YESHUA - TRATAR CON LAS EMOCIONES
Canalizado
por Pamela Kribbe
Traducido
por Sandra Gusella
Queridos
amigos,
Estoy
encantado de estar nuevamente entre ustedes y de comunicarme con ustedes de
esta manera. Debo decirles que esto significa mucho para mí también. Aprecio
estos encuentros, porque de este modo puedo llegar más cerca de ustedes que
cuando estoy dentro de mi propio plano de realidad.
Aún
así yo siempre vivo dentro de sus corazones y espero esos momentos en su tiempo
cuando están abiertos y susceptibles a mi energía. Mi energía, la energía
crística que está renaciendo en estos tiempos, no es solamente mi energía. No
es simplemente la energía de un hombre que vivió en la tierra en una época: es
un campo de energía colectiva de la cual ustedes forman parte de un modo más
profundo de lo que ustedes comprenden.
Todos
ustedes hicieron una promesa una vez, todos ustedes expresaron su intención de
llevar esta energía más allá hacia la realidad terrestre, de anclarla dentro de
la tierra. Durante muchas vidas, muchos siglos, ustedes han trabajado en esta
misión. Todos ustedes están en el proceso de dar nacimiento a la semilla
crística dentro de ustedes, y yo los estoy ayudando. Yo fui un precursor, sin
embargo la siembra de la energía crística fue un esfuerzo colectivo. Incluso mi
llegada a la tierra fue posible únicamente por el campo de energía que estuvo
presente aquí, tejido por ustedes. Nosotros trabajamos juntos, somos una
unidad.
Por lo
tanto, yo soy accesible a todos ustedes. Yo no estoy disponible exclusivamente
para alguna persona. Yo estoy al servicio de todos ustedes.
Hoy
quiero hablar acerca de un tema que los toca profundamente y frecuentemente en
el día a día de sus vidas. Es sobre tratar con las emociones.
La
última vez hablé acerca de las energías masculinas y femeninas que corren a
través de su campo de energía y de sus chacras. He recalcado la importancia de
sanar los tres chacras inferiores, como una parte de llegar a estar entero y
completo dentro de ustedes mismos. Pensé que era importante recalcar esto, ya
que muchos de ustedes que anhelan lo espiritual tienden a retirarse, tanto en
pensamiento como en sentimiento, a los chacras superiores.
El
corazón, el tercer ojo y el chacra de la corona son atractivos para ustedes,
porque estos centros de energía los llevan a estar en contacto con los reinos
superiores que son tan naturales para ustedes. Pero la real ruptura interna
debe ocurrir ahora en el nivel inferior, en el área de los chacras más bajos,
cercanos a la tierra.
El
área de las emociones es un área vital en el proceso de desarrollo hacia la
libertad y la totalidad. Ustedes son seres espirituales. Ustedes vinieron de un
plano de realidad donde la densidad y la falta de rumbo de la realidad
terrestre era desconocido para ustedes. Arreglárselas con esto ha sido difícil.
A lo
largo de muchas vidas, ustedes han tratado de expresar su energía cósmica aquí
en la tierra. Y en esta expresión, en la canalización de su energía a la
tierra, se han desarrollado muchos traumas profundos. El cuerpo emocional, que
todos ustedes poseen, está repleto de heridas y de traumas. De esto quiero
hablar hoy.
Todo
aquel que transite por el camino del crecimiento interior sabe de la
importancia de las emociones: que ustedes no deberían reprimirlas, que de algún
modo ustedes tiene que llegar a un acuerdo con ellas, que ustedes finalmente
deben liberarlas, pero cómo trabaja todo esto no siempre está muy claro.
Primero
quiero hacer una distinción entre emociones y sentimientos.
No
estoy interesado aquí en los términos específicos o clasificaciones, y ustedes
pueden llamarlo con diferentes nombres, pero yo quiero hacer una distinción
entre emociones, en el sentido de energías que son esencialmente expresiones de
malentendido, y sentimientos, o energías que son una forma de entendimiento más
elevado. Los sentimientos son sus maestros, mientras que las emociones son sus
niños.
Las
emociones son energías que tienen una clara manifestación en el cuerpo físico.
Las emociones son reacciones a cosas que ustedes realmente no entienden.
Consideren lo que sucede cuando ustedes se ven superados por un ataque de
rabia. Por ejemplo, alguien hiere sus sentimientos inesperadamente, y ustedes
sienten que se ponen coléricos. Ustedes pueden sentir esto en su cuerpo muy
claramente: en determinados lugares ustedes sienten que la energía se pone
tensa. Esta tensión física o rigidez, que sigue al sobresalto energético,
muestra que hay algo que ustedes no entienden. Hay una energía viniendo a
través de ustedes que sienten que es injustificada. El sentimiento de ser
tratado injustamente, en breve la incomprensión, se descarga a través de la
emoción. La emoción es la expresión de la incomprensión, es una explosión
energética y una liberación.
Cuando
esto sucede, ustedes se enfrentan con la siguiente elección: ¿qué voy a hacer
con esta emoción? ¿Voy a basar mi comportamiento actual en esto? ¿Voy a usar
esto como combustible para mis reacciones hacia los demás o voy a dejar que la
emoción sea, y baso mis acciones en algo más?
Antes
de responder estas preguntas, quiero explicar la naturaleza de los
sentimientos.
Las
emociones son esencialmente estallidos de incomprensión que ustedes claramente
pueden percibir en el cuerpo. Los sentimientos, por otro lado, son de una
naturaleza diferente, y son percibidos también de manera diferente. Los
sentimientos son más calmos que las emociones. Ellos son los susurros del alma,
que los alcanzan a ustedes a través de suaves codazos, una sabiduría interior o
una acción intuitiva súbita que más tarde parece haber sido muy acertada.
Las
emociones siempre tienen algo muy intenso y dramático en ellas. Consideren los
ataques de ansiedad, de pánico, de rabia o la tristeza profunda. Las emociones
se agarran de ustedes completamente y los alejan de su centro espiritual. En el
momento en que están sumamente emocionados, están llenos de una clase de
energía que los separa de su centro, de su claridad interior. En este sentido,
las emociones son como nubes suspendidas delante del sol.
Con
esto, yo no quiero decir nada en contra de las emociones. Las emociones no
deberían reprimirse; son muy valiosas como un medio para llegar a conocerse más
íntimamente. Pero yo quiero expresar cuál es la naturaleza de la energía
emocional: es un estallido de incomprensión. Las emociones esencialmente los
llevan fuera de su centro.
Los
sentimientos, por otro lado, los llevan a ustedes profundamente dentro de
ustedes mismos, hacia su centro. Los sentimientos están estrechamente asociados
con lo que ustedes llaman intuición. Los sentimientos expresan un entendimiento
más elevado, una clase de entendimiento que trasciende tanto a las emociones
como a la mente.
Los
sentimientos se originan en un reino no físico, fuera del cuerpo. Es por esto
que ellos no están tan claramente localizados en un lugar del cuerpo físico.
Consideren lo que sucede cuando ustedes sienten algo, una atmósfera o un estado
de ánimo, o cuando ustedes tienen presentimientos acerca de una situación.
Entonces hay una especie de sabiduría en ustedes, que parece venir desde
afuera, y que no es una reacción de ustedes a algo externo. Ustedes lo toman
desde el exterior, y viene ‘de la nada’ (‘como llovido’ como ustedes tan
bellamente lo dicen). En tales momentos ustedes pueden sentir que algo se abre
en el chacra del corazón.
Hay
muchos momentos en los cuales tal sabiduría interior viene a ustedes. Por
ejemplo, pueden ‘saber’ algo acerca de alguien sin haber hablado mucho con él o
ella. Pueden sentir algo acerca de ustedes dos, que más tarde jugará un rol
importante en su relación, pero lo cual no es fácil de expresar en palabras -
‘simplemente un sentimiento’ – y ciertamente no fácilmente comprendido por la
mente. (Estos son los momentos en los que su mente se pone escéptica,
diciéndoles que ustedes están inventando cosas o que se están volviendo locos).
Quisiera
mencionar otra energía que tiene más una naturaleza de ‘sentimiento’ que una
emocional. Es la alegría. La alegría puede ser un fenómeno que trasciende lo
emocional. A veces ustedes pueden sentir una clase de alegría interior que los
eleva, sin una razón particular. Ustedes sienten la divinidad dentro de
ustedes, y su conexión íntima con todo lo que existe. Tal sentimiento puede
llegar a ustedes cuando menos lo esperan. Es como si algo Superior los tocara o
como si ustedes tocaran una realidad Superior. Los sentimientos no son evocados
tan fácilmente y parecen llegar a ustedes ‘como llovidos’.
Las
emociones casi siempre tienen una causa inmediata clara: un gatillo en el mundo
exterior ‘que presiona sus botones’.
Los
sentimientos se originan en la dimensión de su Ser Superior. Ustedes necesitan
estar serenos por dentro para atrapar esos susurros en su corazón. Las
emociones pueden perturbar este silencio interior y paz. Por lo tanto, es vital
llegar a estar calmos emocionalmente y sanar y liberar las emociones
reprimidas. Solamente desde sus sentimientos, los cuales los conectan con su
alma, ustedes pueden tomar decisiones equilibradas.
Estando
en silencio y tranquilos, ustedes pueden sentir con todo su ser qué es lo
correcto para ustedes en un determinado momento. Tomar decisiones basadas en la
emoción es tomar decisiones desde una posición no centrada. Ustedes primero
necesitan liberar las emociones y entrar en contacto con su núcleo interno,
donde hay claridad.
Ahora
quiero ir a la pregunta de cómo pueden ustedes tratar mejor sus emociones.
He dicho
que “los sentimientos son sus maestros y las emociones son su niños”. Los
paralelos entre ‘ser emocional’ y ‘ser como un niño’ son sorprendentes. Su
‘niño interior’ es el asiento de sus emociones. También hay una semejanza
sorprendente entre el modo en que tratan a sus propias emociones y el modo en
que tratan a los niños (reales).
Un
niño es honesto y espontáneo es sus emociones, y él no las esconde o reprime
hasta que los adultos lo estimulan a hacerlo. El hecho de que los niños
espontáneamente expresen sus emociones no significa, sin embargo, que el niño
experimente sus emociones de un modo equilibrado. Todos saben que un niño puede
ser arrebatado por sus emociones (rabia, temor o tristeza) y con frecuencia es
incapaz de frenarlo. En tal situación, el niño puede casi anegarse en sus
emociones y eso lo desequilibra, lo deja fuera de su centro.
Una de
las razones de esta emotividad ilimitada, es que el niño ha dejado
recientemente un mundo en el cual difícilmente hay algún límite. En las
dimensiones etéreas o astrales, no había tales restricciones y limitaciones
como las hay en el reino físico, dentro del cuerpo físico. Las emociones del
niño son a menudo ‘reacciones de incomprensión’ a esta realidad física. Por lo
tanto, el niño cuando madura necesita ayuda y apoyo en tratar con sus
emociones. Esto es parte del proceso de la ‘encarnación equilibrada’ en la
tierra.
Por
consiguiente ¿cómo tratan ustedes con las emociones, ya sea en ustedes mismos o
con sus niños?
Las
emociones no deberían ser juzgadas o reprimidas. Las emociones son una parte
vital de ustedes como seres humanos, y como tales necesitan ser respetadas y
aceptadas. Ustedes pueden considerar a sus emociones como a sus niños, quienes
necesitan su atención y respeto, y su guía.
Una
emoción puede ser mejor vista como una energía que viene a ustedes para ser
sanada. Por lo tanto, es importante no dejarse llevar completamente por la
emoción, sino permanecer capaz de observarla desde una postura neutral. Es
importante estar conciente. Uno podría decirlo de este modo: ustedes no
deberían reprimir una emoción, pero no deberían sumirse en ella tampoco. Porque
cuando ustedes se anegan en ella, cuando ustedes se identifican con ella
completamente, el niño en ustedes pasa a ser un tirano que los llevará a
extraviarse.
Lo más
importante que ustedes pueden hacer con una emoción es reconocerla, sentir
todos los aspectos de ésta, mientras no pierden su conciencia. Tomen por
ejemplo la ira. Ustedes pueden invitar a la ira a estar totalmente presente,
experimentándola en su cuerpo en varios lugares, mientras ustedes están al
mismo tiempo observándola neutralmente. Tal tipo de conciencia es sanadora. Lo
que sucede en esta circunstancia, es que ustedes abrazan a la emoción, lo cual
es esencialmente una forma de incomprensión, con comprensión. Esto es alquimia
espiritual.
Por
favor déjenme explicar con la ayuda de un ejemplo. Su hija se ha golpeado su
rodilla con la mesa y está realmente herida. Ella está perturbada, gritando con
dolor, y ella patea la mesa porque está enojada con ella. Ella considera que la
mesa es el origen del dolor.
La
guía emocional en este momento significa que los padres primero ayuden a la
niña a nombrar a su experiencia. “Tú estás enojada, ¿no es así? – tienes dolor,
¿correcto?”. Nombrarlo es esencial. Ustedes transfieren la raíz del problema
desde la mesa a la niña misma. No es la mesa, eres tú quien está dolorida, eres
tú quien está enojada. ¡Y sí, yo comprendo tu emoción!
Los
padres abrazan la emoción de la niña con comprensión, con amor. En el momento
en que la niña se sienta comprendida y reconocida, su ira se desvanecerá
gradualmente. El dolor físico puede aún estar presente, pero su resistencia al
dolor, la ira alrededor de esto, puede disolverse. La niña lee compasión y
comprensión en sus ojos, y esto relaja y calma sus emociones. La mesa, la causa
de las emociones, ya no es más pertinente.
Al
abrazar una emoción con comprensión y compasión, ustedes cambian el foco de la
atención de la niña desde el exterior hacia el interior, y ustedes le enseñan a
la niña a tomar responsabilidad por la emoción. Ustedes le están mostrando a
ella que su reacción a un disparador externo no es algo determinado, sino que
es una cuestión de elección. Ustedes pueden elegir incomprensión o comprensión.
Ustedes pueden elegir luchar o aceptar. Ustedes pueden elegir.
Esto
también se aplica a las relaciones con sus propias emociones, su propio niño
interior. Darle cabida a sus emociones, nombrarlas y hacer un esfuerzo por
entenderlas, significa que ustedes verdaderamente respetan y aprecian a su niño
interior. Hacer el cambio desde lo ‘externo’ hacia lo ‘interno’, tomar responsabilidad por la
emoción, ayuda a crear un niño interior que no quiere herir a nadie más, que no
se siente victimizado. Las emociones fuertes – ya sea ira, aflicción o temor –
siempre tienen el componente de la impotencia, ej sentir que ustedes son la
víctima de algo que es externo a ustedes.
Lo que ustedes hacen cuando se enfocan, no en las circunstancias
externas a ustedes, sino en cambio en su reacción y en su dolor, es que ustedes
‘descartan’ al mundo externo como la causa de sus emociones. Ustedes no se
preocupan mucho más por lo que ocasionó la emoción. Ustedes se vuelcan
completamente hacia el interior y se dicen a ustedes mismos: muy bien, ésta ha
sido mi reacción, y comprendo por qué. Comprendo por qué me siento del modo en
que me siento, y voy a asistirme en esto.
Volverse
hacia sus emociones de esta manera amorosa, es liberador. Esto requiere una
especie de autodisciplina. Librar a la realidad exterior de ser el ‘orígen del
mal’ y tomar ustedes mismos total responsabilidad, significa que reconocen que
‘ustedes eligen reaccionar de un cierto modo’.
Ustedes
dejan de discutir sobre quién tiene razón y quién no la tiene, quién es el
culpable de eso, y ustedes simplemente liberan la cadena completa de eventos
que sucedieron fuera de su control. ‘Yo ahora experimento esta emoción con
total conciencia de que yo elijo hacerlo así’. Esto es tomar responsabilidad.
¡Esto es coraje!
La
autodisciplina en esto es que ustedes renuncian a ser rectos y a ser la víctima
desamparada. Ustedes renuncian a sentirse encolerizados, incomprendidos y todas
las otras expresiones de victimización que pueden sentirse totalmente bien en
algunos momentos. (De hecho, ustedes frecuentemente estiman a las emociones que
más los traban). Tomar responsabilidad es un acto de humildad. Esto significa
ser sincero con ustedes mismos, incluso en sus momentos de mayor debilidad.
Esta
es la autodisciplina que se les pide. Al mismo tiempo, esta clase de vuelco
hacia el interior requiere la mayor compasión. La emoción a la que ustedes
están francamente preparados para enfrentar como su propia creación, también es
considerada con tierna comprensión. ‘Tú eliges la cólera esta vez, ¿no es así?’
puede ser lo que descubran respecto a ustedes mismos. La compasión les dice:
‘Muy bien, puedo ver por qué, y te perdono’. ‘Tal vez cuando tú sientas más
claramente mi amor y apoyo, tú no te sentirás inclinado a tomar esa respuesta
la próxima vez’.
Este
es el verdadero rol de la conciencia en la autodisciplina. Esto es lo que
significa la alquimia espiritual.
La
conciencia no pelea o rechaza nada; ésta rodea a la oscuridad con comprensión.
Ésta rodea las energías de incomprensión con comprensión y así convierte el
metal en oro. La conciencia y el amor son esencialmente lo mismo. Ser conciente
significa dejar que algo sea y rodearlo con su amor y compasión.
Con
frecuencia ustedes piensan que ‘la conciencia solamente’ no es suficiente para
superar sus problemas emocionales. Ustedes dicen: yo sé que tengo emociones
reprimidas, conozco la causa de ellas, soy conciente, pero esto no pasa.
En ese
caso, dentro de ustedes hay una sutil resistencia a esa emoción. Ustedes
mantienen la emoción a una distancia, por temor o por sentirse agobiado por
ella. Pero ustedes nunca son agobiados por una emoción, cuando ustedes
concientemente eligen admitirla.
Siempre
y cuando mantengan la emoción a una distancia, ustedes estarán en guerra con
ella. Estarán luchando con la emoción y ella se volcará en contra de ustedes de
varias maneras. A la larga ustedes no pueden mantenerla fuera. Ella se
manifestará en su cuerpo como un dolor o una tensión, o como un sentimiento de
depresión. Sentirse agotado o fatigado es un claro signo de que ustedes están
reprimiendo ciertas emociones.
La
cuestión es que ustedes necesitan permitir que sus emociones entren a su
conciencia plenamente. Si ustedes no saben exactamente qué emociones hay ahí,
ustedes muy bien pueden comenzar por sentir las tensiones en su cuerpo. Ésta es
una puerta para las emociones. En su cuerpo todo está acumulado. Por ejemplo,
si ustedes sienten dolor o tensión en el área de su estómago, ustedes pueden ir
ahí con su conciencia y preguntar qué hay. Permitan que las células de su
cuerpo les hablen. O imaginen que, allí mismo, el niño está presente. Pídanle
al niño que les muestre qué emoción es predominante en él o en ella.
Hay
varias maneras de ponerse en contacto con las emociones que hay dentro de
ustedes. Es esencial reconocer que la energía que quedó atascada en la emoción
quiere moverse. Esta energía quiere ser liberada y por lo tanto golpea a sus
puertas como una queja física o como un sentimiento de estrés o depresión. Para
ustedes, es cuestión de realmente abrirse y estar preparado para sentir la
emoción.
Las
emociones son parte de su realidad terrestre – pero ellas no deberían
dominarlos. Las emociones son como las nubes para el sol. Por consiguiente es
tan importante ser conciente de sus emociones y tratarlas concientemente. Con
un cuerpo emocional claro y equilibrado, es mucho más fácil entrar en contacto
con su alma o núcleo interior, a través de su intuición.
En su
sociedad hay mucha confusión en torno a las emociones. Esto es evidente, entre
otras cosas, por la cantidad de debate y confusión que hay con respecto a cómo
educar a sus niños. Los niños son claramente mucho más emocionalmente
espontáneos de lo que son ustedes como adultos. Esto crea dificultades. ¿Qué
ocurre si se sobrepasan algunos de sus límites morales? ¿Qué sucede si la
situación se va de las manos y surge el caos? ¿Uno tiene que castigar a los
niños o permitirles expresarse libremente? ¿Sus emociones tienen que ser
controladas o no?
Lo que
es importante en la educación de un niño es que él aprenda a comprender sus
emociones. Comprender de dónde vienen y ser responsable por ellas. Con su
ayuda, el niño puede aprender a ver sus emociones como ‘estallidos de incomprensión’. Esta comprensión
evita que él quede ‘anegado’ en sus emociones y pierda el control. La
comprensión libera y los lleva de vuelta a su centro, sin reprimir la emoción.
Los padres le enseñan a su hijo a tratar con las emociones de esta manera
siendo el ejemplo viviente de ello.
Todas
las preguntas que ustedes se hacen acerca de cómo tratar con sus hijos también
se aplican a ustedes mismos. ¿Cómo se las arreglan con sus propias emociones?
¿Son duros consigo mismos? ¿Cuándo se sienten enojados o tristes por mucho
tiempo, se castigan a ustedes mismos diciendo: “vamos, sigue andando, y no te
quedes colgado”? ¿Suprimen la emoción? ¿Sienten que castigarse a sí mismo es
bueno y necesario? ¿Quién les enseñó esto? ¿Fueron sus padres?
¿O se
van al otro extremo? Se ‘revuelcan’ en sus emociones, no queriendo soltarlas.
Con frecuencia este también es el caso. Ustedes pueden haber sentido por mucho
tiempo que eran una víctima de una situación externa a ustedes, por ejemplo su
educación, su pareja o su ambiente de trabajo. En un determinado momento, puede
ser muy liberador entrar en contacto con la ira dentro de ustedes relacionada
con las cosas negativas que los influencian. La ira puede permitirles escaparse
de estas influencias, y seguir su propio camino. Sin embargo, ustedes pueden enamorarse
tanto de su ira, que ya no quieren más darse por vencidos. En lugar de ser una
puerta, esto pasa a ser una ‘forma de vida’. Entonces surge el papel de
víctima, que es cualquier cosa menos sanador. Esto les impide a ustedes
mantenerse en su propio poder. Es muy importante ser responsables de sus
propias emociones y no hacer de ellas ‘verdades absolutas’. Cuando ustedes les
dan a ellas la condición de verdades, en lugar de considerarlas como
‘estallidos de incomprensión’, ustedes basarán sus acciones en ellas, y esto
los llevará a tomar decisiones no centradas.
Lo
mismo sucede con los niños a quienes se les permiten demasiada libertad
emocional. Ellos ‘corren desenfrenados’ y se vuelven incontrolables; ellos se
vuelven pequeños tiranos, y eso no está bien. El caos emocional es tan
desagradable para el niño exactamente como lo es para los padres.
En
breve, ustedes pueden ser tanto estrictos como demasiado indulgentes al tratar
con sus emociones (y, en analogía, con sus niños). Quiero examinar un poco más
el modo ‘indulgente’, porque éste parece ser más el tema de discusión hoy en
día. Desde los ‘sesenta’ ha habido una comprensión colectiva de que no se
suprimirían sus emociones, porque entonces se estaría sofocando su
espontaneidad y creatividad, en efecto su verdadera alma. La sociedad
produciría niños obedientes y disciplinados quienes prestarían más atención a
las reglas que a los susurros del corazón, y esto sería una tragedia – tanto
para la sociedad como para el individuo.
¿Pero
qué hay en el otro extremo: qué hay en cuanto a justificar las emociones de tal
modo que ellas asumen la dirección y gobiernan sus vidas?
Ustedes
pueden observar muy bien dentro de ustedes si hay emociones que las estiman de
tal modo que las están considerando realmente como verdades (en lugar de lo que
ellas realmente son: estallidos de incomprensión). Ustedes se han identificado
con estas emociones. La paradoja es que, muy frecuentemente, éstas son
emociones que les causan mucho sufrimiento. Por ejemplo: victimización (‘yo no
puedo hacer esto’, ‘yo no puedo ayudar en esto’, liderazgo (‘yo me ocuparé de
esto’, ‘yo lo voy a manejar’), tristeza, miedo, ansiedad, etcétera. Estas son
todas emociones que son dolorosas pero aún así, en otro nivel, les dan a
ustedes algo especial de qué agarrarse.
Tomen
el ‘sentimiento de víctima’. Puede haber ventajas en este patrón de
sentimiento. Puede darles a ustedes una sensación de seguridad. Los libera de
ciertas obligaciones y responsabilidades. ‘Yo no puedo ayudar, ¿o sí?’ Es un
rincón oscuro en el cual se están sentando, pero parece un lugar seguro.
El
peligro de identificarse o ‘fundirse’ con tal patrón de sentimiento por mucho
tiempo es que ustedes pierden contacto con su propia verdadera libertad, su
núcleo divino más interno.
En el
camino de su vida pueden haber entrado cosas que justificadamente han provocado
emociones de cólera y resentimiento dentro de ustedes. Esto puede haber
sucedido durante su juventud, más tarde, o incluso en vidas pasadas. Es muy
importante que ustedes contacten estas emociones conscientemente, y que se
percaten de la cólera, de la tristeza o de cualquier otra energía cargada
intensamente dentro de ustedes. Pero en determinado momento, ustedes necesitan
tomar responsabilidades por sus emociones, porque ellas constituyen sus
reacciones a un suceso externo.
Ser
centrados, ser claros y poderosos y estar en equilibrio espiritualmente,
significa que toman una total responsabilidad por todas las emociones que están
en ustedes. Entonces ustedes pueden reconocer la emoción de (por ejemplo)
cólera dentro de ustedes y al mismo tiempo decir: esta fue mi reacción a un
determinado suceso. Yo rodeo está reacción con comprensión, pero al mismo
tiempo me propongo liberarla.
La
vida finalmente no se trata de ser correcto; se trata de ser libre y completo.
Es muy liberador soltar viejas respuestas emocionales que han pasado a ser un
‘estilo de vida’.
Uno
podría decir que todo gira en torno al sutil camino intermedio entre suprimir
emociones y sumirse en ellas. En ambos extremos, ustedes han sido educados con
opiniones e ideales que no concuerdan con la naturaleza de la alquimia
espiritual. La esencia del desarrollo espiritual es que ustedes no suprimen
nada, sino que al mismo tiempo toman total responsabilidad por eso, yo elijo
esta reacción, por lo tanto yo puedo sanarlo. Reclamar su maestría, en verdad
de esto se trata mi mensaje.
Tal
vez no es realmente un camino intermedio, sino un camino diferente.
Todo
esto tiene que ver con la alquimia espiritual. Al aceptar todo lo que está dentro
de ustedes, se elevan sobre eso y pasan a ser su maestro. La maestría es tanto
fuerte como dócil. Es muy tolerante y aún así requiere de gran disciplina: la
disciplina del coraje y la sinceridad.
Reclamen
su maestría, vuélvanse los maestros de las partes y piezas que los torturan, a
menudo a espaldas de ustedes. Entren en contacto con ellas, tomen
responsabilidad. No se dejen llevar por heridas emocionales inconscientes que
los desvían y que bloquean su camino hacia la libertad interior. Es su conciencia
la que sana. Ningún otro puede recuperar por ustedes el poder sobre sus propias
emociones. No existen instrumentos externos o medios para eliminar esas
emociones. Es siendo conscientes de ellas, con fuerza, con determinación y con
compasión, que ellas son liberadas a la Luz.
Llegar
a estar ileso y libre en el nivel emocional es uno de los aspectos más
importantes del desarrollo espiritual. Quiero finalizar diciendo esto: no hagan
esto más difícil de lo que es. El camino espiritual es un camino simple. Se
trata de del amor por ustedes mismos y de la claridad interior. No requiere
ningún conocimiento específico ni rituales específicos, reglamentos o métodos.
Todo lo que ustedes necesitan para su desarrollo espiritual está dentro de
ustedes.
En un
momento tranquilo, vayan a la parte sensible de ustedes. Dejen que este lado
sensible les diga lo que necesita para ser aclarado y purificado dentro de
ustedes. Confíen en su intuición. Trabajen en eso. Crean en ustedes mismos.
Ustedes son el maestro de su vida, el maestro de su único camino hacia el amor
y la libertad.
Con
amor
Yeshua