YESHUA
– LA INCORPORACIÓN
Canalizado
por Pamela Kribbe
Traducido
por Jairo Rodríguez R. Consultoría Energética y Espiritual
Me complace mucho estar con
vosotros y tener mi energía combinada con la vuestra.
Vosotros sois radiantes Seres
de Luz y no tenéis ni idea de la fortaleza y belleza que diariamente mostráis
en vuestra vida. Aún cuando algunas veces el panorama es oscuro y a veces os
sentís agotados de tratar de avanzar en vuestra vida, sois siempre valientes.
Es necesario que seáis conscientes del valor y el poder increíbles que mostráis
día tras día; continuamente traéis cada vez más Luz a la Tierra, tan sólo con
vuestra presencia aquí. Al anclarte en tu cuerpo, difundes tu Luz en la Tierra;
tú eres la Luz Viviente en la Tierra; y tu cuerpo es parte de esa
incorporación.
Encarnaste aquí con un
propósito, con una profunda intención; tú estás aquí para ti mismo, para
florecer internamente y experimentar y conocer profundamente cada parte de ti
mismo. Pero estás aquí también para la Tierra, para inspirar y nutrir este
Planeta con tu Luz Angélica. Tu cuerpo está compuesto de los mismos elementos
de la Tierra y de los reinos vegetal y animal; eso es lo que compartes con
ellos, no estás separado de la vida que te rodea.
Por sí mismo el cuerpo es una
maravilla; considera todas esas células de tu cuerpo que conocen tanto su papel
individual como su trabajo conjunto en un todo unificado. Ellas dan expresión a
un poder superior; y ese poder superior eres tú, el Alma que vive en tu cuerpo.
Tu Alma es quien inspira la vida y te la da. Gracias a la elección de tu Alma
ha llegado a la existencia el cuerpo que ella ha elegido para esta vida, este
cuerpo en particular con todo lo que te da placer, así como con todo lo
doloroso y pesado.
Ahora le daremos una mirada a
este cuerpo; y sentiremos la maravilla de estar incorporado, aunque no siempre
haya sido fácil para ti experimentar esta incorporación. Y una de las razones
por las cuales es difícil de experimentar la maravilla y la belleza del cuerpo,
es que vuestra cultura es el resultado de una tradición que os ha desvinculado
del cuerpo. En vuestra cultura no es común ver al cuerpo como una inteligencia
viva, como un campo de consciencia con el cual el Alma individual está
íntimamente conectada. Esta visión del cuerpo no os ha sido enseñada por muchas
razones; y una de ellas proviene del tiempo anterior a Cristo.
Comenzó en tiempo de los
Griegos, cuando surgió una manera de pensar que ahora no calificaríais de
pensamiento racional. Surgió una manera de mirar el Mundo en la cual el ego se
convirtió en el centro, en la cual el ego se ve a sí mismo como algo diferente
de lo que percibe. Entonces la naturaleza; y con ella el cuerpo, lentamente
llegaron a ser vistos como objetos que existen independientemente de vosotros;
así que lo externo a vosotros podría convertirse en su objeto de estudio; y
éste fue el comienzo del desarrollo de la ciencia.
Posteriormente, en la
tradición Occidental del Siglo 17 surgió la ciencia moderna; y se incrementó
aún más el dualismo entre la consciencia egóica y el Mundo del cuerpo y de la
naturaleza. Surgió un dualismo que veía cada vez más a la materia como algo sin
vida, veía al cuerpo como un pedazo de arcilla; como si fuera algo que no
poseyera una consciencia viva.
El surgimiento de la ciencia
médica fue posible solamente por medio del estudio objetivo. Se pensaba que el
Alma o la individualidad de la persona era algo irrelevante; se pensaba que no
era importante porque el cuerpo era visto como una entidad material, igual en
todas las personas. Esta visión objetiva de la vida hace posible clasificar
tipos de enfermedades e inventar medicinas; se puede desarrollar toda una
ciencia a partir de semejante visión dualista del Mundo. Yo no digo que esta
visión esté equivocada, solamente que en vuestra cultura se ha convertido en
una tradición que aún existe.
En los tiempos actuales
también podéis ver esa tradición de una manera muy diferente en vuestra
industria de cosméticos. Mirad cómo se experimenta la belleza en vuestra
cultura, se ha convertido en algo objetivo; hay cierta imagen de belleza que se
puede medir: Tales y tales dimensiones son ideales para un cuerpo femenino o
para un cuerpo masculino. La complexión, la textura de la piel y los rasgos
faciales, aún cuando cambian con el tiempo, se evalúan siempre de manera
objetiva como algo exterior a vosotros, como algo en lo que os debéis basar
para hacer juicios.
La enfermedad y la salud
también se juzgan en esos términos; si un cuerpo está enfermo, debe tener algo
malo; y consecuentemente debe arreglarse; aquí el cuerpo es visto como arcilla
muerta, o como cierto tipo de mecanismo. Así que estáis viviendo en una
tradición dualista; y aquello que es más íntimo para ti, aquello en lo que
resides día tras día, tu cuerpo; ya no es algo con lo cual estés conectado
natural e íntimamente. Habéis resultado enajenados de vuestro cuerpo.
En la Tierra hubo tiempos
anteriores en los cuales se tenía una visión bastante diferente. Tal como se ve
a través de los ojos modernos, entonces las personas vivían en una especie de
era mítica en la cual creían que todas las cosas estaban conectadas con todas
las demás. Podíais hablar con los árboles, los animales y las plantas; y todas
esas criaturas no-humanas portadoras de algo significativo. Existía una
vitalidad que fluía a través de los animales y los árboles y las plantas; y
todos estaban interconectados.
Sin embargo, esa visión
naturalista también tenía desventajas, porque las personas que creían en ella
algunas veces podían caer presa de lo que ahora llamamos superstición y temor:
El temor a las fuerzas de la naturaleza y a los dioses que se ocultaban en ella
y tras de ella. Ésa era una tradición anterior; y la ciencia y la manera
racional de pensar que es el fundamento de las ciencias, puso fin a esa
tradición. Desafortunadamente, la visión científica objetiva ha llevado a
vuestra cultura y a vuestra percepción de vosotros mismos, a una
desnaturalizada división esquizofrénica.
Tan sólo pensad en cuán
diferente es la visión que podéis experimentar continuamente a partir del
interior de vuestro cuerpo: ¿Cómo se siente en el interior? ¿Está hambriento o
sediento? ¿Se siente relajado o tenso? ¿Siente placer o dolor? Hay una constante
sensación interna de lo que siente el cuerpo. Desde el punto de vista opuesto
veis y juzgáis vuestro cuerpo desde afuera, según lo que debería ser de acuerdo
con una imagen corporal que se percibe externamente: ¿Qué debería ser capaz de
hacer el cuerpo? ¿En qué punto de su desarrollo debería estar? ¿Cuál debería
ser su apariencia?… ¿Cumple esos estándares externos que os han impuesto?
Cuando te aqueja una
enfermedad usualmente vas al médico que representa la tradición dualista
científica y objetiva. Un médico que te puede decir qué tienes mal, cuáles
medicamentos están disponibles; y ese pronóstico se hace con base en el tipo de
síntomas que tienes. Sin embargo, todo esto se hace sin que hayas hecho ninguna
conexión con el campo energético que es tu cuerpo.
El médico tampoco le presta
atención a ese campo energético ni se conecta con él; simplemente mira los
síntomas y hace un diagnóstico, luego los clasifica para determinar dónde
encajan en la imagen mayor que él ha adquirido, para poder emprender las
acciones necesarias con base en ese conocimiento. Al mismo tiempo, tu cuerpo
sigue dándote señales que son únicas para ti, las cuales algunas veces no
encajan en las reglas e ideas generales que obtienes del exterior, como por
ejemplo de un médico.
Es extremadamente importante
que vuelvas a tener consciencia del cuerpo desde el interior; y que permitas
que tu cuerpo sea el criterio para las acciones relacionadas con él. Si estás
enfermo o tienes dolencias físicas, debes ir a tu interior; y desde allí
encontrar las bases para manejar estas dolencias y estos síntomas. Sólo después
debes mirar al Mundo exterior, en el cual quizá te sirva algo; como por ejemplo
un médico, una opinión, o algo que leas.
Sin embargo, estos aportes
externos solamente son secundarios. Primero está la conexión interna con tu
cuerpo; y para hacerla, primero debes tener creencias diferentes de las que tu
cultura te dice. Debes abandonar completamente la idea de que el cuerpo es un
mecanismo, como una materia sin consciencia. Debes llegar a creer realmente que
tu cuerpo puede ser tu guía; que te puede dar respuestas; que en sí mismo tiene
una inteligencia natural y quiere servirte; que es divinamente inspirado.
Quiero pedirte que ahora mismo
dediques un momento a conectarte íntimamente con tu cuerpo. Lo puedes hacer
prestando atención a tu respiración, sintiendo cómo fluye a través de tu pecho
hacia tu abdomen; y luego dirige tu atención a tus pies. Enfoca tu consciencia
en las plantas de tus pies y siente cómo tocan el suelo. Siente no solamente
los huesos y la piel de tus pies, siente también el campo energético que hay
dentro y alrededor de tus pies; este campo energético no es fácilmente
perceptible, pero tú lo puedes hacer. Quizá sientas un pequeño cosquilleo, o
quizá otra cosa, pero cualquier cosa que sientas es útil.
Luego observa tus manos con la
misma atención; imagina que tus manos están llenas de consciencia que se hace
perceptible por causa de tu atención. Permite que tu consciencia vaya hasta las
puntas de tus dedos; y siente que en tus manos hay algo más que la mera forma
material. Siente una vital presencia energética en tus manos y alrededor de
ellas; y quizá también veas o sientas un suave resplandor.
Ahora te pido que permitas que
tu atención y tu consciencia se extiendan a todo tu cuerpo. Pero no conviertas
esto en un gran esfuerzo, éste no es un ejercicio mental; es enfocar tu
atención en algo que ya está allí. Un cuerpo vivo no es algo que tengas que
adquirir, no es algo que tengas que ganarte; simplemente siente, desde la
cabeza hasta los pies, el campo viviente que ya te rodea; trata de sentir y
percibir la totalidad de tu campo energético y de tu cuerpo como una entidad
viva.
Imagina que este silencioso
flujo energético que siempre está ahí en todo tu cuerpo, quiere decirte algo.
Lo primero que tu cuerpo quiere decirte es que él es consciencia, la Luz viva
que quiere servirte. Tu cuerpo está ahí para ti; te otorga la habilidad de
expresarte; y le gustaría estar a tu servicio. Y si está sufriendo un dolor o
enfermedad, entonces observemos cómo sucede eso.
Por sí mismo el cuerpo siempre
busca el equilibrio, todas las células de tu cuerpo están orientadas hacia ese
fin: Trabajan y construyen en pro del equilibrio. Inclusive cuando envejeces y
tu cuerpo pierde vitalidad, todas las células están enfocadas en crear
equilibrio; es posible envejecer de una manera muy graciosa, sin una cantidad
de dolores y esfuerzos; esto es posible a partir del cuerpo mismo, inclusive
cuando el cuerpo tiene cargas genéticas. En tu cuerpo hay una energía vital tan
increíblemente poderosa, que le permite sanarse y equilibrarse, inclusive
cuando el desequilibrio ha sido extremo.
Ten fe en la capacidad de tu
cuerpo para equilibrarse y sanarse; las fuerzas de la naturaleza son muy
fuertes. Tan sólo observa en torno a ti, al mar y al Sol; ten la certeza de que
tu cuerpo está construído con la misma materia viva y con la misma consciencia
de esos elementos naturales. Tan sólo piensa en el océano, siente el oleaje
eterno y la inagotable renovación de ese movimiento: El poder auto-limpiador. O
piensa en un gran roble antiguo que lo ha presenciado todo: Los vientos, las
lluvias, los amaneceres. Tu cuerpo también es muy fuerte porque está hecho de
los mismos elementos.
Ahora, es verdad que un Humano
es un Ser muy complejo; como Alma tú has tenido una gran cantidad de
experiencias en la realidad terrenal, algunas de las cuales han producido
emociones negativas; sentimientos de ansiedad, tristeza, dolor, ira, como los
llamáis. Estas emociones pueden actuar sobre el cuerpo; y con el tiempo el
cuerpo se desequilibra; las emociones también son fuerzas muy poderosas, sus
energías son muy fuertes y pueden afectar al cuerpo creando bloqueos en el
nivel energético. Sin embargo, la consciencia de tu cuerpo que mencioné antes
te sirve en este caso porque la consciencia del cuerpo ve al Alma como su
Maestra.
Cuando el Alma está
experimentando constantemente ira o alguna otra emoción deprimente,
eventualmente el cuerpo la absorberá en su consciencia y se entregará a ella,
por decirlo así; entonces las emociones pueden tomar el control del cuerpo y
expresarse en forma de dolencias o enfermedades. El cuerpo sigue haciendo su mejor
esfuerzo para restaurar el estado natural de equilibrio, pero si las emociones
lo impregnan todo; y la persona no tiene la habilidad de sentirlas y
transformarlas, el resultado puede ser la enfermedad.
Es importante que os deis
cuenta de que casi siempre el origen de una enfermedad es emocional; las que
crean los mayores estragos en el cuerpo son las emociones que experimentas en
la vida, el dolor espiritual que acumulas. Y hay razones para que esto sea así,
no es que haya algún juicio externo sobre la emoción y tu reacción ante ella,
sino que es importante que tú conozcas tus emociones interiores para que el
cuerpo te pueda ayudar a enfrentarlas. Al volverte a conectar con la
consciencia natural de tu cuerpo, que procura el equilibrio, puedes detectar
cuáles emociones te están deprimiendo o bloqueando.
Quiero pedirte que ahora mismo
hagas precisamente eso. Antes nos conectamos con el campo energético vivo del
cuerpo, esa corriente subyacente que siempre está ahí; y con la inteligencia
natural del cuerpo. Ahora imagina que también tienes un cuerpo emocional. En la
tradición esotérica la consciencia corporal se ha llamado Cuerpo Etérico,
mientras que al cuerpo emocional se le ha llamado Aura o cuerpo astral; y se
extiende más allá de vuestro cuerpo físico.
Ahora imaginemos por un
momento que en torno a ti hay un campo energético compuesto por las energías de
las emociones y los humores cambiantes; imagina que sale del cuerpo más o menos
3 pies (91.44 centímetros). Trata de conservar la primera impresión de ese
cuerpo que te llegue a la mente sin pensar mucho en ello; porque te voy a pedir
unas pocas cosas respecto a ese campo.
Tú estás en medio de ese campo
energético: ¿Es pacífico o hay tensiones en él?… Y si hay tensiones: ¿Dónde
sientes que están localizadas en el campo energético? ¿Están delante de ti o
detrás de ti? Deja ir tu atención a ese sitio de tu cuerpo emocional que
sientes tenso por causa de las presiones de los eventos externos de tu vida; y
simplemente permítele que exista; no necesitas intentar arreglarlo, tan sólo
entérate de dónde está.
Luego lleva tu atención a un
lugar de tu cuerpo tranquilo y calmado; en tu campo energético encuentra un
lugar donde estás en paz. Quizá surjan espontáneamente recuerdos de un momento
en el cual te sentiste relajado, o de una situación en la cual te sentiste
alegre. Siente esa energía durante un momento.
Finalmente, imagina que eres
un Ángel magnífico. Estás detrás de ti y envuelves con tu Luz y con sus alas
tanto a tu Aura y a tu cuerpo emocional, como a tu cuerpo físico y al campo
etérico que contiene. El Tú-Ángel abraza todo tu Ser con amoroso respeto. Y
como este magnífico Ángel que eres está lleno de sabiduría, Compasión y
fortaleza, tú te sientes entendido, amado y apoyado.
La incorporación de tu Alma,
que es tu cuerpo, quiere que estés bien; se esfuerza por tener equilibrio; y en
cierto sentido también es tu guía. Y por otra parte está el Tú-Ángel que te
protege y te cuida; y que está ahí para ti sin condiciones. Este Ser Angélico es
tu Yo Superior, eres Tú. Y en medio de los 2 está tu cuerpo astral o emocional,
en el cual las emociones se pueden atascar o bloquear.
Trata de aceptarlo tal como es
ahora, permítele que sea como es ahora; y ten respeto por quien eres; porque
entre los Ángeles, vosotros estáis entre los valientes. Has hecho este viaje
para ti mismo, aunque no solamente para ti mismo. Has venido aquí descendiendo
a la más profunda oscuridad; así de convencido estás de la Luz que tiene todo
en el Cosmos, de la Luz que lo infunde todo. La más pequeña rama y la más
pequeña hoja de un árbol, el escarabajo más pequeño y la minúscula brizna de
hierba, están imbuídos de Luz viviente.
Siente que tanto las fuerzas
de la Naturaleza como los poderes espirituales del Cielo están contigo para
apoyarte en esta senda: El proceso de transformar pesados estados emocionales
en Luz, conocimiento y comprensión. No estás solo, estamos junto a ti. Y
recuerda que tu cuerpo es tu amigo, tu aliado; y junto con el Tú-Ángel, quieren
ayudarte a florecer. Acepta la verdad: Que eres valiente, que eres maduro, que
eres un Ser bello. Cree en tu riqueza y en los tesoros que están disponibles
para ti; y descubrirás tu experiencia con un corazón más ligero y con
relajación en tu cuerpo. Hay sanación para ti… ¡Créelo!
Yeshua.
Nota de los editores: Les dejamos el link del audio de este mismo mensaje.
https://youtu.be/s906vJ-nOk0
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