La
Conducta Espiritual, por Hermes Trimegistro
Canalizado
por: Ramaathis-Mam
Hoy vamos a exponer un tema
relevante en la vida de aquellos que aspiran a la ascensión espiritual que
culmina en la maestría o iluminación. La evolución espiritual no sólo se
fundamenta en patrones de comunicación, sino también de interacción con los demás
y con el entorno. El ser humano es una estructura de evolución configurada por
pensamientos, emociones, sentimientos y reacciones. Estos son las funciones o
expresiones del cuerpo mental superior que manifiestan el nivel de evolución y
conciencia de una persona. Vuestros pensamientos están mediatizados por
vuestros deseos que a su vez son influenciados por vuestro estado
psicoemocional. Todo esto se acaba plasmando en el plano de la acción como un
sinónimo de conducta. La conducta de una persona demuestra cuáles son valores,
conceptos, hábitos y tendencias.
La conducta espiritual es la
manifestación de vuestro Ser Esencial cuando está vibrando en la tesitura del
amor, la sabiduría y la belleza divina. Hay muchas personas cuya conducta está
basada en parámetros educativos y culturales convencionales, pero nada tiene
que ver con la conducta espiritual. De hecho, bajo la presión de determinadas
circunstancias estas personas pierden la compostura y exhiben habitualmente una
conducta irracional y agresiva. ¿Por qué? No han sublimado su egocentrismo que
es el causante de todos los conflictos y sufrimientos en la humanidad. La
conducta espiritual no es una exhibición de información metafísica, creatividad
o retórica intelectual teñida con conceptos filosóficos interesantes e
ingeniosos; tampoco se trata de una técnica específica que se puede aprender y
utilizar para impresionar, manipular o captar la atención de otras personas. No
es una pose artificial que se manifiesta dentro de la jurisdicción de un
entorno social o situación específica. Los delirios de grandeza, prestigio,
fama y demás lacras egocéntricas no son atributos de la conducta espiritual.
¿Qué es entonces la conducta espiritual? Es una forma de ser y actuar conforme
a los principios de la evolución espiritual que fomenta armonía, colaboración y
comunicación fraternal y solidaria.
Hay personas que son muy
elocuentes pero su conducta deja mucho que desear y no se corresponde con el
mensaje o valores que imparten, evidenciando su falta de honestidad e hipocresía.
Otras personas no se expresan bien pero su conducta es más coherente y
virtuosa. La clave está en integrar la elocuencia basada en los principios del
crecimiento interior y la conducta ejemplar que, como soporte espiritual, da
fuerza y vida al mensaje que se transmite. Por eso, en los círculos de los
iniciados se hace énfasis en la pureza del corazón que expresa los valores y
conceptos reales de la evolución espiritual. Esto requiere de una buena dosis
de discernimiento y honestidad para poder diferenciar la realidad de la
ficción, el fraude de lo verdadero, la humildad de la soberbia, la luz de la
oscuridad, etc. Es muy fácil desviarse de los parámetros reales de la evolución
espiritual debido al autoengaño y la deshonestidad. Es de vital importancia
para los que estéis interesados en progresar espiritualmente estar alerta y
dispuestos a cuestionar aquellos aspectos de vuestra vida que, aunque
atractivos para el ego mental, son perniciosos para vuestro crecimiento
espiritual. Hoy en día lo que predomina en vuestro mundo es el fraude a todos
los niveles y, por supuesto, en el ámbito de la espiritualidad. Muchos no son
víctimas del fraude del que puedan ser objeto, sino de su propia deshonestidad
y falta de sinceridad. Nadie os puede embaucar, a no ser que vosotros lo
aceptéis como parte de los deseos ocultos del ego que siempre acechan desde la
clandestinidad de la ingenuidad y el autoengaño.
Ser íntegro en el amplio
sentido de la palabra es algo muy difícil y que no todo el mundo está dispuesto
a aceptar y desarrollar. La integridad espiritual es la manifestación de la
conducta espiritual cuando se está vibrando en sintonía y sinergia con los
paradigmas de la evolución cósmica. La conducta espiritual no es una forma de
ser o estilo de vida estereotipado, sino un acto consciente de sensibilidad
espiritual para poder detectar todo aquello que es discordante y no fomenta
sabiduría, sensibilidad, armonía y transformación. El nivel evolutivo de una
persona se evalúa en función de su conducta espiritual no como algo puntual y
en unas circunstancias y entorno específicos, sino en cada instante de vuestra
vida. Cuando estáis solos y tenéis conflictos psicológicos y emocionales, y los
aceptáis plenamente sin disfrazarlos y conscientes de vuestras limitaciones, estáis
potenciando la conducta espiritual. La conducta se manifiesta cuando discernís
el origen del conflicto, la honestidad para aceptar vuestras deficiencias
espirituales y la humildad para transmutarlas. No es necesario adoptar poses
artificiales ni pretender ser lo que no se es ni donde no se está
espiritualmente, porque esto, aunque no lo detectéis, crea improntas profundas
en vuestra mente y potencia más el egocentrismo.
La conducta espiritual es una
forma de vivir conforme a los ciclos evolutivos que el universo y la Divinidad
van diseñando para vosotros, sin oponer resistencia ni intentar justificar
vuestros errores. El error es un dispositivo de crecimiento espiritual muy
constructivo que abre los canales para que la guía y la gracia divina
desciendan sobre vosotros. No debéis olvidar que siempre estáis bajo una
exhaustiva supervisión por parte de las esferas de luz, donde lo más importante
es ser honesto y sincero con uno mismo para serlo también con los demás. Todos
buscáis la felicidad y la paz interior, pero si no estáis vibrando en la
tesitura de la conducta espiritual no podréis conseguirlo. Todo es una cuestión
de establecer qué buscáis, hacia dónde queréis ir y qué esperáis de la vida y
la evolución. Hay muchas personas dentro del ámbito de la espiritualidad que
aparentemente buscan el crecimiento interior, pero no son conscientes de los
deseos subconscientes que están clandestinamente pulsando su vida. Recordad que
el monitor interior o Ser Esencial es consciente de todo lo que sucede en
vuestra vida a nivel consciente a inconsciente.
Para interactuar con los demás
desde la fraternidad, la compasión y la solidaridad tenéis que hacerlo desde la
actitud terapéutica de ser consciente de vuestras limitaciones y deseos que
enturbian vuestra percepción correcta de la realidad. La conducta espiritual se
expresa cuando vuestros pensamientos están centrados en disolver las sombras
del ego que bloquean y distorsionan la conexión con la Fuente Divina y con
vuestro Ser Esencial. Cuando os hayáis despojado de los deseos que nada tienen
que ver con la transformación y crecimiento espiritual, comenzaréis a sentir y
comprender cómo la conducta espiritual es la herramienta de conexión y
comunicación con el plan divino de la evolución. Para esto tenéis que trascender
el plano mental e intelectual en el que estáis atrapados y que os desconecta
del flujo cósmico de la evolución y de vuestra Expresión Divina. La conducta
espiritual se activa cuando revisáis vuestros hábitos y tendencias perniciosas
para incorporar los conceptos y los valores espirituales universales del
servicio desinteresado, el espíritu fraternal y solidario hacia los demás y la
compasión hacia todos los seres vivos. La conducta espiritual es un estado de
conciencia en el que se comprende la esencia espiritual de todo lo que existe
independientemente de la forma externa. Es un sentimiento de gratitud hacia la
vida y el Creador que incesantemente nos acompaña respetando nuestro libre
albedrío y poder de elección.
La conducta espiritual se
fundamenta en los parámetros del pensamiento divino que incesantemente busca la
reconexión y cooperación con el plan cósmico de la evolución; en el sentimiento
bondadoso y puro de modificar aquellos aspectos de vuestra vida que bloquean
vuestra percepción y discernimiento de la vida y la evolución; en el deseo
sincero y humilde de aceptar vuestras limitaciones y condicionamientos que
generan conflicto y confusión en vuestra vida. Si vuestra conducta espiritual
no se basa en la transformación personal, no podréis integrar los valores
espirituales de los grandes maestros y os estancaréis en las proyecciones
egocéntricas. Los verdaderos guerreros espirituales no temen el enfrentamiento,
porque saben que es el crisol para templar y transmutar las sombras del ego que
interfieren y bloquean su visión y percepción espiritual. La conducta
espiritual es estar dispuesto a disolver todo vestigio de egocentrismo,
hipocresía, fraude y manipulación de la verdad y de todo lo relacionado con
ella.
La conducta espiritual es la
guía divina que nutre, protege e impulsa la luz de vuestro Ser Esencial,
impregnando cada pensamiento, palabra, sentimiento y acción con sabiduría,
compasión, armonía y amor. Estos atributos divinos son parte de vuestra esencia
divina, pero están eclipsados por las sombras del ego. ¿Cuáles son las sombras
del ego? Toda actitud, concepto, hábito, pensamiento y acción que fomenta
disociación, conflicto, manipulación, discordia y sufrimiento. No es fácil
detectar y ser consciente de las sombras del ego debido a que actúan desde la
inconsciencia, el fraude, la hipocresía y el autoengaño. La finalidad de todo
proceso de crecimiento espiritual es detectar y disolver esas sombras que
implacablemente os hostigan, extrayendo vuestra energía vital y desconectándoos
del flujo de luz divino. Los maestros del pasado exhibieron la conducta
espiritual no como un don especial que se les otorgó, sino como parte de su
trabajo personal y compromiso con la vida y la evolución cósmica. Es normal que
una persona sensible sienta atracción y elogie la conducta de los grandes
maestros, pero además debe aspirar y utilizar las herramientas necesarias para
integrarla en su vida. A veces os estancáis en la apreciación de la conducta
espiritual de los maestros, obviando vuestra responsabilidad para seguir sus
pasos.
Todos los mensajes que os
transmitimos es con la finalidad de fomentar la alquimia espiritual en vuestra
vida, y esto implica integrar la conducta espiritual para que el universo y las
altas esferas os reconozcan y ayuden en vuestra evolución. Las informaciones y
pautas de acción son las herramientas que podéis utilizar para ir creando un
espacio interior de luz que irradie alerta, sensibilidad, discernimiento y
disolución de las sombras que eclipsan la conexión y comunicación con Dios y
con vuestro Ser Esencial. La síntesis de la conducta espiritual es:
-Sentir la luz de vuestro Ser
Divino que os impele a diluir las sombras que, como depredadores enmascarados,
os desconectan de Dios y os despojan del discernimiento para detectarlas.
El sendero es largo y
tortuoso, pero si solicitáis guía y ayuda a las esferas de luz se os entregarán
las claves y las herramientas para iluminaros y recuperar vuestro estatus
inmortal y divino. Hermes Trimegistro derrama sus bendiciones hacia todos
aquellos que buscan la luz y la sabiduría en la conducta espiritual.
HERMES
TRIMEGISTRO
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