado. Uno
puede materializar su existencia al atraer personas adecuadas, situaciones y
recompensas en respuesta a nuestro deseo. Si uno quiere alegría, entonces uno
debe dar alegría a los demás. Si uno quiere amor, tienen que dar amor y
aprecio, deben dar atención. Si uno trata de vivir una vida más gratificante,
entonces hay que tratar de ayudar a otros a su alrededor compartiendo sus
recompensas. Si uno quiere ser bendecido, deben aprender a bendecir
silenciosamente a los que les rodean. El dar más poderoso es totalmente
in-material. Al dar atención cuidadosa y aprecio, uno está dando amor. Dar amor
viene a través de la inspiración del corazón y del espíritu más que del ego. Lo
que un individuo da, así recibirá.
Cada individuo es naturalmente
abundante, y la opulencia es su estado natural de ser. A cada persona no le
falta nada, porque su naturaleza esencial es de un potencial puro. Al dirigir
sus pensamientos y acciones al servicio del dar, se inicia un intercambio de
energía del recibir, que es parte del ciclo natural del universo. Cuando uno
comienza a alinearse con el espíritu del dar desde el corazón y desde el
espíritu de uno, van a empezar a observar las sincronicidades increíbles que se
producen ya que centran sus pensamientos y sus acciones en la dirección de sus
deseos de corazón. A medida que dan, verán el flujo regresar hacia ustedes, el
que deben recibir graciosamente. Su fe en este proceso crecerá exponencialmente
cuando se manifieste y experimenten las sincronicidades que fluyen
continuamente una vez que se aplica esta ley. Ven que mientras más se da, más
se obtiene del dar y recibir, y su capacidad de manifestar lo que desean se
convierte en una segunda naturaleza. A través del dar, entran en otro nivel de
existencia en el que son uno con la fuente de energía. Es una existencia que no
llega a ser mucho más de lo que uno desea, pero más con respecto a cómo uno se
ocupa de todas las nuevas manifestaciones a medida que fluyen sin esfuerzo en
la vida de uno.
Cada individuo que
verdaderamente domina el arte sincero del dar es aquel que le da a los demás la
bondad de su corazón sin motivos egoístas. El dar se convierte en una bendición
tanto para el que da como para el que recibe. La generosidad se convierte en
una elección que se siente bien y feliz. La generosidad viene de creer que uno
tiene lo suficiente para compartir con los demás. Cada individuo da su interés,
su comprensión, su conocimiento y su sentido del humor; quiere dar todo lo que
tiene y que es bueno. De este modo, realzan la sensación de vitalidad en otros,
mientras que al mismo tiempo realzan la propia. Todos reciben una elevación de
su espíritu y esto puede hacer que la vida de alguien sea mucho más brillante y
más feliz. Al dar el regalo de la risa, uno trae muchos beneficios físicos,
mentales y espirituales, como la buena salud y felicidad a los demás. La gente
nunca pierde la necesidad de afecto y aceptación. Al ofrecer un abrazo, una
palmada en la espalda o un toque en un brazo, se pueden curar muchas heridas
emocionales. Al intercambiar conocimientos y sabiduría de uno, uno da un regalo
precioso de uno mismo a otro.
Cada individuo está haciendo
del mundo un lugar mejor cuando motiva e inspira a alguien a actuar en sus
sueños cuando se llenan de duda, miedo y falta de coraje. Este tipo de donación
puede cambiar la vida de la otra persona. La bondad es siempre el regalo más
fácil y más abundante que una persona tiene para regalar. La bondad trae
alegría al que da, al que recibe y a cualquier persona que sea testigo de este
acto de amor. Cuando uno tiene amor incondicional, hace que el mundo sea un
lugar más amoroso y todo el mundo cosecha los beneficios. Al dar, se crea una
conexión con una gran y mayor extensión de la humanidad. El servicio de dar un
poco de amor y bondad puede hacer una diferencia notable en el mundo. La
entrega de la propia alabanza, gratitud y aprecio crea conexiones de corazón a
corazón con las personas que son parte de la vida diaria. Al dar sin ningún
pensamiento o deseo de algo a cambio, uno de los retornos de esta entrega será
verdaderamente ilimitado. Mientras más se da, también recibirán. Cuanto más se
da, más fluirá de regreso a ustedes y será devuelto con creces.
Mientras me despido, es mi
sincera esperanza de que cada individuo tome la decisión de dar a donde quiera
que vayan, y a quien sea que encuentren. El dar crea un patrón de felicidad,
alegría y amor en la vida de uno que se experimentará en formas más allá de las
propias expectativas.
YO SOY el Arcángel Gabriel
No hay comentarios:
Publicar un comentario