LOS ARCTURIANOS ~ RECOMENDACIONES PARA ESTE
TIEMPO
Canalizado por Magda González
Amados Hermanos,
Recibid nuestro infinito Amor y
Bendición.
Tanto vosotros como nosotros somos
hijos del Padre, somos hermanos en la Luz. Somos hermanos de una manera más
trascendente de la que vosotros sois conscientes. Nuestra base genética es la
misma y esa es una de las razones por las cuales estamos tan pendientes de
vosotros, porque os consideramos, en el lenguaje que vosotros utilizáis en la
Tierra, hermanos de sangre, hermanos de ADN. Por ello, somos conscientes de que
es más lo que tenemos en común y que nosotros, que hemos recorrido un camino
más largo en términos de lo que vosotros conocéis como la dimensión tiempo,
hemos vivido experiencias que pueden ayudaros en el proceso que estáis
experimentando ahora mismo.
Aquellos de vosotros que hayáis
experimentado dificultades con la ingesta de ciertos alimentos, escuchad a
vuestro cuerpo. Vuestro ADN y vuestra frecuencia energética están siendo
modificados. Algunos de vosotros lo estáis haciendo conscientemente,
manteniendo la meditación diaria de una manera disciplinada y otros lo hacéis
principalmente en sueños, porque aún no habéis tomado consciencia de la
importancia de la meditación diaria. Pero todos los que estáis comprometidos de
manera positiva en este proceso de cambio, de transformación y de ascensión,
estáis recibiendo información consciente e inconscientemente.
Queremos deciros que deberíais
observar minuciosamente qué os sienta bien y qué no. No podéis guiaros por la
labor realizada y por las experiencias pasadas porque ya no sois los mismos y
no seguiréis siendo los mismos. Por lo tanto, expresiones como: “si esto
siempre me ha funcionado”, “si siempre me he alimentado de esta manera”, “si lo
he hecho así siempre”, ya no tienen cabida, es parte de vuestra transformación,
desde lo mental y desde la palabra.
Os recomendamos con mucho Amor que
estéis atentos permanentemente. A quienes va dirigido este mensaje sabéis que
estamos en una verdadera transformación, no lo dudéis ni por un segundo.
No permitáis que vuestro pensamiento
se centre en quién originó o no originó esto, en los buenos o en los malos, en
el juicio, en qué va a pasar después. Sed conscientes de que hacer eso desvía
vuestra energía, vuestro pensamiento, vuestro foco. El ejercicio, Amados
nuestros, es mantener vuestro pensamiento consciente, en el presente, en el
aquí y ahora. Recordad que el tiempo es aparente.
Muchos de vosotros os preocupáis por
“de dónde vino”, por el “antes” y por el “después” y os desviáis de lo
verdaderamente importante y trascendente, que es el presente, el aquí y ahora,
la transformación consciente, vuestra transformación espiritual, mental,
emocional y física. Porque queremos aclararos que, aunque vuestro espíritu es
perfecto, también a ese nivel se están generando modificaciones relacionadas
con la elevación de la frecuencia, que están muy ligadas a la expresión que
habéis conocido como «el salto cuántico».
Vosotros sois seres de Luz que
voluntariamente pidieron estar aquí en este tiempo. No os distraigáis con lo
que no es trascendente y desgasta vuestro pensamiento y vuestra mente.
Cada vez que vayáis a preparar un
alimento o a consumirlo, preguntadle a vuestro cuerpo, él os dirá si la
frecuencia de la vibración con la que está vibrando ese alimento es afín a
vuestro organismo.
Vuestra sensibilidad se ha
incrementado, Amados. Por ello, deberíais seguir muy atentamente cada señal, cada mensaje, cada visión, cada
sueño, aunque de una manera sosegada. Recordad que siempre veréis lo que queráis
ver, y aquí, deberíais ver lo que ES, escuchar lo que ES. Recordad las palabras
de vuestro Amado Maestro Jesús, hermano nuestro: «Si no os da Paz, no viene de
mí».
Amados, ved la belleza en lo que os
rodea, en vuestras mascotas, en los elementos que forman parte de vuestra
cotidianidad. No os desgastéis lamentándoos por aquello o lo otro, ya os lo
hemos dicho previamente. Si tuvierais o si no tuvierais, valorad cada plantita,
cada elemento, cada alimento, cada persona hermana vuestra… Como ya sabéis,
vuestra tranquilidad radica en la valoración justa y en la gratitud, porque es
así como vuestro pensamiento se mantiene elevado en una frecuencia positiva.
Recordad que todo es como debe ser,
el orden perfecto de Dios, de vuestro Padre que también es el nuestro.
Tampoco olvidéis la importancia que
tiene la respiración. La alimentación trabaja a nivel de vuestros tejidos
físicos y cada alimento tiene una frecuencia vibratoria. Pero en cada
inhalación consciente que hacéis, permitís que altas frecuencias ingresen, no
solo en vuestro campo físico, sino también en vuestro campo áurico, lo que
eleva vuestra energía. Y si vuestra energía está elevada, entonces seréis
inmunes a las frecuencias negativas.
Practicad aquella respiración con la
que os sintáis cómodos, la que os permita elevar vuestra frecuencia de manera
profunda y transformadora. Que inhaléis Paz, Luz y Amor y exhaléis angustia,
preocupación, incertidumbre y cualquier emoción densa que os hayáis guardado y
que os ancla a energías más bajas. Recordad: inhalad Paz, Luz y Amor y en cada
exhalación liberaos de toda esa carga pesada y negativa, que, en este momento,
os limita para llevar a cabo esta transformación.
Os recomendamos nuevamente tener
especial cuidado con vuestros sueños. Antes de dormiros, envolved vuestro sueño
en la Luz Dorada que os hemos recomendado. El proceso de sueño es esa conexión
con otras dimensiones y, por lo tanto, también deberíais cuidar que os
conectéis con frecuencias elevadas porque, de lo contrario, en ellos se
manifestarán vuestras preocupaciones y vuestros miedos.
Recordad permanentemente que cada uno
de vosotros cuenta con su Ángel, a quien conocéis en el lenguaje terrestre,
sobre todo de las religiones judeo-cristianas, como el Ángel de la Guarda, para
otros el Guía. Es muy importante que seáis conscientes de la asistencia con la
que contáis cada uno de vosotros; pedidla y podéis estar seguros que la
recibiréis.
Tratad de tener un día tranquilo,
positivo.
Os amamos infinitamente y os enviamos
nuestras bendiciones.
Recibid el Amor del Padre en vuestro corazón y en vuestro
Ser.
Con amor,
LOS ARCTURIANOS
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