Recibido por: Jean Luc Ayoun - Traducción: Hedyn Núñez y Odilia Rivera
Hermanos y Hermanas presentes sobre esta Tierra, soy la que se llamó, en vida, Gema Galgani. Soy, hoy, quien encarna para ustedes, en ustedes y el Cielo, la función Vibratoria llamada Unidad. Me ha sido pedido, por María, de venir a manifestar, hacerles percibir, bien más allá de las palabras que pronunciaré, lo que es la Unidad. En primer lugar, como ya lo saben por medio de los Melquizedec, a cada una de las Estrellas Vibratorias se les ha atribuido un emplazamiento en vuestra Cabeza y también en vuestro ADN. Este emplazamiento preciso se conecta directamente a la capacidad Vibratoria de lo que he encarnado y de lo que encarno, hoy para ustedes, presentando una conexión dinámica, debido a su emplazamiento. Estoy conectada directamente al Triángulo vinculado a la Claridad y a IM o sea Miguel. Soy también, debido a mi emplazamiento y por la ilustración de mi última vida, la que hubo desposado y fusionado la Dimensión del Cristo. Soy Unidad. Soy la Luz Blanca Última, reflejo, imagen e identificación total a la Fuente Una.
El Arcángel Miguel a menudo los ha nombrado y llamado Hijos del Uno o Niños de la Ley del Uno porque es lo que son. La Unidad no es un concepto, aunque eso pueda expresarse de esta forma y por otra parte algunos seres Realizados lo han hecho.
La Unidad es un estado de la Conciencia donde no existe ni separación ni división ni oposición. Es un estado donde la Conciencia no puede percibir distancia entre el yo y todo el resto. El yo se convierte en todo el resto, para abarcar y abrazar lo que otros llamaron, el Sí mismo. La Unidad se acompaña de percepciones mucho más allá de estados emocionales, traducidos en la lengua francesa por la Alegría. Por mi parte, prefiero la palabra Fusión ya que la Unidad es efectivamente un estado de Fusión. Fusión, en primer lugar, de los distintos componentes existentes en la encarnación y Fusión también con todos los otros Estados del Ser, todos los otros Estados de todas las Conciencias. La Unidad se acompaña de una Claridad particular, de una claridad permitiendo concientizar y Vibrar la ausencia de distancia, la ausencia de separación. De esta ausencia de distancia y esta ausencia de separación, se establece un mundo nuevo, en Sí mismo, donde todo se convierte en transparencia, donde todo se convierte en Claridad. Es este el lugar del Misterio, ilustrado por el punto IM y el Arcángel Miguel. Es el espacio donde la Conciencia no puede vivirse como fragmentada ni separada de nada, en la encarnación como en la Conciencia pura, no encarnada.
El estado de Unidad confiere al estado Crístico, lo que, durante mi vida, yo había llamado mi esposo, como tantas otras mujeres, habiendo vivido esta fusión mística con el Cristo. Obviamente, no se trata únicamente de un personaje histórico, sino, más bien, de un estado de Conciencia donde lo que domina es ante todo el Fuego. No el Fuego que quema sino el Fuego que revela y que alumbra, el Fuego que calienta y que suprime toda distancia entre sí y todo el resto.
La Conciencia ígnea, en la que están convirtiéndose, no percibe ya ninguna separación ni ninguna lucha. Eso es la Unificación, por el acceso a un estado Vibratorio Interior, del interior y del exterior. Es un estado de Alegría, un estado de Felicidad en el cual la Conciencia se instala. La conciencia del ego (o conciencia dividida) sólo se expresa a través de dos filtros y solamente dos filtros: el bien y el mal. La Conciencia Unitaria está bien más allá del bien y el mal. Ella los ha sobrepasado, englobado, trascendido y reunificado, a ellos también. En la Alegría no existe ni bien ni mal. Existe solamente un estado de Claridad, un estado Luminoso, ilustrado por mi propia Radiación que no es otra que la Radiación de la Fuente, sobre la cual ningún elemento propio al distanciamiento y a la separación, pueden venir a oponerse. A partir del momento en que no hay más resistencia, incluso en la encarnación, la Alegría puede desplegarse. Es un estado de Fusión mística, de éxtasis, en el cual nada puede ya alterar o perturbar este estado. Es un estado Interior, porque a partir del momento en que se tornan hacia el hacer y la acción, obviamente, este estado permanece en estado de recuerdo, ya que la acción, en el mundo exterior, no puede ser sino dual, ya que es aún un mundo de Dualidad. Lo que explica que, durante mi vida, haya hecho la elección consciente de manifestar, en totalidad, esta Claridad, esta transparencia, esta Unidad, lo que hizo que no pudiera mantener un cuerpo en vida, por mucho tiempo. Era mi camino, era mi demostración, es lo que había elegido vivir.
En la actualidad, el conjunto de los Hermanos y Hermanas de esta humanidad va necesariamente a pasar por esta etapa. Esta etapa de Claridad, de transparencia total, los Hermanos y Hermanas lo vivirán fácilmente. Otros Hermanos y Hermanas, estarán hasta los últimos minutos, aterrorizados por esta Luz. Ya que la Luz llama efectivamente al final de la Dualidad, el final de una serie de identificaciones, de proyecciones, de creencias y de certezas. Todo lo que se proyectaba es hecho exteriormente, debe disolverse y desaparecer. Entonces, por supuesto, esos de entre vuestros Hermanos y Hermanas que aún no lo han alcanzado o han temido, de una forma o de otra, la Vibración de este estado, no deben ni juzgarlos ni condenarlos ya que no tuvieron la suerte, la oportunidad o el coraje, según eso, de vivir o acercarse a ese estado de Unidad. Para ellos, la conciencia no puede estar en la distancia que existe entre lo que son y lo que es el resto del mundo. Esto es una visión vinculada a la conciencia parcelaria o fragmentada, mantenida constantemente por lo que llaman (y que llamo con ustedes) el mental, las creencias, las suposiciones.
De una manera general, el mental del ser humano es construido para hacerles evitar toda zona de sufrimiento, toda zona desconocida ya que el mental sólo procede por aprendizaje y apropiación. Ahora bien, la Unidad representa la pérdida de la identificación y de la apropiación de toda proyección. Entonces, por supuesto, esos de sus Hermanos y Hermanas que están establecidos en sus certezas, en su seguridad ilusoria de este mundo, no pueden sino ser desestabilizados profundamente por la Unidad y la Luz que ella transporta. No pueden resolver el problema de la Unidad por una adhesión conceptual, ni incluso, diría, por una adhesión perceptual, sino solamente por una aceptación ilustrada en palabras por el Cristo sobre la cruz: “Padre, en tus manos encomiendo mi Espíritu”. Es el Abandono total de toda veleidad personal, el Abandono total de toda identificación personal. Es trascender y dejar atrás la personalidad. Es trascender y superar todas las creencias, sin excepción, incluso en un Cristo exterior. Sólo ustedes son, en definitiva, como se lo han dicho algunos Ancianos, quienes pueden salvarse a sí mismos. Nadie más que ustedes mismos los salvará y es la Luz que ustedes son la que desempeña este papel. Pero la Luz Vibral auténtica ha sido disociada de este Plano de manifestación. La encarnación, tal como yo la viví, tal como la viven, es un mundo donde la Luz está ausente. En definitiva, están obligados a encontrarla al Interior ya que es el lugar donde permaneció.
Este lugar, que desde hace tanto tiempo los seres de Conciencia elevada, llamados Elohim, han permitido mantener en la falsificación, solamente para traerlos a este momento que viven, durante este año, que es el de la revelación total de la Luz. Por supuesto, la manifestación en la Dualidad (que eso sea por este cuerpo donde todo lo que existe sobre este mundo de conciencia se establece y se manifiesta por el principio de Dualidad) va a sentirse amenazada, o incluso aterrorizada por la Luz Unitaria. La Unidad es Claridad. La Unidad es transparencia. Ella es para ustedes un Misterio que viene a disolver vuestras referencias, vuestro mundo, lo que son vuestras prácticas y vuestras creencias. La Unidad es un estado de Vibración que me gusta llamar absoluto, donde no hay más lugar para ninguna Sombra ni para ninguna resistencia. Es un espacio de ustedes mismos dónde no están ya separados de nada, ni en pensamiento, sino que están en la Verdad de la Vibración. En este estado, así, como el Cristo, pueden afirmar: “Yo y el Padre somos Uno, yo y la Fuente somos Uno”. Ustedes no son más que ese cuerpo del árbol, de la flor, de vuestro Hermano, de vuestra Hermana, de la totalidad del Sol, de la totalidad de los Universos.
Salir de la Dualidad y volver a entrar en Unidad es volverse Luz, volverse Luminoso, aclarar y aceptar la disolución de las zonas de Sombra, sean las que sean, con el fin de establecerse en un nuevo estado Vibratorio, un nuevo estado de Conciencia, si prefieren, donde predomina la Alegría, donde nada más puede someterlos, dónde nada más puede encerrarlos, dónde tienen la capacidad, a cada momento, de sumergirse nuevamente en este estado. Es este aprendizaje de la Unidad que viven, este aprendizaje que, para algunos de entre ustedes aquí, se acaba y se termina.
La Conciencia fragmentaria de la personalidad es administrada y guiada por el miedo. La Conciencia Unitaria es administrada por la Alegría y también por la ausencia del miedo. La penetración progresiva de la Conciencia, en los mundos Unitarios (para muchos de los seres habiendo accedido a estos Estados Vibratorios), se traduce en una facultad, cada vez más fácil, a establecerse interiormente, en esta Vibración y esta calidad particular de claridad, de transparencia y de Misterio ya que es extrayéndose de la Dualidad progresivamente, más o menos rápido según las almas y los Espíritus, que llegan a adherir a la nueva Vibración de la Unidad. Adhiriendo a esta Vibración, van a ver algunos escritos aclararse para ustedes. Estos escritos (que los hayan tomado en las libros sagrados o de la experiencia de algunos seres) no van ya a parecerles letra muerta sino la Verdad de lo que viven. Deben vivir, cada vez más, estos momentos Unitarios. Podemos calificar eso de momentos pre-Unitarios ya que, obviamente, en cuanto se vuelvan hacia vuestro mundo exterior, aún presente, y que deben actuar de una forma o de otra, entonces obviamente, la Unidad no es ya más que un recuerdo ya que este mundo no es aún Unitario. Pero la Conciencia, la vuestra, puede serlo, cada vez más.
Este vaivén entre la Claridad, los mundos de la Unidad y los mundos de la resistencia a la Dualidad, van a hacerse de manera cada vez más fácil, para muchos. Es en el sentido que existe, para ustedes que viven esta alternancia, esta capacidad para vivir la Unidad, una forma de responsabilidad. Esta responsabilidad, va a expresarse según la benevolencia Vibratoria que van a ser capaces de manifestar, incluso en la manifestación exterior dual de su estado pre-unitario. En la calidad de su mirada, en la calidad de su Vibración, que va a emanar de ustedes, bien más allá de las palabras, bien más allá de las creencias, ustedes van, literalmente, a infundir y a irradiar esta calidad Unitaria sobre los de entre sus Hermanos y sus Hermanas que se mantienen a la puerta de la Unidad pero que aún están controlados por la incertidumbre, por la Ilusión, por el miedo, por lo tanto por la personalidad.
Es en el sentido que su Fusión y su efusión con ustedes mismos y con el mundo reviste hoy y en el tiempo ultracorto que les resta en esta Dimensión, una importancia capital, no tanto para los de entre ustedes que ya han tocado la Unidad sino para procurar que el paso, el choque de la revelación de la Luz se materialice en este mundo dual, con una facilidad mayor. Ciertamente, concibo totalmente que va a convertirse para ustedes, como para todos los Hermanos y las Hermanas personificados, cada vez más duro el no reaccionar y en consecuencia no penetrar la Dualidad con relación a esta revelación de la Luz. Deberán, cada vez más a menudo, penetrar en sus espacios Unitarios Interiores para atraer la Luz necesaria para avanzar. Por supuesto, la mirada dividida del que está en la personalidad y el miedo sólo verá, a través de las transformaciones en curso, gemidos y miedos. El que, por el contrario, se coloca en el seno de su propia Unidad, de su propia Claridad verá con el ojo del Espíritu que esto es simplemente la disolución de la Matriz en las zonas de resistencia, que podrá llamarse sufrimiento. Pero este sufrimiento no es uno para el que acepta la Unidad.
De mi vida, como tantos otros habiendo tocado la Unidad, mostramos efectivamente, visto desde el exterior, un gran sufrimiento. Entonces, obviamente, cuando decía, como tantos otros, que este sufrimiento no era un sufrimiento, el que tenía una mirada dividida no podía comprender que yo no sufría, ya que él observaba (con el ojo dividido, el ojo de la Dualidad y la conciencia de la Dualidad) una enfermedad como un sufrimiento. Pero, en Unidad, no hay sufrimiento. Hay tal iluminación y tal Vibración que es la puesta en la Luz de estas zonas de resistencia (que se llama sufrimiento), que se convierte en, para nosotros mismos, un placer. Este placer enciende una mala comprensión que, en particular, tuvo lugar en el seno del mundo judío cristiano, sobre el lugar del sufrimiento. En efecto, es profundamente diferente infligirse (lo que es una ilusión) que aceptar el sufrimiento inherente a la revelación de la Luz ya que realmente corresponde enteramente a la liberación del sufrimiento. El sufrimiento no debe pues buscarse sino que debe observarse como una zona de resistencia a la Unidad; y en esta zona de resistencia a la Unidad la frase del Comendador del Melquizedec toma todo su sentido: “la oruga se convierte en mariposa”. La mariposa nace a veces con facilidad, a veces con dificultad. Todo depende de la calidad del Abandono a la Luz.
Así pues, todos vosotros que, aquí como en otra parte, han tenido la oportunidad de vivir y tienen la oportunidad de vivir Estados Vibratorios, les corresponde ser responsables. Esta responsabilidad se expresa también dentro de ustedes por su cada vez más grande capacidad de instalarles en su propia Claridad, también en sus cuatro Pilares, por supuesto, tal como se llamaron: Atención, Intención, Ética e Integridad pero, más allá, por el punto del centro que es el Amor. Y es desarrollando en ustedes el Amor, como si fueran ustedes (no como un precepto moral sino más bien, como un estado Vibratorio de Radiación de la Luz) los que van servir a este mundo y a ayudarle a liberarse de la Dualidad, del sufrimiento. Algunos seres humanos van a participar en esto que llamaría la resistencia pero, a través mismo de esta resistencia al establecimiento de la Luz, ellos desempeñan su papel de Luz.
Para aquellos de entre sus Hermanos y sus Hermanas que cuenten con las capacidades más grandes para volver a entrar en su Unidad, su responsabilidad será aún mayor en la propagación de la Unidad y la Luz. Retengan que esta propagación de la Luz no puede hacerse por las palabras. No pueden convencer a cualquiera, sobre todo si este cualquiera está en el miedo o en una proyección o en una creencia. No podrán sino proponer su estado de Vibración. Por medio del Fuego del Espíritu y el Fuego del Corazón, podrán entonces reducir la resistencia, lo que nunca podrá una palabra, lo que nunca podrá incluso una acción exterior. Toda la dificultad vendrá de su propia capacidad para resistir a la reacción, bien legítima, del ser humano con relación al sufrimiento. Ya que no podrán abatir el sufrimiento por la Dualidad, la vuestra como la que estará exteriormente. Sólo manifestando su propia Alegría y su propia Unidad, su propia Claridad, que podrán ayudar y servir.
El Amor del Espíritu y de la Unidad no es el amor de la personalidad. Muchos seres humanos (lo que es ya muy encomiable) se adhirieron a principios que llamaría humanos pero que no son principios Vibratorios. Los principios humanitarios son regulados y controlados por la acción del bien para limitar el mal. La Unidad no es eso. La Unidad, una vez más, está más allá del bien y el mal. Los engloba ambos para disolverlos, para superarlos, para encenderlos. Muchas cosas, hoy en este mundo en el cual están aún, se encienden. Se encienden a veces de manera violenta. Las resistencias pasarán a ser, ellas también, cada vez más violentas pero la ineludibilidad de la instalación de la Luz es tal -como ustedes deben comprender, enteramente de manera Vibratoria- que la mejor ayuda que aportarán a la humanidad se derivará de su capacidad para instalarse en su propia Unidad. Ya que es en la instalación de su propia Unidad que podrán limitar las resistencias, las suyas como las del mundo.
En definitiva, muchos de los comportamientos exteriores les implicarán querer hacer el bien para limitar el mal, pero hacer el bien es loable; y una vez más, limitar el mal es encomiable pero esto no es la Unidad. Eso resta y permanece de la Dualidad. Vuestra capacidad para ayudar y para servir dentro de la Unidad depende de vuestra propia capacidad para sumergirse dentro del Amor, el Amor no acción sino el Amor Vibratorio, ilustrado por el Fuego del Corazón, el Fuego del Espíritu, por esta Vibración y Radiación extremadamente rápida que puede recorrer la totalidad de su cuerpo o de ciertas partes de su cuerpo, como muchos comienzan a vivirlo y a experienciarlo. Sólo de esa manera es que ayudarán a este mundo de manera Unitaria.
Recuerden que la Unidad es un estado de Ser y no un estado de Hacer ya que Hacerlo en este mundo, siempre será dual y mantendrá la Dualidad. Los Estados Vibratorios y los estados de conciencia que están conectados (vinculados a la Unidad y a la manifestación de la Unidad), son Estados Interiores. Es en este estado Interior de construcción de Luz que podrán manifestar la Luz exteriormente sin estar en una voluntad personal o colectiva de bien o mal. Entonces, obviamente, los que estarán y que persistirán en la Dualidad podrán a veces tratarlos de flojos, podrán a veces tratarlos de gente que no está en la verdad porque no actúan para el bien. Recuerden que no actúan para el bien ni para el mal, que su acción es para la Unidad, para la Claridad, para la vuelta de la Luz, para la Ascensión.
Apelen a mi Vibración, bien más allá de mi última encarnación sino directamente por el punto dónde me impacto en su cabeza. Debido a mi lugar particular, entre Miguel y Ki-Ris-Ti, reconcilio y permito la manifestación exterior del estado Interior Unitario. Retengan eso, por el momento. Sé que, dentro de algún tiempo, el Melquizedec llamado un AMIGO les dará elementos mucho más concretos, en el Yoga de la Unidad y la Verdad, permitiendo volver más fácil aún lo que acabo de expresar como concepto y por mi propia Vibración, por mi Presencia. Recuerden que la Unidad no es ni el bien ni el mal. Que la Unidad engloba y trasciende el bien y el mal. Que la Unidad es la felicidad, la Alegría, el Fuego del Corazón o Fuego del Espíritu, esta Dimensión que les hace encontrar a Ki-Ris-Ti o Cristo, al fusionarse con ella, les hace penetrar su multidimensionalidad y les extrae de la Ilusión de este mundo. Estoy totalmente consciente de que, para muchos Hermanos y Hermanas, sin embargo despertados a la Vibración Unitaria, hablar de la Ilusión de este mundo es aún una creencia y no una vivencia. Muchos de entre ustedes, en las semanas que vienen, deben penetrar al mismo nivel la Dimensión de la Eternidad y el Êtreté, manteniendo al mismo tiempo el contacto con la Ilusión de este cuerpo y esta personalidad. En ese momento allí, mis palabras resonarán para ustedes, no más como una adhesión o como una Vibración sino, más bien, como vuestra propia vivencia y vuestra propia manifestación, mismo dentro de este mundo.
Recuerden que la Claridad y la Dimensión Cristo es una responsabilidad pero esta responsabilidad no es un peso, ella es una nueva ligereza. El Fuego del Corazón, el Fuego de la Tierra, el Fuego del Cielo, lo que viene a modificar la apariencia de su Cielo y de esta Tierra, depende de su calidad de ser. A lo mejor ustedes mismos se establecerán, en su Unidad, a lo mejor eso se vivirá, por ustedes, como por el conjunto de las Conciencias que lo desean y que están presentes a la superficie de este mundo. Llamémosle Unidad. De la misma forma que, he aquí algún tiempo, acogieron la Luz Cristo, en Unidad y en Verdad, ustedes pueden acoger Unidad, en percibir las manifestaciones, la Vibración y la Conciencia. Eso va a ponerse al frente poco a poco, en su mismo Templo que es este cuerpo físico que pertenece a la Ilusión pero sobre el cual se construye la Verdad. He aquí los varios elementos, en palabras y en Vibración, que he sido encargada de darles. La oruga se convierte en mariposa, cada vez más, ustedes, como esta Tierra, como el conjunto del cuerpo de la humanidad, representando el cuerpo del Cristo, recuerden que algunos de sus Hermanos y sus Hermanas ni siquiera pueden concebir que exista una mariposa. No sólo no tienen la precognición ni la vivencia Vibratoria sino que aún íntimamente están convencidos de no ser más que una oruga transitoria, recuerden eso. Sólo manifestando su calidad de mariposa es que la oruga podrá, eventualmente, por sincronicidad Vibratoria, hasta cierto punto, abrirse a la Unidad y a la Luz.
Es aquí donde se encuentra y se sitúa su responsabilidad en el tiempo que viven. No olviden cultivar la Alegría ya que la Alegría que encuentran en sus espacios Interiores es la que les permitirá vivir en el mundo exterior. Este mundo exterior que va a transformarse, como se lo dijo el Arcángel Miguel, cada vez más rápidamente. No porque, para ustedes, en este país como en estos países llamados Europa del Oeste, nada parezca moverse, es que el resto del mundo no se mueve. Todo está en curso, dentro ustedes, de la misma forma que exteriormente. Simplemente algunas regiones de la Tierra y la humanidad no están en el mismo punto. La liberación de la Tierra comienza y comenzará por las regiones situadas en lo que llaman el hemisferio sur. Observen, pregunten, si eso les corresponde, de lo que existe en estas regiones del mundo.
He aquí, Hermanos y Hermanas de esta humanidad personificada, aquí como en otra parte, lo que he sido encargada de darles. Vuelven a entrar también, desde la Apertura de la boca, en la manifestación más importante de la energía calificada de femenina, en este mundo. Les corresponde también desarrollar, en ustedes como fuera ustedes (que sean hombre o mujer), estas aptitudes Vibratorias de las que hablé: la responsabilidad. Este alimento Interior, que encontrarán dentro de ustedes, hace precisamente parte integral de lo que llamo la polaridad femenina, de la que deben alimentarse, prioritariamente. Como palabras no tengo nada más que aportarles ya que las palabras no son más que el pálido reflejo de lo que acabo de pronunciar. Hermanos y Hermanas, presentes aquí y en otra parte, mi bendición y mi radiación de Luz blanca vienen hacia ustedes, ahora. Les digo hasta un próximo día, aunque no esté muy a la comodidad en las palabras sino más en la Vibración de la Unidad, ya que en la Unidad no hay necesidad de palabras. Entonces, mi Amor y mi Luz les acompañan ya que soy también ustedes. Unidad. Hasta pronto.
... Efusión Vibratoria…